La Justicia De Adela

—Entonces Srta. Adela Kirsten ¿puede decirnos por qué quiere aprender de mis chicos? Si por lo que pudimos ver tiene más habilidad que mis muchachos

—Yo… esta es la primera vez que combato con alguien en un entrenamiento, y sobre la razón eso quiero guardarlo para mí, solo digamos que no me siento del todo segura.

Todos los presentes se miraron sorprendidos por la habilidad que mostraba la joven, de apenas dieciséis años, que se encontraba frente a ellos, aquella joven que decía jamás haber combatido contra nadie, pero mostraba tanta o más habilidad que los mercenarios a los que ella había contratado. Fue entonces que Adela comenzó a sentirse mal, y cayó al suelo sobre sus rodillas y todos los jóvenes presentes saltaron a auxiliarla, Cathy que se apresuró para ayudarla, noto un pequeño destello en la espalda de Adela y miro a su señorita preocupada.

—Señorita, creo que debería ir a cambiarse de inmediato.

Adela miró a Cathy y noto que esta tenía una expresión de angustia y miedo en su rostro, esa era una mirada que ya había visto, Adela se disculpó con los presentes y camino hacia los vestidores, al cambiarse de ropa Cathy que la estaba ayudando exclamo.

—Señorita su cuello… Es nuevamente su cuello, tiene otra marca.

—¿Qué es Cathy?

—Una flor de lis muy pequeña, pero parece estar desapareciendo… Espere no sigue allí, pero no se puede apreciar bien, señorita.

—Comprendo… Gracias Cathy, nuevamente por favor no le comentes a nadie de esto.

Cathy, que no podía ocultar su sorpresa, ya se estaba acostumbrando a que Adela le dijera aquella palabra, “no se lo comentes a nadie”, por lo que ella solo asintió ante el pedido de Adela de mantenerlo en secreto.

Al terminar de cambiarse de ropa, Adela salió al local donde todos la estaban esperando, la miraron con asombro, era increíble que se viera tan hermosa con cualquier prenda que usara, pero claro, no podían olvidar lo sucedido hace apenas unos minutos. Adela había sido capaz de entrenar junto a Marco quien era especialista en defensa y ataque por sorpresa, pero aun así Adela lo había vencido en apenas su primer entrenamiento, y no parecía haber requerido de mucho esfuerzo, por lo que todos estaban sorprendidos por las grandes habilidades que había mostrado la joven dama que se encontraba con ellos.

Entonces Adela miro a Doroty y luego miro el local, fue entonces que algo cruzo por su mente y comenzó a recorrer los pasillos de este.

—Sra. Doroty ¿De casualidad no tendrá algunos libros en el local?

Doroty sorprendida respondió rápidamente.

—Claro, tenemos de todo un poco, ¿qué clase de libros buscas, novelas, poesías, cuentos cortos?

—Nada de eso, solo necesito uno de floriografia y contabilidad.

—Bueno, tendría que buscar porque nadie me ha pedido ese tipo de libros aquí, así que deme un momento.

Doroty dejo a Adela sola en el local mientras salía a buscar los libros que había pedido Adela. Mientras tanto, Adela se acercó a Daniel, que era a quien ella había contratado para que se encargara del almacén que ella había comprado.

—Daniel, necesito tu ayuda, un momento puedes venir.

Adela llamó a Daniel a un rincón y comenzó a hablar.

—Va a llegar una exportación de arroz y trigo la próxima semana, voy a necesitar que estés en el almacén esos días, aparte necesito que verifiques el cargamento y hagas un listado e informe de cuanto se ha comprado de cada cosa y el precio, también me gustaría saber si conseguiste cambiar las joyas ayer.

—Sí, señorita, las joyas han sido cambiadas y las, deje en el almacén guardado donde Ud. Me ordeno.