a veces me pregunto porque la vida nos trata tan cruelmente?
yo fui abusada cuando solo tenia 15 años por un desconocido, y gracias eso no solo quede embarazada si no que lo perdí todo, a mi familia, a mis amigos, ami es tilo de vida, y mi infancia y vida adolescente
estaba segura de dejarlas en un orfanato pero... Al ver sus ojos cafés casi dorados con tonos oscuros y brillantes como un atardecer simplemente no pude y decidí enfrentarme a la vida con mis pequeñas ami lado
hasta que apareció ese hombre y ahora me reclama ?
- mire señor yo solo tenia 15 años y ese horrible pasado en lo único que nos une
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13
Después de la alegre fiesta de cumpleaños de las gemelas, Lucas regresó a su hogar, donde el ambiente contrastaba drásticamente con la calidez y el cariño que había experimentado. En la sala, su padre Enzo y su tío Angelo lo esperaban, sus rostros serios y expectantes. La casa, normalmente un refugio silencioso, se sentía aún más opresiva bajo sus miradas.
Al entrar, Lucas, con las estrellas aún pintadas en su rostro, se encontró con la mirada desaprobadora de Enzo.
-¿Qué es esto, Lucas? ¿Es así como un hombre se comporta?-, preguntó Enzo, su voz cargada de desdén.
Lucas levantó la cabeza, sus ojos destellando una mezcla de desafío y resentimiento.
-Era solo parte de la diversión, nada más-, respondió, su voz firme a pesar del temor que sentía.
-Las trivialidades no son para ti. Deberías centrarte en asuntos más serios-, intervino Angelo, con un tono igual de severo.
-¿Y qué saben ustedes de diversión? ¿O de felicidad?-, replicó Lucas, su frustración creciendo. -Todo lo que conocen es el poder y el control.-
Enzo frunció el ceño, visiblemente molesto por la respuesta de Lucas.
-Eso es lo que importa en este mundo, Lucas. El poder y cómo lo usas. Las estrellas en tu cara no te darán eso.-
Lucas sintió una oleada de ira. -No quiero su tipo de poder. No si significa ser como ustedes-, dijo con un tono cargado de desdén.
Hubo un momento de tensión, donde las palabras de Lucas colgaron pesadamente en el aire. Angelo se acercó a él, su expresión era una mezcla de ira y decepción.
-Tienes que aprender a ser un hombre, Lucas, no un niño jugando a ser héroe.-
-Un hombre... ¿como ustedes?-, desafió Lucas. -No, gracias. Prefiero ser un 'niño' que se preocupa por los demás, que un hombre que solo se preocupa por sí mismo.-
Enzo dio un paso adelante, su rostro endureciéndose aún más. -Cuidado con tus palabras, Lucas. Aún eres parte de esta familia, te guste o no.-
Lucas se mantuvo firme, su mirada no vacilaba.
-Una familia que nunca elegí. Una familia que no entiende ni la más mínima parte de lo que realmente importa, por eso mama se suicidó porque nadie soportaría vivir en un lugar como este y menos en compañía de alguien tan desagradable como tu, que triste que no me llevó con ella estaría tan feliz si no te tengo qu ver la cara nunca más
Enzo levantó la mano dispuesto a pegarle a su hijo pero fue tenido por su amigo que con su mirada le indicó que no se atreviera a pegarle al chico que se mantuvo firme ante la clara intención de su padre por pegarle
-Ve a tu habitación, Lucas. Ya hemos tenido suficiente de tu insolencia-, dijo Enzo, señalando hacia las escaleras con un gesto autoritario.
Lucas obedeció, pero no sin antes lanzar una última mirada desafiante.
Mientras subía las escaleras, se tocó las estrellas en su rostro, un recordatorio de un lugar donde se sentía aceptado y valorado.
En su habitación, frente al espejo, Lucas se enfrentó a su propio reflejo, las estrellas brillando débilmente en su piel.
Con cada trazo de pintura que se lavaba, se prometió a sí mismo que encontraría su propio camino, lejos de la sombra de su padre y su tío, hacia un futuro donde pudiera ser verdaderamente libre, tal ves junto a aquellas niñas que se ganaron su corazón.