Cautivas.

...NELLY ...

—Nelly—sus dedos se enlazan en mi pelo y cierro mis ojos cuando me sienta delante de él— mírame.

—¿Acaso no quieres?...¿no quieres estar conmigo? ¿no te parezco una chica atractiva como con las que acostumbras estar?— esquivo la mirada.

—Tu eres única y especial en mi vida, eres hermosa pero las cosas no son tan fáciles como parecen. No son muchos los años que te llevo pero...

—¿Pero? ¿Enserio siempre tiene que haber un pero?

—No quiero que cometas algo de lo que te puedas arrepentir. Se supone que debes entregarle tu cuerpo al hombre que ames.

—¿Acaso no entiendes?— me aproximo a sus labios— el hombre que amo eres tú y solamente tú, Dexter —susurro, dejando mi cuerpo caer sobre el suyo.

¿Qué más quiere que diga para que me haga suya? ¿Que lo grite?

Retira mi pijama tirandola lejos de nosotros, apreciando mi desnudes. Nunca antes me había mostrado totalmente desnuda delante de un hombre, sentir su mirada confusa y excitada no me ayuda a calmar estos nervios.

—Eres hermosa, ¿lo sabes, no?

—No hasta ahora.

Sostuvo mi rostro con sus dos manos solo para acariciar mis labios con los suyos, tan despacio que elevó mi temperatura. Mi respiración se torna agitada por cada meticuloso masaje que da en mis senos. Aunque sienta un poco de vergüenza no pierdo de vista su traviesa mirada, sus acciones. Cada que tiene oportunidad reparte besos en el valle de mis senos, bajando un poco en mi ombligo dónde dejó una circular lamida que mandó calor en mi parte baja. Sensible, hechizada y una total pervertida sin experiencia me siento debajo de él. Saca su pen* cuando queda en bóxer, mejor dicho cuando quedó porque no tardé en quitárselo.

—¿Te gusta lo que ves?

—¿Me obligaras a respondertelo?

Sonríe ladeado y lo frota en la zona interior de mi muslo.

—¿Entonces te gusta sentirlo?— Asiento embobada, y él mismo lleva mi mano a su poll* — ¿Y tocarlo?

Lo siento endurecerse, incluso, más que hace unos minutos. Siento caer al mismo infierno al perderme en su mirada, en sus besos, en cada caricia que proporciona. Sin previo aviso da una lamida directa a mi vagi*a. Su acto provoca que su espalda se arquee y aunque haya sido algo tolerable, también un fuerte gemido.

—Exquisita, tal y como te imaginé— relame la comisura de sus labios y abro mis piernas intencionalmente— ¿Es una invitación?

—Siéntete dichoso, serás el primero, mi invitado de honor.

Se acomoda entre ellas dejando caer gran parte de su cuerpo, ejerciendo presión hasta que entra en mi interior. Me quedo tiesa ya que no sé si pueda soportar su gran cosa.

—¿Estás bien? Puedo parar...

—Todo bien...dame un segundo.

Su expresión preocupada y la atención que pone en mí conmueve de manera que agita mi corazón. Mueve sus caderas de arriba a abajo al darle mi aprobación para continuar.

—No puedo imaginarme hacer esto con otra que no seas tú— susurra en mi cuello.

—Quiero ser la única con la que lo hagas. ¿Puede ser posible?

Une sus manos con las mías y acerca su frente a la mía.

—Eres la única que me vuelve loco, Nelly.

Antes pensaba que era un amargado, su apariencia ruda no lo ayudaba a hacerme cambiar de opinión, pero ahora que tengo la oportunidad de estar así, me doy cuenta que es un buen y cariñoso hombre, pero sobre todo sumamente atractivo. Muerdo mis labios cuando lo siento entrar y salir de mí. Cautivo su cuerpo con mis piernas sintiendo más preciso su miembro en mi vagi*a.

¿Desde cuándo dejé de jugar con muñecas para hacerlo con una poll* que no paro de masturb*r? Consigo tenerla erecta de nuevo. Me gira con cuidado, estando boca abajo me penetra por detrás muy despacio. De mi garganta sale un gemido que se encarga de callar con un beso.

Saber que la primera experiencia sexual la estoy pasando con mi secuestrador es de locos, y sobre todo si lo hago por amor. Su cuerpo cae tendido encima del mío sin ejercer mucho peso, sin romper la conexión de nuestros sexos.

—Ya amaneció, ¿no irás a trabajar?

—Quiero quedarme así contigo— musita— y pensar en qué hice para merecerte— nos miramos— Te quiero Nelly, y quiero que esta no sea la última vez que te haga mi mujer. No quiero entrar físicamente en ti, también sentimentalmente, déjame entrar a tu vida.

—Ya lo hiciste mi solecito.

...▫️▫️▫️...

Llevo la copa de vino a mi boca sin dejar de mirarlo. Es fascinante saber que prefirió quedarse hoy conmigo disfrutando del jacuzzi juntos.

—¿Pasa algo, Nelly?

—Mis padres...supongo que han de estar angustiados buscándome. Sé que cuando se enteren de lo nuestro no me apoyarán.

—¿De lo nuestro? No sé a qué te refieres— Deja su copa y se inclina un poco— ¿A ser novios?

—¿Y no es así?

—Bueno...no te lo pregunté como tiene que ser— Besa ambas manos— ¿Nelly, aceptarías ser mi novia?

—Ya que insistes— sonrío— Acepto ser tu novia, Dexter.

Descansa su frente en la mía y muerde sus labios.

—Me encanta tenerte así, me encantas tú, tu cuerpo, me fascinas como no te imaginas.

—¿Qué pasaría si intentan separarnos? Si todos se oponen a lo nuestro, ¿seguirás conmigo?— sonríe.

—Si el mundo se pone de cabeza nadie me alejará de ti, ¿sabes por qué?— abre sus ojos— Porque mi mundo eres tú, mi todo y estando contigo me valdrá una mierda lo que digan los demás.

—¿Seguro?

—Tan seguro como que te amo, mi pequeño angelito.