¡No Quiero Ser Un Omega!

Después de esa noche, mantuve la distancia hacia Lucas, ya ni siquiera sentía que lo hacía por mí, sino que lo hacía por Ellie, por el bien de ella debía alejarme lo más posible de su novio, era lo mínimo que podía hacer por ella, tener el mínimo de decencia y no querer quitarle a Lucas.

Los días que nos restaban en Cannes fueron de lo más normales, seguimos paseando por la ciudad, comiendo y bebiendo en restaurantes, incluso Ellie y Lucas fueron a la playa solos mientras yo iba a un museo con mis padres, eso me había hecho sentir celos pero hacía lo posible por no ser obvio y creo que lo lograba. De a poco me comenzaba a dar cuenta de lo que sentía hacia Lucas y definitivamente debía poner límites, pero era difícil en un viaje familiar donde él estaba constantemente cerca mío, donde seguía siendo amistoso conmigo y Ellie de manera indirecta y a cada rato nos obligaba a relacionarnos así que de cierta manera mi percepción fue que el viaje había sido eterno.

Cuando tuvimos que regresar tuve suerte porque Ellie se quiso sentar entre Lucas y yo, así que no tuve que sentirme incómodo, o al menos no tanto, por lo que el viaje se me hizo bastante corto, aunque de por si no era un viaje muy largo, un poco mas de dos horas mas o menos.

Llegamos a casa, y Lucas se quedó a cenar ese día, cosa que no me sorprendió para nada, el ya estaba demasiado involucrado en mi familia. La cena había sido comida rápida que pedimos a domicilio, porque todos estábamos demasiado cansados como para cocinar. En todo momento evité el contacto visual con Lucas, me sentía demasiado incómodo con su presencia, sobre todo porque no paraba de pensar en que casi lo besaba, y no sé porque pensaba más en ese casi beso que en el hecho de que me tocó en pleno celo.

Después de la cena, mis padres se fueron a dormir diciendo que estaban demasiado cansados, a diferencia de ellos, mi hermana seguía con mucha energía así que nos dijo a Lucas y a mí que fuéramos a la sala de estar a jugar algún juego de mesa mientras bebíamos y escuchábamos música, aunque ambos estábamos cansados, Ellie era buena convenciendo o más bien obligando. Como era de esperar, Lucas y Ellie se sentaron juntos en el sofá así que yo tuve que sentarme en el sillón contiguo, cosa que se me hizo decepcionante pero claro, fue un sentimiento que enterré en lo profundo de mi corazón.

Comenzamos a beber y a jugar, increíblemente yo iba ganando pues tenía más dinero y propiedades que los demás, al menos se me daban bien las finanzas en los juegos de mesa, porque en la vida real no era para nada así. Ellie después de varios turnos, cayó en la prisión así que había perdido un turno, por lo que aprovechó ese instante para poder ir al baño, probablemente porque había bebido mucho.

Lucas y yo nos quedamos en silencio un rato hasta que me armé de valor para comenzar a hablar.

-Lucas.- Dije algo serio, aunque mis mejillas rojas debido a la ebriedad del momento me quitaban esa seriedad.

-¿Qué pasó?- Lucas me miró mientras bebía de su cerveza, sonrió como si le pareciera tierno.

-Tú... primero que nada, gracias por ayudarme, lo estuve pensando y no te agradecí cuando estábamos allá, así que gracias.- Dije en voz baja, me daba algo de vergüenza tener que decirle gracias, pero no quería deberle nada y era lo mínimo que podía hacer.

-No tienes que agradecerme, es algo que cualquiera hubiera hecho.- Me sonrió, dejando su cerveza sobre la mesa.

-Claro que no, cualquier idiota hubiera salido corriendo y luego fingiría que no vio nada.- Dije molesto de solo pensar en eso.

-Entonces supongo que no soy un idiota.- Su sonrisa se veía tan tranquila, de verdad parecía que me quería decir "todo estará bien".

-Tal vez.- Le sonreí, pero mi rostro se volvió serio cuando recordé lo que realmente quería decir. -Espero que entiendas que todo lo que pasó no significa nada.-

Lucas se quedó mirándome en silencio unos segundos y entremedio de eso volvió a beber un sorbo de cerveza, sólo que mucho más grande y rápido.

-¿Cómo?- Preguntó incrédulo.

-Eso, que no significó ni significa nada, las cosas que pasaron podrían confundir a cualquiera así que pensé que lo correcto es aclarar que no significa nada, solo eres mi cuñado y nada más.- Expliqué bebiendo de mi lata de cóctel.

-Ah, pero...- Su rostro parecía mostrar decepción. -Está bien, tienes razón.- Me sonrió nuevamente, aunque podía notar que era una sonrisa más triste que otra cosa.

En eso Ellie baja y se vuelve a sentar junto a Lucas. Pensé que después de haber aclarado las cosas me sentiría mejor, pero era todo lo contrario, me sentía peor, y cada vez que miraba a Ellie, me sentía celoso y dolido, ella podía ser feliz con Lucas, en cambio, yo no, yo viviría ocultando lo que era por el resto de mi vida, probablemente nunca me emparejaría con nadie, quién querría a alguien como yo que no puede siquiera admitir lo que en realidad es.

La verdad es que tenía miedo, miedo de todas las cosas que se venían por delante, cada vez me aterrorizaba más la idea de lo que era, sufría constantemente por ello, la angustia de que en cualquier momento podría descuidarme e intentarían abusar de mi de cualquier manera, la idea de ser rechazado por mi propia familia o la idea de que me descubrieran y me odiaran por haberles mentido, y el peor de mis miedos era que Ellie se enterara de lo que pasó en Cannes. Ni siquiera podía decirle a mis amigos porque era un cobarde que tenía miedo a perder su aceptación.

Después de que nos aburrimos de jugar, ya bastante ebrio, decidí que lo mejor sería largarme a mi cuarto a dormir, pues estaba cansado por todo el viaje.