Te Amé, Pero No Más

Como era de esperar, José Luis no quiso firmar el divorcio e incluso interpuso una demanda por abandono de hogar, ¿es en serio? ", abandono de hogar", si me quedaba un minuto más ya estaría muerta, todavía se atreve a mandarme decir que quiere verme, está mal de la cabeza si cree que hoy a regresar a ese infierno, si no firma pediré un juicio de divorcio, me dijo mi abogado que se haría aquí en Sevilla, ya que aquí fue donde nos casamos, tengo miedo de volverlo a ver, a que me haga daño, mis terapias me han ayudado mucho a superar mis traumas, hay noches que tengo pesadillas deseo pronto que supere todo y vuelva a ser la misma de antes o por lo menos recuperar mi seguridad y mi vida.

Hoy tengo cita con Max aparte de ser mi amigo es mi terapeuta, me siento bien con él, es paciente conmigo, me escucha y sobre todo me ayuda a sobrevivir.

"Hola, y bien cuéntame como has estado estos días" me dice Max.

"Sabes que aún me cuesta mucho trabajo, superar mis miedos y ahora más que nunca vuelven a mí" le conteste, ya que el señor Salvatierra me había dicho que en dos semanas tendría la primera audiencia de divorcio y tendré que ver a Jose Luis, "me da miedo volverlo a ver, solo de imaginar que puede hacer cualquier cosa para herirme o quiera matarme" le dije con lágrimas en mis ojos

"Cata, ¿que sientes por él?" Me preguntó, que podría decirle, ¿que lo amo?, me quedé pensando un rato en silencio acomodando mis ideas como contestarle a Max.

"si no te sientes cómoda, no contestes guardátelo como una reflexión para ti, piensa, que harías cuando lo vuelvas a ver, Cata hemos avanzado un poco en tus terapias, no estás sola recuérdalo y mientras ese día llegué vas a trabajar en convertir ese miedo en valor de enfrentarlo estamos de acuerdo" Me dice Max mirándome con determinación, cosa que a mí esas palabras abunda en mi cabeza, ¿cómo podre enfrentarlo? ¿De dónde agarraré valor para hacerlo? Si solo de pensarlo me pone tensa, y hace que mis piernas tiemblen.

Salí del consultorio de Max, me fui a la empresa, necesito relajarme y haciendo lo que más me gusta, diseñando mis creaciones me mantienen entretenida y no pensar en lo ocurrido, cuando llegué me encontré con Sol en recepción, la salude, "Cata, la señora Jazz dijo que en cuanto llegarás subas a su oficina" me dice Sol, con una sonrisa "gracia Sol" le dije y subí al elevador y fui a la oficina de mi hermana.

Toc, toc

"Adelante" dice desde adentro Jazz.

"hola tú" le dije con una sonrisa.

"Que bueno que llegas, vamos se nos hace tarde" me dice, no se a donde vamos, ¿podrías recordarme que se me olvido? Le dije confundida, no me acordaba que hoy veríamos al señor Salvatierra por la lectura de la otra parte del testamento de mi papá.

Llegamos al despacho del señor Salvatierra, su secretaria nos anunció y nos hizo pasar, "buenos días, tío" le dijimos al mismo tiempo, yo con nervios me comía hasta las uñas, mi papá siempre se caracterizó por ir adelante de todo y hoy no era la excepción, lo que ya sabemos la empresa y las propiedades que eran de mis padres pasaron a nosotras sus hijas por parte iguales, pero como siempre hay cláusulas que se deben cumplir y una de ellas es que yo recibiré mi parte de la empresa cuando haya culminado mi carrera y eso será pronto, y otra es que por ninguna razón nuestras parejas tendrán derechos, ni podrán exigir nada de ella durante la duración o culminación del matrimonio, quizá mi padre ya sabía por lo que estaba pasando, además de que conocía a Jose Luis que de ninguna manera podría permitir que metiera sus manos en lo que él con mucho esfuerzo hizo junto a mi madre, y como dije con las cláusulas no tenía ningún problema la primera a más tardar en un año término mi carrera y la otra se cumplirá pronto me divorciaré.

Nos despedimos del señor Salvatierra "tengo hambre" le dije a Jazz.

jajaja "ya te habías tardado, vamos a comer algo" me dijo, yo sonreí y le tomé el brazo jalándola hacia el auto de ella y fuimos a comer, platicamos de todo un poco, la verdad me sentí mejor, no pude ni tuve tiempo de pensar en que pronto veré a ese hombre.

Entre risas, nos subimos nuevamente al auto para irnos, me llevó a casa, entramos mi nana nos esperaba, la noté rara y no me quedé con la duda.

"¿Pasa algo nana?" Le dije, estaba nerviosa y no podía hablar por lo que tartamudeo.

"Mi niña, este, perdón mi niña" me dice, no entendía, volteo a ver a Jazz que igual estaba sorprendida por la actitud de mi nana.

"Nana, que pasa, dime todo está bien por acá?" Le dijo Jazz.

"El señor" dijo bajando la mirada hacia el piso y luego volvió a verme "el señor José Luis está en el despacho, no pude detenerlo mi niña, perdóname" volvió a decir, sentí que mi alma se me salió del cuerpo, me quedé pasmada sin saber que decir.

"Porque está en el despacho, ahora si me va a escuchar ese imbécil" dice mi hermana, yo empecé a temblar, mi hermana fue directo al despacho sin antes dar la orden a mi nana "nana, llama a mi esposo que venga pronto", entro al despacho fui tras de ella, entre y ahí estaba con una sonrisa que solo él se la creyó.

"Hola mi amor, me extrañaste" dice el muy cínico "qué no te da gusto verme?", Seguí hablando yo solo lo veía, no salía ni una palabra de mi boca.

"Que vienes hacer esta casa y con que derecho entras al despacho de mi papá" dice mi hermana, "largo sé aquí, no eres bienvenido a esta casa, vete o llamo a la policía" le advierte mi hermana, empezaron a discutir, yo temblaba el miedo se apoderó de mí, pero de un momento a otro no sé dé donde saque valor "bastaaa" grite y ellos voltearon verme.

"A que vienes" le dije, "vete de mi casa".

"Eres mi esposa y vine por ti, ya tuviste muchos días de vacaciones y es hora de regresar a casa" dijo, "ah! otra cosa, eso que pretendes con divorciarte, ni lo sueñes eres mía y no permitiré que te separes de mí" solo escucharlo me producía temor, no quiero volver a caer en ese infierno en que me estaba costando la vida.