“Primero fue una obsesión... luego, una condena disfrazada de amor.”
Dayana dejó atrás su mundo para perseguir un futuro como estudiante de medicina, sin saber que su destino cambiaría con una sola mirada en un aeropuerto. Suang, un hombre frío, poderoso y marcado por la oscuridad, la quiso solo porque no podía tenerla.
La obligó a ser su esposa, no por amor, sino por capricho.
Pero con el tiempo, algo inesperado comenzó a quebrar su control: el amor. Un amor que llegó demasiado tarde.
Encerrada en una jaula de lujos, Dayana aprenderá que no todos los sentimientos salvan… algunos destruyen.
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#12
Con un sueño reparador, Dayana se despertó temprano al día siguiente, sintiéndose fresca y renovada. Se levantó de la cama y se estiró, disfrutando del silencio y la tranquilidad de la mañana. Se dirigió al baño para darse un, baño rápido y luego se vistió, se puso una camisa de franela de manga larga a rayas grises y azules, abotonada hasta arriba. La camisa es holgada y le llega hasta la cintura. Por encima lleva una falda plisada de color gris oscuro, corta, que le llega un poco más arriba de la mitad de sus muslos. La falda tiene un corte clásico y se ajusta a su cintura y unas medias grises largas que le llegan un poco más arriba a de las rodillas y una botas de tacón negro
Se hizo una coleta alta en el pelo y tomando su bolso salió de su habitación. Mientras caminaba por el pasillo se encontró a la señora Kim - oh ya te vas cariño - dijo con voz cariñosa
Dayana sonrió y se detuvo un momento para hablar con la señora Kim. "Sí, señora Kim. Tengo el día libre hoy, así que pensé salir a explorar la ciudad un poco".
La señora Kim asintió con una sonrisa. "Ah, qué bien. Te mereces un descanso. ¿Tienes algún plan en particular para hoy?"
Dayana pensó por un momento antes de responder. "No, no tengo nada planeado en particular. Solo quiero salir y ver qué encuentra. Tal vez visite el parque central o el museo de arte".
La señora Kim asintió de nuevo. "Son lugares muy bonitos. Seguro que te gustarán. Ten cuidado, cariño, y no te olvides de comer algo".
Dayana sonrió y se despidió de la señora Kim con un abrazo. "Gracias, señora Kim. Lo haré. Adiós".
Con eso, Dayana continuó su camino hacia la salida del hospital, ansiosa por empezar su día de aventuras en la ciudad. Al salir del hospital, se encontró con un día soleado y fresco, perfecto para explorar. Respiró profundamente y se dirigió hacia el parque central, que estaba a solo unas cuadras de distancia.
pues pudo apreciarlo de camino al hospital cuando llego por primera vez. Mientras caminaba hacia el parque, Dayana sintió una sensación de libertad y emoción. El sol brillaba sobre su rostro y el aire fresco llenaba sus pulmones. Se sentía renovada y lista para enfrentar el día.
Al llegar al parque, Dayana se detuvo a admirar la belleza del lugar. El parque estaba lleno de árboles altos y verdes, flores coloridas y un estanque tranquilo. Se sentó en un banco y se tomó un momento para disfrutar del entorno.
De repente, escuchó el sonido de música en vivo. Se levantó y siguió el sonido hasta que encontró a un grupo de músicos tocando en un rincón del parque. La música era alegre y contagiosa, y Dayana no pudo evitar mover el cuerpo al ritmo.
Se quedó allí durante un rato, disfrutando de la música y la compañía de los demás espectadores. Luego, decidió continuar su aventura en la ciudad.
pidió un taxi, El taxi llegó rápidamente y Dayana se subió, dando al conductor la dirección de la biblioteca municipal. Mientras el taxi avanzaba por las calles de la ciudad, Dayana miró por la ventana, admirando la arquitectura y la vida urbana.
Llegaron a la biblioteca municipal después de unos 10 minutos de viaje. Dayana pagó al conductor y se bajó del taxi, mirando hacia la imponente fachada de la biblioteca.
La biblioteca municipal era un edificio antiguo y majestuoso, con una fachada de piedra y una gran entrada con columnas. Dayana se sintió atraída por la belleza y la historia del lugar.
Entró en la biblioteca y se encontró en un gran vestíbulo con una alta cúpula. La biblioteca estaba llena de estanterías de madera oscura, repletas de libros de todos los géneros y épocas.
Dayana se acercó a la mesa de información y preguntó al bibliotecario dónde podía encontrar libros sobre la historia de la ciudad. El bibliotecario le dio algunas indicaciones y Dayana se dirigió a la sección de historia.
Mientras buscaba libros, Dayana se encontró con una sección dedicada a la arquitectura de la ciudad. Se sintió fascinada por las fotos y los dibujos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
De repente, escuchó una voz detrás de ella. -¿Te gustan los libros de arquitectura?- Dayana se dio la vuelta y se encontró con un joven con gafas y una sonrisa amable.
Dayana sonrió y respondió: "Sí, me encantan. Me gustan la historia y la arquitectura de esta ciudad". El joven asintió con la cabeza y dijo: -Yo también. Me llamo Alejandro, soy estudiante de arquitectura en la universidad local-
Dayana se presentó y Alejandro le comenzó a mostrar algunos de los libros de arquitectura que había encontrado en la biblioteca. Mientras hablaban, Dayana se dio cuenta de que Alejandro era muy conocedor de la historia y la arquitectura de la ciudad.
Alejandro le dijo: -Si quieres, puedo mostrarte algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Conozco algunos secretos y anécdotas que no se encuentran en los libros de historia-
Dayana se sintió intrigada y aceptó la oferta de Alejandro. Salieron de la biblioteca y comenzaron a caminar por las calles de la ciudad, descubriendo lugares y secretos que Dayana no había imaginado.
Mientras caminaban, Alejandro le contó a Dayana sobre la historia de la ciudad, desde su fundación hasta la actualidad. Le habló de los personajes importantes que habían vivido allí, de los eventos que habían ocurrido y de los cambios que había experimentado la ciudad a lo largo del tiempo.
Dayana se sintió fascinada por la historia de la ciudad y por la pasión que Alejandro tenía por ella. Se dio cuenta de que había mucho más que descubrir en la ciudad y que Alejandro era el guía perfecto para mostrarle todos sus secretos.
- también hay un club muy exclusivo, pero con una estructura muy interesante- dijo Alejandro- ¿si quieres podemos ir a verlo?- sugirió
Dayana asintió y tomaron un taxi pues el club estaba un poco lejos, El taxi los llevó a través de las calles de la ciudad, pasando por barrios elegantes y calles comerciales. Dayana miró por la ventana, admirando la variedad de estilos arquitectónicos y la vida urbana.
Después de unos 20 minutos de viaje, el taxi se detuvo frente a un edificio impresionante. La fachada era de piedra oscura y tenía una entrada grande con columnas. Dayana se sintió intrigada por la estructura y se preguntó qué tipo de club podría estar ubicado allí.
Alejandro pagó al conductor y se bajó del taxi. Dayana lo siguió y juntos se acercaron a la entrada del edificio. La puerta estaba adornada con un letrero de bronce que decía "Club Excelsior"
Alejandro sonrió y dijo: -Bienvenida al Club Excelsior. Es uno de los clubes más exclusivos de la ciudad, y tiene una historia muy interesante-
Dayana se sintió curiosa y preguntó: -¿Qué tipo de historia?-
Alejandro se rió y dijo: -La historia del Club Excelsior es larga y compleja. Pero te diré que fue fundado en el siglo XIX por un grupo de empresarios y políticos influyentes. Desde entonces, ha sido un lugar de reunión para la élite de la ciudad-
Dayana se sintió intrigada por la historia y preguntó: -¿Y qué hay dentro del club?-
Alejandro sonrió y dijo: -Eso es lo mejor. El Club Excelsior tiene una arquitectura impresionante, con salones de baile, bibliotecas y jardines. Y también hay una colección de arte y objetos históricos que son verdaderamente increíbles-
Dayana se sintió emocionada de ver el interior del club y preguntó: -¿Podemos entrar?-
Alejandro asintió y dijo: -Sí, podemos entrar. Pero debemos ser cuidadosos. El Club Excelsior es muy exclusivo, y no todos pueden entrar-
Dayana se sintió un poco nerviosa, pero Alejandro la tranquilizó y dijo: -No te preocupes, yo te acompañaré. Vamos a entrar-
Y con eso, Alejandro y Dayana se acercaron a la entrada del Club Excelsior, listos para descubrir sus secretos.