La Enfermera y el Agricultor Parapléjico

...Al día siguiente...

Lupita: Mirella, ¿no puedo creer que vayas a ir así?

Mirella: ¿No te gusta mi ropa?

Lupita: Mirella, necesitas arreglarte mejor, ese vestido es tan simple, vas a ver lo guapo que va a estar Jorge.

Mirella lleva puesto un vestido estampado de flores y unas botas cortas sin tacón.

Mirella: Estoy bien así.

Lupita: ¿Y ese pelo? ¿Por qué no te lo sueltas?

Mirella: Se me esponja, no me gusta Lupita, ahora vamos, que Jorge está esperando.

Mirella abre la puerta de la habitación y se encuentra de frente con Valentín saliendo de su habitación todo arreglado, con el pelo peinado hacia atrás todavía mojado.

Lupita: ¿El señor también va? -pregunta Lupita incrédula.

Valentín: Sí. ¿Por qué? ¿No puedo?

Lupita: Claro que puede, solo que me pareció extraño.

Mirella no dice una palabra, mira fijamente a los ojos de Valentín.

Lupita: Ah, vamos con Jorge, ¿vamos Mirella?

Mirella: Ah, sí, vamos.

Lupita sale tirando de Mirella del brazo hasta llegar al salón, donde se encuentra con Jorge.

Jorge: Estás guapa Mirella.

En ese momento Valentín también llega al salón.

Mirella: Gracias Jorge, tú también estás muy guapo.

Jorge: ¡Buenas noches, señor Valentín!

Valentín: ¡Buenas noches!

Mirella: ¿Vamos, Jorge?

Valentín: Mirella, ¿no quieres ir conmigo?

Mirella: No gracias señor, me voy con Jorge.

Jorge coge el casco y se lo da a Mirella, salen en dirección a la moto.

Lupita: ¡Jorge! ¿No ibas en coche? -pregunta frustrada.

Jorge: Lupita, ve con mi padre y el señor Valentín.

Valentín sigue a Mirella con la mirada hasta llegar a la moto.

"No puedo creer que vaya a montar en esa moto en vestido con ese mocoso, restregándole la cñ$& contra él hasta llegar allí", piensa Valentín irritado.

González: ¿Vamos, patrón?

Valentín: Vamos.

Lupita: Solo me queda ir con ustedes, Mirella se fue con Jorge.

González ayuda a Valentín a subir al coche, mientras Jorge arranca la moto, por fin Valentín está en el asiento delantero, González arranca.

González: Mire, me gusta el noviazgo de mi hijo Jorge con Mirella, viéndolos en la moto parecen novios.

Valentín: ¿De verdad lo crees?

González: Sí, es una buena chica, de mi hijo no hace falta ni decirlo.

Lupita: Yo también creo que Mirella y Jorge hacen una hermosa pareja.

Valentín se queda callado, viendo a Mirella y a Jorge alejarse cada vez más.

Al llegar al pueblo, Valentín tiene la ayuda de González, claro que ya está irritado, la gente mira y murmura, pues en ese pueblo Valentín creció, todo el pueblo conoce a la familia Morety.

Valentín: Por eso odio salir de casa -murmura Valentín.

González: Tranquilo, patrón, vamos a quedarnos allí, hay menos gente.

El festival tiene varias atracciones, bailes típicos, ferias de artesanía, comidas, música en directo...

Lupita: Con permiso, voy a buscar a Mirella.

Lupita sale a buscar a Mirella, no tarda en encontrarla.

Lupita: Al fin os encuentro.

Mirella: ¿Viniste con el señor Valentín?

Lupita: Dios mío, el hombre no ha llegado y ya se está quejando.

Jorge: No sé cómo lo aguanta Mirella, es muy gruñón.

Mirella: Es mi trabajo.

Mirella recuerda los momentos que tiene con Valentín.

"Hasta que es placentero", piensa Mirella.

A Mirella le gusta estar allí, al estar mucho tiempo en la hacienda, ya se había olvidado de cómo era ir a festivales como ese.

Mirella: Me está gustando, creo que necesitaba esto.

Jorge: Me alegro. ¿Vamos a tomar un helado?

Lupita: Sí, vamos, allí los están vendiendo -dice entusiasmada.

Van al lugar donde los venden.

Jorge: ¿De qué sabor lo quieres, Mirella?

Mirella: Mmm... puede ser de fresa.

Jorge pide uno de fresa para Mirella y uno de chocolate para él.

Lupita: Me encanta el de chocolate. Ah, vamos a sentarnos allí -dice señalando.

Se sientan en un banco que está muy cerca del escenario.

Valentín ve a Mirella tomando el helado de fresa delante de él, un poco lejos, pero se ve perfectamente.

"¡J&%!#r! Verla lamiendo ese helado, solo me hace pensar en ella lamiendo mi p#$@", piensa Valentín.

Valentín se pone duro al ver a Mirella tomando ese helado.

"¡M#!%d@! No puedo ponerme duro aquí".

Valentín no aparta la mirada de Mirella, pero ella aún no lo ha visto.

Lupita: Mirella, mira a Valentín allí.

Sus miradas se cruzan, Mirella lo mira con una mirada apasionada, Valentín con deseo.

Lo que él no entendía, porque si fuera un hombre como antes, jamás miraría a Mirella, incluso porque siempre la veía en casa de sus padres y siempre la encontró rara, pero desde que Mirella empezó a trabajar en la hacienda, eso cambió, a pesar de encontrarla fea.

La mira con un enorme deseo, un deseo que no pasa, ahora que sabe que es virgen, se ha vuelto aún más fuerte.

Jorge: Mirella, ¿piensas seguir trabajando mucho tiempo para el señor Valentín?

Mirella: Bueno, al menos un año -Mirella aparta la mirada de Valentín y presta atención a Jorge.

Lupita: Ah, voy a ver a una amiga allí y vuelvo enseguida.

Lupita se va, para alivio de Jorge.

Jorge: Mira, aquí tienes una mancha.

En cuanto Mirella se gira hacia Jorge, este la besa, Mirella se queda descolocada, pues era su primer beso, de hecho, fue más un lametón de Jorge que un beso.

Valentín lo ve y se irrita mucho, todo lo que dijo de que podía salir con Jorge, se viene abajo.

Mirella: ¡Jorge!

Jorge: Solo quería limpiarte los labios.

Mirella mira a Valentín, que tiene una mirada seria.

Jorge: Vamos a salir de aquí.

Mirella: Vamos.

Mirella echa una última mirada a Valentín y sale de allí con Jorge.

Valentín se queda irritado, pues le resulta difícil moverse por allí con tanta gente alrededor, las calles tampoco ayudan.

"¡Maldición! ¿A dónde han ido?".

Jorge lleva a Mirella a un lugar con menos gente, se sientan en un banco de madera.

Jorge: Mirella, me gustas mucho, de hecho, siempre me has gustado.

Mirella: Jorge, yo...

En ese momento Jorge besa los labios de Mirella, esta vez Mirella abre un poco los labios, Jorge conduce el beso, es tranquilo y largo.

Al terminar el beso, Jorge abraza a Mirella, un abrazo acogedor que le da paz.

Jorge: Me gusta tu forma de ser, eres diferente a las otras chicas que he conocido.

Mirella: ¿En serio? No sé, pero parece que los chicos me encontraban rara.

Jorge: Me gustas así, tu forma de ser, incluso esas gafas me atraen mucho.

Mirella se alegra al escuchar las palabras de Jorge.

Se besan de nuevo, Mirella intenta aprender, pues nunca había besado, pero una voz grave e irritada les hace interrumpir el beso.

Valentín: ¡Mirella! ¡Será mejor que nos vayamos!