El Barón Y La Plabeya

Lisa corre por todo el campo, su abuelo está con ella y pronto regresarán, Hera los observa desde los árboles, ve a lo lejos a Noah, llega a despedirse del duque pues debe regresar a su casa, el campo está listo y tiene un administrador que a su vez reportará todo con el asistente de él.

Solo lo han visto de lejos y no han coincidido en ningún lugar.

-Eso es mejor, solo con ver qué está bien es suficiente.

Ahora ella tiene otras prioridades, una de ellas es Lisa, ambas regresan al ducado dónde pasarán una temporada, el invierno ahí no se siente y los mellizos están juntos.

Ella tiene unos días de descanso, el duque se encargará de la seguridad de los niños.

-Hera verdad?

-Así es.

-Me encargaré de los niños, eres libre de salir si gustas, tienes un mes.

-Gracias, tanto tiempo?

-Si, la marquesa Bennett dijo que no has descansado como se debe.

-Está bien.

Ella va a su cuarto, en el camino choca con un caballero, para su sorpresa el que cae es él con un montón de documentos.

-Oh por dios!! Discúlpeme.

Ella lo ve mejor y ve su uniforme, se apresura a levantar los documentos, mientras él se pone de pie.

-Perdón venía apurado y no la vi.

-Almirante se encuentra bien.

-Sí, saldremos está noche a alta mar y venía a dejar los documentos.

-Entiendo, almirante puedo ir?

-Como?

-Si puedo ir, nunca he ido mar adentro.

-Si puedes, solo...

-Habra problemas?

-En la tripulación no hay mujeres, estaremos dos semanas y regresamos al nuevo puerto, solo es cuidar la zona por los piratas.

-tengo un mes de vacaciones y no tengo a donde ir, si me acepta puedo ir con usted.

-Entonces, bienvenida, avisaré a la administración que tú irás en el barco, eres...

-Hera, ese es mi nombre.

-Si entiendo, soy el almirante Collins, mucho gusto.

-Gracias almirante, prepararé mis cosas.

Así Hera alista todo y avisa a dónde irá, ella de vez en cuando le escribe a su padre, y sus respuestas llegan al Marquesado, el acepto lo que su hija decidió, solo el sabe que ella es Hera.

En el barco el almirante la presenta y le deja claro que ella tiene entrenamiento y que no la molesten, así sarpan, el viaje en su no es largo solo ella jamás había visto la inmensidad del océano, más de noche dónde solo las estrellas brillan.

-Esto da miedo.

-Jaja te acostumbras.

-Oh!! Almirante no lo ví.

-No te preocupes, me gusta observar el cielo.

-Ami también, Pero aquí es diferente, no se distingue donde termina el cielo, las estrellas se reflejan y parece que estamos flotando.

-Dime Hera tienes familia, no es necesario que me digas los nombres, se la nueva forma en que trabajan con las mujeres que se integren al entrenamiento.

-Si tengo, mi padre y dos hermanos mayores, tengo algunos primos, pero... Sucedieron cosas, y usted?

-Nunca me case, vengo del reino del otro lado de este inmenso mar, mi sueño siempre fue ser marinero y el duque Parker me dio la oportunidad, llevo toda mi vida en el mar, no me quejo.

-Que edad tiene?

-Cuantos años me calculas, tú eres joven no creo que pases los 20 años, se nota por tu voz.

-No se, como 30 años?

-Me veo joven? Tengo 40 años

-Heee!

-Si se ve joven, en serio no se caso?

-No, soy plebeyo eso no importa mucho, solo los no les aseguran la linea de sangre, tu eres plebeya, es por eso que puedes recibir entrenamiento.

-Si, alguna vez codicie la vida de un noble, fui criada para ser la esposa de alguien, solo que la vida me demostró de la manera más cruel que nada es fácil, perdí a alguien que me quería, incluso lastime a alguien que es bueno y amable.

-No seas tan dura contigo, así es la vida, eres joven, debes darte la oportunidad de ser feliz

-Lo mismo digo...

Ambos tenían y en algunas noches comparten vino, para Hera el almirante se ha convertido en un amigo con quien puede platicar a gusto, para él también ella era alguien que llego a darle un giro a su vida, él desde niño fue criado para ser marinero, solo que al ser plebeyo jamás podría llegar a ser el capitán de un barco, fue gracias al duque que pudo lograrlo.

Así Hera cada día aprende nuevas cosas, después de ese tiempo ella regresa, pasa el invierno y vuelven al palacio, dónde de vez en cuando recibe cartas del almirante.

En la Baronía Noah sigue con su trabajo, ahora también recibe cartas de su madre después de algunos meses recibe la noticia del nacimiento de su sobrino, un hermoso niño, en algunas ocasiones le siguen llegando propuestas de matrimonio, pero él la rechaza todas.

Otro año pasado, el nuevo puerto está completamente equipado, grandes barcos con la flota de Thaslis están en sus costas, el Joven barón ha logrado tener un gran territorio, Hera está en las costas, en el barco del Almirante Collins, él las lleva a ella y a la princesa al nuevo puerto ahí la marquesa las espera.

-Mi señora.

-Hera, que bueno verte, gracias por traerla, ella pasará el invierno aquí, puedes ir con el almirante a pasear.

-No señora, el y yo, no tenemos esa relación.

-No debe darme explicaciones, solo debes ser feliz, eres libre en el momento en que lo desees.

-Gracias.

Hera se va, los barcos se rotaban para ir mar adentro y proteger a los barcos mercantes de piratas, ella está en el barco, solo unos ojos la miran desde lejos, mirada que ella nota, es Noah quien supervisa el puerto.

A su lado están los Capitanes, en la bitácora ve que ella viajará en ese barco, sus miradas cruzan por un momento, el solo se pregunta quien es y por que presidente que la conoce, ella también lo observa en estos años ha cambiado, se ve más fuerte.

-Vaya, a quién ves con esa mirada tan intensa?

Le decía el almirante, quien llegaba y Noah vio que ellos hablan, algo que en el fondo le molesta y no sabe por qué.

-Haaa necesito descansar, estoy alucinando.

El se va a las oficinas administrativas y ella sale en el barco, ahora sus vidas están separadas, Hera pasará un par de semanas ahí, está vez es un poco más de tiempo, hay sospechas de barcos piratas y barcos del reino de Terán rondando la zona.