Entre El Amor Y El Odio

Marcus había estado dedicado a su hijo toda la semana que había pasado, y con su madre no había vuelto a cruzar palabra. Lara llegó temprano ese sábado pues quería ayudar a Renata a vestirse y ella también se arreglaría ahí, ambas estaban en la habitación de Renata probándose vestidos y outfits extraños mientras estallaban en risas, Marcus pasaba a dejar a Luciano en su habitación cuando escucho las risas y se molestó aún más, solo escucharla reír le hacía hervir la sangre pues se daba cuenta de que el no le importaba tanto, pues mientras el estaba con un humor que ni el soportaba ella se reía y además salía fuera.

- Este definitivamente, te sienta de maravilla

Lara le había dicho que se pusiera ese vestido rojo de tirantes ajustado a su cuerpo y abierto de una pierna que le quedaba divino, le hizo ondas en el cabello y el maquillaje fue más natural pues quería la atención en el vestido. Ella por su parte había optado por un vestido morado sin mangas también con abertura en la pierna pero ella se recogió el cabello en un moño y también optó por un maquillaje natural

- Estás preciosa

- Y tu? mírate pareces una diosa

Ambas estaban listas para salir, cuando bajaron las escaleras Luca y Luciano estaban en la sala

- Pero si pareces un ángel, y tú? Pareces una mujer fuera de este mundo, están preciosas

- Gracias- respondieron ambas, Marcus venía de la cocina cuando la vio ahí parada y su respiración se detuvo, pues Luca tenía razón Renata estaba hermosa, tenía que reconocerlo. Ambas se fueron y Marcus se encerró en su oficina y se puso a beber, pues no sabía que hacer con toda la montaña de sentimientos y emociones que tenía dentro de él. La obra estuvo de maravilla y Renata quedó encantada tanto que derramó algunas lágrimas. Al llegar a casa estaba feliz pues había sido una buena noche, Marcus estaba sentado en la sala con las luces apagadas en cuanto vio a Renata sonreír sintió una cólera desmesurada pues el decía que una función de teatro no te dejaba así de feliz

- Donde estuviste y con quién que vienes de tan buen humor

Renata salto del susto que le había metido

- Dios mío- decía con una mano sobre su pecho

- Es que acaso planeas provocarme un infarto?

- Contéstame con quién estabas?

Marcus se levantó y Renata se dio cuenta de que estaba borracho pues su paso no era firme, además de que apestaba a alcohol

- Dejémoslo para mañana quieres? Esta fue una noche increíble como para que me lo arruines con tus reclamos sin sentido

Renata lo dejo ahí abajo y subió a su habitación, se quitó el vestido y cuando estaba por meterse a la ducha, la puerta de su habitación se abrió y cerro de golpe, Renata volteó sorprendida y al ver a Marcus en la puerta su irá tomó el control

- Quien demonios te crees para entrar en mi habitación de ese modo? No te había dicho que antes de entrar tocarás la puerta

Marcus no hizo caso a lo que Renata decía, simplemente la miraba pues estaba en ropa interior y está era de color blanco con encaje y unas medias a juego que varias partes de su anatomía reaccionaron. Renata al ver qué Marcus no decía nada, le dijo que se fuera y la dejara tranquila. Pero Marcus seguía sin decir nada y comenzó a caminar hacia ella

- Espero que el imbécil con el que estabas no te haya dejado muy cansada, porque eres mi esposa y en este momento me vas a cumplir

Renata no entendía a qué se refería Marcus hasta que esté la tomó por la cintura y la pego a el, tenía una mano en su cintura y la otra en su cara mientras la miraba, Renata había olvidado respirar no sabía si lo que estaba sucediendo era verdad o solo uno de sus sueños, Marcus se acercó a su cara y la besó con furia muy salvajemente esto encendió a Renata al instante y un gemido salió de sus labios, Marcus gruño en respuesta y comenzó a tocar sus senos mientras besaba su cuello, Renata temblaba pues no podía creer que en verdad estuviera sucediendo, Marcus piso sus labios en sus pechos y Renata lo tomó del cabello mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás, Marcus bajo por todo su cuerpo besando y succionando cada parte de el, Renata estaba en un frenesí de locura, de pasión, Marcus la sento en la cama y tomó sus piernas y fue dejando besos por todos lados hasta llegar a su entrepierna, ahí abrió sus piernas y acerco su boca, Renata abrió los ojos al sentir la lengua en esa zona tan sensible, no tardo mucho en correrse en su boca, Marcus comenzo a quitarse la ropa y ya desnudo volvio a besarla, y acariciarla, ese cuerpo bajo de el, por fin podia sentirlo de nuevo, sus respiraciones, sus gemidos, estaba tan absorto que disfrutarla que anhelaba detener el tiempo en ese momento. Cuando se posicionó en la entrada de ella y poco a poco se fue hundiendo en ella - Es el jodido paraíso- pensaba para si. empezó con un ritmo lento, quería captar sus gestos como sus ojos se abrían, como su cuerpo vibraba con el suyo, su boca entre abierta disponible para el, no soporto más y aumento el ritmo frenéticamente hasta que alcanzaron el clímax juntos.

En la mañana Marcus despertó con dolor de cabeza y poco a poco los recuerdos fueron invadiendo su mente

- Pero que he hecho? No otra vez

Se llenó de furia y volteo a ver a su izquierda y ahí estaba dormida Renata boca abajo, Marcus perdió la cabeza y se levantó gritando, Renata se levantó asustada

- Pero que pasa?

- Otra vez, lo volviste hacer, volviste a aprovecharte de que estaba borracho y tenía el juicio nublado para satisfacer tus bajos instintos, tu ramera