Tentación

Sentir los labios de Manolo en mi cuello me hacían quererlo más, enredo mis piernas en su torso, mientras nuestros labios disfrutaban el uno del otro.

Sin bajarme de él, se sienta en la orilla de la cama, toma un mechón de mi pelo y lo pone detrás de mi oreja.

- Una cosa es desearte, pero otra muy distinta es lo que estoy sintiendo por ti. - cuánto desearía que simplemente fueras mío.

Preferí callar y besarlo, no sabía que decir, esto honestamente si era complicado, pero lo necesitaba, de un solo movimiento termino debajo de Manolo, sus labios empezaron a recorrer cada parte de mi piel.

Mi top separaba mis pechos de su boca, así que con delicadeza se deshizo de el, sus manos cálidas recorrían mis pechos, jugaba con ellos, mientras su lengua se deleitaba con mi cuello, esta sensación era única.

Necesitaba sentir su piel, así que con mis manos temblorosas del deseo le quite su camisa, sentir como su boca recorría mis pechos y poco a poco bajaba hasta mi ombligo, me hacía gemir de placer, mis shorts y mis bragas terminaron en algún lado de la cama, estaba totalmente desnuda.

- Eres perfecta. - verlo arrodillado frente a mí mientras su lengua me hacía sentir espasmo era una mezcla de éxtasis, mi cuerpo no aguantaba más y dejándome llevar pronunciando su nombre llegué a un orgasmo tan anhelado.

Sin permiso y sin reponerme de eso, lo siguiente que sentí fue su erección dentro de mí, esto era una locura, sus embestidas eran con delicadeza, pero a la vez con fuerza, mi cuerpo nuevamente empezó a vibrar, a sentir que tocaba el cielo, sus gemidos y escuchar mi nombre salir de sus labios solo me hizo disfrutar del éxtasis al que habíamos llegado juntos.

Nos acomodamos en la cama y un dulce beso me hizo cerrar los ojos por un momento.

- ¿Estás bien? - su pregunta me hizo abrir los ojos y mirarlo.

- Si, no me estoy arrepintiendo, es solo que trato de entenderte.

- Te lo voy a contar te lo prometo, solo dame tiempo, por favor.

- Está bien. - mi celular empieza a sonar y es un mensaje de Bella, luego lo reviso. - Creo que es hora de volver, mi hermano y mis amigos me están esperando.

- Si, yo también, supuestamente venía a cambiarme. - antes de vestirme le doy un beso en la boca.

- Delicioso. - le digo sin dudarlo, hacerlo con el era delicioso.

Antes de salir de la habitación me cercioró que no esté mi hermano de chismoso, subimos al elevador, mientras él iba para el cuarto piso, yo iba para el primero, antes de bajarse me da un beso y se va dejándome sola.

Al llegar al primer piso, salgo del hotel para dirigirme a la playa donde estaban mi hermano y Bella en una sola tumbona y Rodrigo al lado de ellos en otra, llegó y me siento junto con el crespo.

- ¿Cómo van? - les pregunto con una sonrisa.

- Bien, casi no terminas ese trabajo, más de una hora en eso. - no sabía que responderle a Salvador, porque no tenía ni idea de que estaba trabajando.

- Yo te dije que te faltaban esas referencias, no me hiciste caso y mira te toco anexarlas y volverlo a enviar. - Bella siempre ayudándome.

- Si, siempre tuve que anexar varias cosas, casi no termino.

- Amor me puedes hacer un favor, será que me puedes conseguir una botella de agua por fa. - le dice la pelirroja a Salva.

- Claro, ya vengo. - se va mi hermano y el interrogatorio no se hizo esperar.

- Te envié un mensaje diciéndote lo que le habíamos dicho a Salva. - claro el mensaje, se me olvidó revisarlo.

- Lo vi, pero se me olvidó revisarlo, gracias a ambos.

- No te preocupes, la próxima vez trata de no gritar tanto, desde el pasillo se escucha, ay Manolo, que rico.

- Cállate estúpida, yo no dije eso. - le digo al crespo, que se estaba burlando de mí.

- Como terminaste cogiendo con el profesor Cortes.

- Después te cuento por qué viene Salvador. - mi hermano le entrega la botella a la pelirroja.

El día de playa estuvo bien, me desconecté de todo y aunque no podía sacar de mi mente la sensación de Manolo puedo decir que el día terminó bien.

**********

Estaba esperando a Bella en el lobby para poder ir a tomar un café, Rodrigo se había ido para su hotel y Salva estaba durmiendo, entonces quería hablar con mi amiga, cuando la voz de Manolo, me hizo seguirla, estaba hablando con su papá.

- Sabes perfectamente que no lo puedes hacer, no por ahora.

- Papá, entiéndeme yo no puedo seguir así.

- A ver Manolo yo sé y te entiendo, pero si queremos saber exactamente que fue lo que pasó, tienes que seguir con Pamela, en estos momentos no te puedes separar.

- Papá yo también quiero saber la verdad, pero me quiero separar.

- No y punto. - que es esto, que están buscando.

- Que estás haciendo. - la voz de Bella me asustó, pensé que se habían dado cuenta de que los había escuchado.

- No se, pero vamos, necesito hablar contigo.

Nos dirigimos al bar del hotel y pedimos dos copas de vino, necesitaba entender lo que había escuchado.

- ¿No veníamos por café? - me pregunta la pelirroja.

- Bella escuché a Manolo hablar con su papá.

- Hiciste que, a ti que te pasa.

- Yo sé que no estuvo bien, pero la curiosidad me gano, pero no sé qué pensar.

- A ver, que escuchaste, para que estés así.

- Según lo que entendí, Manolo no se ha divorciado por su papá, el fiscal no quiere que se separe.

- Como que no quiere que se separe. - si ella no entendía, yo sí que menos. - porque no le preguntas a él directamente.

- Porque no quiero quedar como una desesperada, que solo quiere que se separe.

- Pero si eso es lo que quieres. - si pero no tenía. Por qué saberlo.

- Si, pero eso solo lo sabemos nosotras dos, no sé Bella todo esto ya me parece extraño.

- Y si Pamela lo tiene amenazado.

- No creo, no esto es algo del fiscal y Pamela es el conejo de indias. - mi celular sonó y es un mensaje de Manolo.

- Si quieres saber que es lo que realmente pasa, la respuesta la tiene él. - yo sé que tenía razón, pero como le digo lo que escuche. - te dejo para que hables con él.

Bella se va y me deja sola con mis pensamientos, reviso el mensaje "¿Estás dormida? "No, estoy en el bar del hotel, estaba hablando con Bella, ¿Y tú dónde estás? "En la playa, me hace tener buenos recuerdos" - le iba a responder, pero preferí escuchar a Bella.

Así que me dirigí a la playa y ahí estaba sentado mirando el mar.

- No pensé que vinieras.

- Pues yo tampoco, pero tengo una duda y solo tú la puedes responder.

- Quieres saber por qué no me separo. - será que me vio.

- Sí, quiero que realmente me digas que es lo complicado para ti. - respira hondo y sin quitar la mirada del mar, me responde.

- Porque Pamela tiene información sobre la muerte de mi tío, el bufete tomo el caso de Vicente Arias hace varios meses, mi tío estuvo involucrado en ese caso, era testigo y de un momento a otro apareció asesinado. - como que asesinado, que era esto.

- Es decir que tu papá piensa que Pamela sabe lo que pasó con su hermano, y por eso no quiere que te separes.

- Como sabes eso. - mierda, que digo ahora.

- Lógica. - su mirada se fija en mí y me toma las manos

- No quiero que pienses que estoy contigo por eso, lo nuestro es algo que no planee, Mía te juro que si me pudiera divorciar lo haría con gusto, para poder estar contigo, pero no puedo defraudar a mi papá.

- Te entiendo, aún no entiendo mucho lo que realmente está pasando, pero si necesitas ayuda, cuentas conmigo. - le doy un beso y un abrazo fuerte.

Si Pamela estaba incluida en esto, no se porque algo me decía que mi papá también podía estar implicado, y de ser así yo misma me encargaría de descubrirlo.