Una relación que comenzó con un error terminó en un amor sincero, pero estuvo salpicada de piedras afiladas y dolorosas.
Nadine, una exitosa futura doctora, tuvo que experimentar la destrucción de su futuro debido a una violación cometida por un hombre desconocido. El hombre que estaba bajo la influencia de estimulantes le robó a Nadine su castidad y plantó semillas en su útero.
El hombre se arrepintió de sus acciones y trató de encontrar a Nadine, que había desaparecido desde el incidente.
Hasta que finalmente su encuentro se convirtió en el momento que inició esta dulce historia de amor.
Nueve meses después del incidente. Arthur, el mafioso y principal pediatra del hospital, tiene un pequeño paciente de una semana en estado grave.
Arthur quería conocer a los padres del bebé y tenía la intención de regañarlos porque vio una condición tan grave.
Quién hubiera pensado que la madre del bebé era la niña que había estado buscando todo este tiempo.
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posesivo
-Gracias doctor por permitirme descansar 2 días en su habitación. Hoy volveré a mi casa alquilada- se despidió Nadine de Arthur.
Arthuro miró fijamente a Nadine, sus sentimientos eran impredecibles, todavía quería estar con esta mujer, pero no podía prohibirle a Nadine volver a su antigua vida.
-Todavía no te has recuperado, ¿qué pasa sino estás cerca y tu bebé te necesita?- Arthur intenta influir en Nadine.
-Mi casa no está lejos de aquí, doctor. Le he confiado mi número a la enfermera que cuida a mi bebe. Tengo que reorganizar mi vida. Una semana me ha bastado para descansar. Ahora me toca volver a trabajar. El tratamiento en este hospital no es barato- susurró Nadine con cara triste.
-Hufttt... como sea- Arthur trató de contener su molestia ante la respuesta de Nadine, prefirió irse antes de dejarse provocar por la emoción.
-Idiota, pretendiendo ser fuerte, quiere llevar la carga por ella misma- murmuró Arthur.
Su estado de ánimo había sido muy confuso desde su conversación anterior con Nadine. Estaba molesto porque sentía que Nadine seguía rechazándolo y manteniéndolo a distancia.
Arthur decidió visitar su base, necesitaba canalizar su ira actual. Tal vez romperle el dedo al enemigo que sostenía podría restaurar su estado de ánimo
20.00
Arthur regresa al hospital. Cuando estaba a punto de abrir la puerta, Arthur vio a Nadine que lo estaba esperando.
-Buenas noches doctor, estoy aquí para despedirme y también quiero recoger mi bolso que dejé adentro.
-Las llaves de mi casa están ahí- dijo Nadine.
Arthur guardó silencio, abrió la puerta y entró, sin prestar atención a Nadine.
Nadine, que fue tratada así, se quedó quieta frente a la puerta.
-Agarra lo que quieras tomar- ordenó Arthur, viendo a Nadine todavía parada asustada.
-Gracias por su ayuda, doctor. Disculpe- Nadine se apresuró a alejarse cuando la bolsa que estaba buscando estuvo en sus manos.
Nadine permaneció mucho tiempo delante del ascensor, que nunca se abrío.
Ting....
La puerta del ascensor se abrió, cuando Nadine estaba a punto de cerrar la puerta del ascensor nuevamente, alguien entró por la fuerza.
Arthur está ahora solo en el ascensor con Nadine, no hay conversación entre ellos.
Un aura fría irradiaba del rostro de Arthur en ese momento, lo que hizo que Nadine se asustara un poco y no se atreviera a hablar, solo jugaba con el dobladillo de su ropa mientras esperaba que se detuviera el ascensor.
El viaje en ascensor le pareció muy largo a Nadine.
Arthur actuó con indiferencia mientras estaba en el ascensor, con una mano en el bolsillo del pantalón, esta vez vestía ropa informal.
Hace que su apariencia sea más linda. Nadie hubiera pensado que un hombre tan dulce sería el líder de la mafia.
Cuando se abrieron las puertas del ascensor, Arthur agarró la mano de Nadine y la obligó a seguir sus pasos.
Nadine estaba confundida por el comportamiento del extraño médico, su aura fría todavía le daba mucho miedo, continuó sosteniendo la mano de la mujer con fuerza hasta que llegó a su auto que estaba estacionado frente al vestíbulo del hospital.
El hombre le pidió al chófer que se bajara. Quiere conducir su propio coche.
Nadine, que ahora estaba en el coche, todavía estaba confundida por la actitud posesiva del extraño médico.
Arthur continuó inclinándose hacia Nadine que estaba sentada a su lado, Nadine tenía mucho miedo de lo que Arthur haría. Cerró los ojos sin atreverse a afrontarlo.
El cinturón de seguridad de Nadine estaba bien instalado.
