Mis Tres Vidas

Desperté y soy incapaz de ver nada a mi alrededor, me costó un poco entender lo que ocurría conmigo. En esta reencarnación soy ciega. Así me será sumamente difícil identificar a Arón. ¿ Cómo sabré dónde está sino lo puedo ver?, me preguntaba mentalmente, tampoco él sabe de estas pruebas y quién soy, aunque tampoco lo sabía en la prueba anterior y vencimos, esperemos que le guste una muchacha ciega. Creo que este será el mayor desafío de todos, dando mi condición.

En esta vida soy una chica que vive con su familia en un castillo medieval. Soy la menor de tres hermanas. Nuestro padre es un conde adinerado del este de Francia. Hizo su fortuna por combatir en mil batallas para el rey, el cual le propicio el castillo, el título de conde y grandes riquezas las cuales aseguraban nuestro futuro.

También el rey le prometió darle candidatos con buen estatus para casar a sus hijas. Siendo pactado algunos desde edades tempranas, para que tengamos un mejor futuro. Claro el rey no tenía planificado nada conmigo, mi padre al confesar que yo era ciega, no hubo mucho que hacer, nadie quería a una esposa ciega. Yo soy la débil de la familia, según dicen a mis espaldas cuando creen que no puedo escuchar, el caso es que nací ciega, no sorda.

Poco a poco voy teniendo recuerdos de esta vida y sé que a pesar de mis problemas visuales Dios me dio una belleza envidiable, mantengo mi apariencia de mi vida como elfa. Supero a mis hermanas en cuestiones de físico, mis ojos siguen siendo del mismo gris de siempre y mi tez blanca.

A pesar de mi ceguera me las arreglo bien para no depender de los demás, camino sin dificultad, aunque en ocasiones uso un bastón de cedro. Pero solo en los casos cuando me aventuro en lugares distantes, en los cuales no acostumbro a transitar y me es imposible reconocer.

Tengo una gran memoria y toco el piano de una manera asombrosa, aprendí de oído, probando en las tardes cuando todos salían a jugar fuera. A mí me dejaban dentro, dado mi condición me quedaba en casa, según decían era muy difícil protegerme de que algo malo pasara.

Nadie quería ayudarme y hacerse cargo de una ciega. Por eso me aferré al piano y a la música, poco a poco fui transformando mis sueños,emociones y deseos en música. Ser apartada y recluida, alejada de la vista ajena no me desanimó en la vida, solo me hizo más fuerte. Ahora solo deseo verlo a él y tratar de lograr superar juntos está prueba.

En mis recuerdos de esta vida no hay ningún indicio de su presencia. Que incertidumbre tan grande me da esperarlo y descubrir quién es, a que se dedica. Tengo fe de que lo veré pronto, o mejor dicho sentiré, ya que verlo me será imposible. Dedico mi tiempo al piano, me consuela mucho sentir como mis manos pueden ser capaces de crear algo con solo tocar sus teclas y producir ese sonido que llena mí corazón de gozo.

Esa tarde mi madre me interrumpe para informarme que recibiremos visita. Llegará a casa el prometido de mi hermana la mayor María. Es un joven muy correcto como dicen por ahí y de buenas costumbres. Lo mejor de todo según mi madre es que es inmensamente rico. Pasará acá una temporada como invitado de honor y me ordena que aparezca lo menos posible por allí.

Mi madre prefiere que sea él el que se traslade a casa así ella podrá observar y cuidar la honra de mi hermana mientras él la corteja bajo las narices de mi madre, ya que ella cuida mucho de que lleguemos puras al matrimonio. En esta casa no hay cabida para una deshonra, dice ella mil veces al día. Este es un matrimonio pactado por el rey. Mi hermana y él no se conocen aún, pero ella acatará cualquier orden que den nuestros padres, más aún si es para ser ricos.