Luego de vivir una vida de forma sumisa, pensando que de esa forma todo era mejor, Luna muere en manos de un asesino, fuera de un supermercado a sus treinta años, arrepentida por no vivir de la forma en que quería, pide fervientemente una segunda oportunidad. ¡Que luna tan hermosa la de esta noche, lástima que no la podre ver más! piensa antes de morir desangrada. ¿Qué ocurrió?, desperté en un hospital, pero este no es mi cuerpo y ¿porque tengo orejas de conejo? Reencarnada en otro mundo, ocupando otro cuerpo, descubre que la chica tambien se llama Luna y la dificil vida que llevaba, ademas de que la intentaton asesinar y el principal sospechozo es un hombre que aparece en sus sueños, como un recuerdo de lo ocurrio, quien ademas es uno de sus compañeros de clase y un lobo blanco, uno de los principales peligros para los conejos. Asi comienza esta trama dondd Luna buscara al culpable para tomar venganza
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Capitulo 12: Caminando a Oscuras
“Debo calmarme y pensar, hasta ahora todo ha salido bien, incluso no he llegado a experimentar el ciclo de celo, ni siquiera sé a ciencia cierta cuales son los síntomas, he escuchado que se siente un gran calor, pero yo no lo he tenido, así que quizás, como este no es mi cuerpo, yo no llegue a experimentarlo. Pero de todos modos debo conseguir los supresores, no quiero tentar a la suerte, que al parecer no tengo”
Salió del dormitorio y fue hacia la enfermería, teniendo la esperanza de que tal vez pueda llegar a conseguirlos allí, llego al sitio y consiguió a una señora de edad avanzada vestida con una bata blanca, sentada frente a un escritorio al lado de la ventana.
- Buenos días, ¿usted es la enfermera? – le pregunta luego de entrar
- Sí, soy yo – le responde de forma amable - ¿deseas algo?
- Bueno, yo quería saber si…
- ¡Oh por Dios! – dice la mujer sorprendida, levantándose de la silla y acercándose a Luna – mira tus manos, ¿Qué te ocurrió? – dice mientras las revisa
- Pues, me corté recogiendo unos vidrios – le dice – aunque no vine aquí por eso, la razón de venir aquí es porque perdí mis supresores de celo y estoy en la semana en que debo tomarlos – le dice apenada.
- Oh, creo que tenemos algunos en el botiquín – le dice – pero primero vamos a tratar esas manos – toca el hombro de Luna para indicarle que se siente, provocando que la herida en su hombro doliera.
- ¡Auu! – se queja, la había tomado por sorpresa, no espero que la mujer agarrara precisamente ese hombro.
- ¿Te dolió? – le dice sorprendida – no te toque muy fuerte, ¿tienes una herida allí?
- Si – responde – he tenido muchos accidentes últimamente - ríe de forma apenada.
- Bueno, vamos a tratar primero tus manos y luego reviso tu hombro – la mujer saco de una gaveta todo lo necesario para limpiar las heridas de sus manos y luego de hacerlo las vendo – bien, ahora veamos ese hombro – levanta la manga y mira el vendaje – ¿hace cuánto tienes esta venda? – le pregunta
- Un día, la herida es reciente – le responde
- Ok – comienza a quitar la venda y deja la herida al descubierto - ¡Oh mi Dios! – dice al verla – esto es una mordida, ¿no es así? – comienza a examinarla – tu subgénero, ¿es un herbívoro? – le dice preocupada.
- Sí, soy del genero Oryctolagus – le dice – para ser más exacta un conejo.
- Oh, mi Dios, ¿Cómo puedes estar aquí mi niña? – le dice viéndola con lastima – esta academia es de carnívoros, eres una presa fácil para ellos – Luna sintió como su cuerpo asimilaba aquella noticia.
- ¡¿Qué?! - ahora podía entender porque solo ha habido carnívoros a su alrededor, Luna pensó que solo eran simples coincidencias o que tal vez los herbívoros eran pocos, pero nunca llego a pensar que ella era la única en todo ese lugar.
- ¿No lo sabias? – le dice viéndola a los ojos, su rostro mostraba preocupación
- No – estaba tratando de calmar su corazón que latía muy rápidamente - pero, ¿Cómo puede ser posible que yo sea la única? – le pregunta.
- Seré sincera contigo – le dice – yo tengo poco tiempo trabajando en este lugar – piensa – pero creo haber escuchado de un proyecto de inclusión para los herbívoros, otorgándoles una beca para estudiar aquí – le explica, entonces soy solo un proyecto, un simple conejillo de indias enviado para probar un experimento social, ¿es eso? – esto debes reportarlo – le dice mirando su hombro – debes estar en una posición sumamente difícil en este momento – le dice – los jóvenes a veces pueden ser muy crueles, y más cuando son ricos de cuna – la mira y sonríe – pero no todos son malos, vamos a tratar esta herida y te acompañare a reportar este incidente, ¿sabes quién fue?.
- No – le responde encogiéndose de hombros.
- ¡Pero, como no vas a saberlo! – le dice sorprendida.
- Estaba dormida y no me fije de quien se trataba – le explica.
- Bueno, no importa, veremos qué podemos hacer – comienza a limpiar la herida, luego le coloca una venda nueva y baja su manga – Listo, ahora toma tus cosas, te acompañare a la dirección.
- ¡¿Qué?! – dice sorprendida, pensaba que quizás fueran con alguien de menor envergadura.
- ¿Con quién pensabas que iríamos? – la ayuda a levantarse – vamos, no puedo dejar esto solo por mucho tiempo – salen del lugar y caminan por el campus, directo al edificio principal – tenemos que presentar una queja de agresión con el director – le dice a la recepcionista
- muy bien. Espere un minuto – toma un intercomunicador y marca la extensión – director, la enfermera, acompañada de una estudiante necesitan hablar con usted – le dice – muy bien – cuelga – que pasen.
- Muchas gracias – entran en la oficina – Buenos días señor director- dice la mujer mientras se acercan.
- Buenos días, díganme que tema necesitan tratar conmigo – les hace un ademan con la mano para que tomen asiento.
- Lamento molestarlo, pero no vendría directo a usted de no ser algo preocupante – le dice la enfermera.
- Dígame – le dice de forma calmada
- Pues, mire esto – le muestra el hombro de Luna con la venda puesta.
- ¿Está herida la señorita Branir? – dice viendo las vendas
- Déjeme mostrarle bien – comienza a quitar la venda del hombro, dejando a la vista la mordedura.
- Eso, es una mordedura – le dice impresionado - ¿pudo ver quién fue? – le pregunta a Luna.
- No, estaba dormida mientras ocurrió – le dice – además, anoche irrumpieron en mi habitación, rompieron mis libros y dañaron la mayoría de mis pertenencias – le dice.
- ¡Esto es insólito lo que está ocurriendo con esta pobre chica! – dice la mujer alterada – oh, lo siento, señor director – dice apenada al darse cuenta de que había alzado la voz delante del director.
- Tranquila, comprendo su molestia – le dice sin tomar importancia a la conducta de la mujer – pero dadas las circunstancias en las que la señorita no posee conocimiento alguno del atacante, no puedo hacer nada por el momento – le dice- deberá llenar un formulario al salir de esta oficina, le pediré que este muy atenta de ahora en adelante y nos mantenga informados si algo llegara a ocurrir.
- ¿Pero, lo dejara pasar así? - dice la mujer decepcionada
- Lo siento, no puedo impartir un castigo si no sabemos quién es el culpable – le dice a la mujer – encargare a que revisen las cámaras de los dormitorios, tal vez este grabado el rostro del culpable – le dice – también ordenare que le coloque rejas a su ventana para mayor protección- las mira – más que eso, me temo que no puedo hacer.
Decepcionadas salieron del lugar, luego de haber llenado el formulario. Luna ya sabía que algo como eso iba a ocurrir, es difícil imponerse cuando no se tienen las cosas claras, y tampoco podrían jugar a ser detectives, pasaba lo mismo en su mundo, así que ya tenía algo de experiencia en esos casos.
- Ven a buscarme en cuanto necesites de mi ayuda – le dice la mujer luego de salir del edificio – ya debo irme a mi puesto de trabajo, pero no dudes en ir a verme, ¿de acuerdo? – la mira
- Si, muchas gracias por su ayuda – sonríe
- Cuídate mucho – le da una mirada de preocupación y luego se marcha. Luna saca su teléfono de su bolsillo y observa la hora.
- ¡Debo correr a clases! – dice corriendo hacia el aula, mientras por su mente ronda la idea de haber olvidado algo.