Max es un hombre lobo de ojos azules que quita el aliento. Tiene un cuerpo musculoso y una estatura imponente. Es el futuro alfa de la manada "SilverClaw", pero no se siente digno de ese título. Su padre, un líder cruel y tirano, que lo humilló y maltrató desde pequeño. Todos lo ven como un hombre lobo débil, cobarde y sumiso. No tiene confianza en sí mismo, ni en su capacidad para gobernar, proteger o amar. Es el rey de la nada, y todos lo desprecian. Su lobo se llama Logan, es un lobo gris con reflejos azules. Él y Max nunca estuvieron de acuerdo con la forma en que su padre dirigió la manada. Ellos son protectores y fuertes, pero su padre les hizo daño a ellos, a su gente, llenándolos de inseguridades. Logan sueña con encontrar a su compañera, pero Max tiene miedo de que lo rechace, como lo hace su manada.
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Nuevo hogar (Serena)
Hace casi tres meses llegué al DIARM: Dirección de Intervención, Asistencia y Rescate de Seres Mágicos. Lo sé, el nombre suena como si lo hubiera inventado un burócrata aburrido... pero fue cosa del abuelo. Yo, para no enredarme, solo le digo la Fortaleza.
La Fortaleza está justo en el centro de Bergfrei, una isla protegida por escudos, barreras y otras cosas que aún no termino de entender. La isla es enorme, llena de rincones mágicos. Al centro está la Fortaleza; a la izquierda hay pequeñas aldeas donde viven muchos de los que fueron rescatados y ya no tienen un hogar al que volver. Algunos encontraron aquí a su pareja destinada y prefirieron quedarse. Lo cual se entiende perfectamente.
Tormenta y yo hemos recorrido la isla un par de veces. La playa es, sin duda, lo mejor. Justo ahora ella está ayudando a unos niños hada a pescar, y me encantaría tomarle una foto para tener con qué chantajearla luego.
Desde que llegué he aprendido muchísimo. Por ejemplo, que los vampiros no se queman con el sol (pero tampoco brillan, gracias al cielo). Que los brujos oscuros no son malos, simplemente les agrada más la oscuridad. Que los trolls y los duendes son tímidos y absolutamente adorables. Y que los hombres lobo omegas, aunque considerados los más débiles, son en realidad los más ágiles. Aquí todos aprenden a defenderse... y a respetarse.
Los chicos de la Fortaleza son geniales. Briam es como el jefe, aunque insiste en que, tarde o temprano, yo ocuparé ese lugar. Yo creo que él lo hace bien. Todos lo respetan, lo buscan. Es descendiente de un vampiro y una bruja, y se nota que tiene un gran corazón.
Cris fue el primero que conocí. Es ridículamente guapo, lo admito. Pero también es tan dulce que no puedo tomarlo en serio. Eryk y Leandro, ambos hombres lobo, viven molestándolo con bromas. Y Ramón, me llevé una gran sorpresa al encontrarlo aquí: es el padre de Tormenta. Básicamente, es la versión masculina de ella, pero con más filtros. Ramón es un híbrido: vampiro, lobo y brujo. No se transforma en lobo, sus poderes mágicos son limitados, pero es tan rápido como un rayo. Eso explica muchas cosas sobre mi mejor amiga.
Mi papá y Ramón eran amigos. Por eso decidieron que lo mejor para Tormenta, con poderes que eran débiles, era crecer conmigo del lado humano. Digo "eran" porque, desde que murió mi abuelo, Tora ha entrenado sin parar. Ahora parece una súper agente secreta.
Aksel y Darel son más reservados. Cris me dijo que son descendientes de hadas, pero honestamente, parecen más luchadores que criaturas aladas. De Lyam y Mylo solo sé que son medios hermanos. Su padre es un hombre lobo con dos mates: una bruja y una loba. Están en una misión y aún no los conozco.
Y luego está Remy... un brujo oscuro insoportable. Nos tiene encima todo el tiempo. Qué hacer, qué no hacer, "no coman eso, no toquen aquello". ¡Ni un respiro!
La isla en sí no necesita demasiada protección. Tenemos acuerdos con clanes, manadas y aquelarres. Ellos saben que hay abusos en sus territorios, pero prefieren mirar hacia otro lado antes que permitir una invasión humana. Nos consideran un mal menor... o un escudo útil.
Según Ramón, la isla es mía. La heredé del abuelo. Pero antes, fue el hogar de un ser muy especial: un Fael. Una criatura poderosa que, sin pertenecer a nadie, despertó aquí y decidió proteger a mi abuelo, porque vio su bondad. Cuando se despidió, dejó su esencia como barrera mágica para la isla. No sé qué es un Fael exactamente, pero sé que era algo muy antiguo... y muy sabio.
Lo más hermoso de este lugar es que une naturaleza, magia y la tecnología que creó mi padre. Aquí todo vibra con vida. Es imposible no sentirse parte de algo más grande.
El sol empieza a ocultarse. Tormenta se sienta a mi lado y saca de su bolsillo unas bolsitas de M&M's. Las acepto encantada. Observamos el atardecer en silencio... hasta que suena el comunicador.
—¡Princesitas! Traigan sus bonitos culos a la sala de reuniones en diez minutos —dice la voz molesta y burlona de Remy.
—¡Remy! ¡Ya te dijimos que no hables así! —le grito.
—Okay, okay. Feas, traigan sus culos...
—¡Idiota! —gritamos al unísono.
—Jajaja. Sí que son princesitas delicadas... —y corta.
—Algún día, le voy a patear el trasero a ese brujo —bufa Tormenta.
—Yo también quiero pateárselo... pero hay que reconocer que tiene buen trasero.
De camino a la Fortaleza empezamos a hacer nuestro top ten de traseros de la isla. Ya teníamos listas de ojos, sonrisas, espaldas... de lo que se puede ver y de lo que no.
Al llegar a la sala de reuniones, Remy sigue molestándonos. Ramón conversa con Eryk y Leandro, que acaban de regresar de la ciudad.
—¡Buenas noches! —entra Briam, saludando con esa calma que lo caracteriza.
—¡Jefe! ¡Traemos buenas noticias para las princesitas! —dice Eryk, entusiasmado.
Nos dicen "princesitas" todo el tiempo. Al principio me fastidiaba, pero ahora... hasta lo encuentro tierno. Pero solo un poco.
—En realidad, tenemos buenas y malas noticias —añade Leandro.
—Yo doy las buenas —interviene Eryk.
La primera es que Alec ha sido detenido. Se emborrachó, causó un accidente y, en su arrogancia, se puso a amenazar policías. Dijo que si pudo desaparecer a su prima, también podría con cualquiera. Clase de idiota.
—Gracias a un amigo, le ofrecieron una condena reducida si hablaba. Y habló. Contó cómo falsificaron documentos, cómo sobornaron jueces, cómo tu tío vendía secretos industriales. Todo.
Solo asiento. Cuando Eryk y Leandro se ofrecieron a ayudarme, pensé que tomaría años. Pero lo hicieron en meses.
—Ahora me toca a mí dar las malas —dice Leandro, mostrándome dos sobres.
—El sobre azul contiene una nueva identidad. Con ella, podrás comprar la empresa desde cero y manejarla desde aquí, con ayuda de administradores limpios. El sobre rojo dice que sobreviviste al accidente y despertaste del coma. Podrías reclamar tu herencia y limpiar tu nombre... pero no podrías quedarte con nosotros.
—A ver, amor, empezando por lo obvio: los dos sobres son marrones y tú no tienes aires de Morfeo. —Le guiño un ojo—. Lo único que quiero es que esa empresa no caiga en manos de esas ratas. Más tarde revisamos los nombres, ¿vale? Y si podemos entrevistar a alguno, mejor.
—¿Serena? —Briam me mira con atención—. ¿Estás segura de que no prefieres volver a tu vida anterior?
—Amaba esa empresa. Era la herencia de mi padre. Y cuando él y mamá murieron, supe que me tocaba seguir su legado. Lo hice. Fui la mejor. Pero nunca me sentí completa. El dinero ayuda, claro. Pero el día que me traicionaron, dejé todo atrás. Y descubrí que esto... esto sí se siente correcto. No soy mágica como ustedes, pero aquí me siento viva. Y ustedes son mi familia.
—Bien, porque si te ibas, ibas a romper muchos corazones —dice Remy, tomándome la mano con fingida solemnidad.
—¡Pastelito! ¡Acabas de convertirte en parte de una familia sobrenatural y completamente disfuncional! —grita Tormenta.
Reímos todos.
Y por primera vez... de verdad me siento en casa.
Aunque, en el fondo del pecho, todavía queda un pequeño hueco.
TENDRIA QUE TENER EL MISMO NOMBRE VOLÚMEN 2