Lágrima De Luna

Hasta lograr abrirla, entrando sin pensar encontrándose a Evan desnudo en el piso. Ella trata de auxiliarlo, pero sin querer se tropieza con la alfombra de la habitación de Evan cayendo justo encima de él quedando justo en la misma posición cuando se conocieron.

Pero para sorpresa de Evan el dolor había desaparecido repentinamente solo quedando mirando a la chica sobre él totalmente desnudo. Ayla llena de sudor, y con su respiración agitada ella al percatarse de que se encuentra encima él trata de levantarse al mismo tiempo que el lo hace, pero al hacerlo ambos terminan cayendo de nuevo al enredarse, pero Evan había desprendidos el tirante del body de dejando uno de sus pechos libre, Evan al percatarse no se atreve a moverse.

Ayla: Sabía que me tenías ganas, pero no sabía que tantas. —Se ríe...Tratando de levantarse con una sola mano mientras la otra sostiene su pecho para cubrirlo.

Evan: Deja de moverte. —Serio, pero avergonzado, pues cada vez que se movía tratando de levantarse rosa su entrepierna haciendo que su erección tome más fuerza.

Ayla: Solo me trato de levantar, pero fuera más fácil que me dejarás de apuñalar ahí. — Al terminar la frase mira hacia abajo tragando saliva, al darse cuenta de la erección de Evan. Él la empuja con rapidez cayendo ella al suelo y él tomando su toalla para cubrirse que yacía en el suelo, pues cuando todo sucedió él acababa de salir de ducharse solo tenían enrollada la toalla.

Ayla: Se ríe al ver de Evan tratando de envolverse en ella, sé levanta con una mano en sus pechos cubriéndolo.

— Si quieres te ayudo, me ofrezco como tributo—Mirando el cuerpo de Evan de los pies a la cabeza y devorándolo con la mirada. Evan solo la saca del habitación a empujones y cierra la puerta mientras él queda detrás de la puerta sin saber lo que había pasado, pero solo lo que más le costaba es liberarse de la erección en su entrepierna que ya empezaba a doler... Ayla se encontraba detrás de la puerta sonrojada deseando haber podido tocar a ese cuerpo bien trabajado con unas abdominales que lo hacían ver irresistible. En ese instante ella fantasea con el hermoso cuerpo de Evan... Clarissa llega observando a Ayla sin entender que le había pasado a su ropa.

Clarissa: ¿Qué haces aquí?, ¿y qué le ha sucedido a tu ropa?— Ayla solo sonríe.

Ayla: Puedes prestarme algo y de cuento...—Clarissa mueve la cabeza y la lleva su a su habitación, ella le presta una camiseta. Al instante que hablan y Ayla le comenta lo sucedido con el Abuelo...

Mientras tanto Evan sin más que recorrer a la Manuela para poder liberarse, pero por más que trata de pensar en otra cosa no podía dejar de pensar en Ayla, en su mirada, en esos ojos café esa risa, en su forma de ser sinvergüenza y en esa mirada pícara. No entendía lo que le estaba pasando en ese instante, después de relajarse y calmar su mente y de vestirse. El solo se asoma por la gran ventana de su habitación observando a ella en el jardín riendo y siendo feliz... Igor toca la puerta.

Toc— Toca

—¡Abuelo soy yo!—Detrás de la puerta

Evan: Pasa ... —Después de unos segundos Evan voltea a ver a Igor que está en la puerta. Evan se encontraba observando la ventana a Clarissa y Ayla conversando amenamente en el jardín desde su habitación tenía visibilidad hacia esa parte de la propiedad.

Igor: ¿Dime qué pasa?... ¿por qué estás pensativo te notó un poco afligido?.— Evan suspira un poco frustrado, para mirar a Igor que se acababa de sentar en la cama observando a Evan tratando de leer o percibir algo en él de lo que le sucedía.

—Dime esto tiene que ver con Ayla ¿cierto!. Escuché algo sobre tú y ella desnudos en el habitación ya que me puse de chismoso...Ahora que fui a buscar un refresco y la saludé sin querer escuché.— sonríe

Evan: Todo tiene que ver con ella. Desde que llegó esa mujer a mi vida la ha puesto de cabeza. Aún me acepta creer que sea Naiara. Son como el agua y el aceite, como el sol y la luna Naiara: Era dulce, recatada, bondadosa, talentosa, era un ángel... Mientras que Ayla es: Desvergonzada, Descarada, sucia, pero siempre es alegre, pero a pesar de todo no están mala, pero no se parecen en nada, pero hace rato tuve una crisis de dolor y Ayla entró cayendo sobre mí en ese instante el dolor desapareció por completo...—pensativo recalcando lo último

Igor: (se levanta donde estaba sentado, para caminar de un lado a otro como si tuviera algo en mente).

—Entonces Si tú dices que el dolor desapareció quiere decir ... Una cosa Ayla y tú debes estar cerca y solo hay una forma... — Sé acerca hacia Evan que se encontraba en la ventana mirándolo tratando de comprender sus palabras y ver al punto donde Igor quería llegar.

Evan: serio poniendo sus manos en la cintura

—¿Que quieres, decir con eso?—pregunta muy intrigado

Igor: Si quieres darte tiempo y buscar otra opción para salvar tu vida y así no sufrir tanto y tú puedas descansar debes casarte con Ayla— Evan piensas que es mentira, pero al ver la seriedad de Igor

Evan:¡ Estas loco!. No me casaré con ella, no lo haré.— Como si fuera una broma de mal gusto.

Igor: No te estoy diciendo que te cases de verdad con ella, sino que hagan la ceremonia de la luna... La ceremonia de la luna se hace principalmente para presentar las parejas a la diosa luna aceptando que ahora serán uno solo y compartirán todas las cargas como: El dolor, la enfermedad, la salud, la riqueza, la pobreza es una tradición para unir su destino con el tuyo y así aliviarte un poco la carga. Hasta que Ayla en el festival de la luna haga el ritual contigo o aparezca la verdadera. Porque no quieres aceptar que ella es... Piénsalo abuelo tú decides si quieres seguir con este tormento... Señor terquedad— Para Evan las palabras de Igor se repetía una y otra vez mientras observaba desde la ventana de su habitación Ayla, Clarissa y a Fadel hablando, y riendo y la señora Regina se les unia.

Evan se sentía tan confundido, lo qué sentía en su pasado, Su recuerdo, las imágenes que pasan por su mente, pero lo que le hacía sentir Ayla era completamente diferente y nuevo a lo que él había sentido en sus más de 200 años. Pasaron las horas Evan está perdido en sus pensamientos, cuando decidió bajar, su familia se encontraba cenando...

Señora Regina: Siéntate Abuelo.— Empezando a servirle la comida. Todos se encontraban ahí. Igor, Roy, Clarissa y la señora Regina.

Evan: Gracias. — observando la comida.

Clarissa: ¿Qué pasa Abuelo porque estás pensativo?... tiene que ver con Ayla... La he conocido es una chica encantadora, alegre, muy fuerte— Evan suspira y toma un vaso de agua tomando un sorbo.

Evan: Nuestro invitado... ¿Ella está con él? ... — poniendo el vaso de agua en la mesa.

Clarissa: No, ella sé fue hace un par de horas... Fadel se tomó un analgésico porque se rio mucho que tenía dolor, ahora está dormido, Pero es un gran chico— sonríe

Roy: Claro hermana, como chorreas la baba por él — con burla.

Señora Regina: Ya basta... Hablemos de lo importante que has pensando. Creo que si le cuentas a ella. Ella te ayudará, solo cuéntale lo que creas conveniente. — Lo toma de la mano...

— Abuelo me has visto crecer y envejecer, no sabes lo que me duele cada noche escucharte gritar si ella es un alivio solo hazlo. No creo que ella sea mala...— En un tono sereno, pero que lo hizo entender muchas cosas con esas palabras. Tal vez era cierto solo tachaba a Ayla, únicamente por perjuicio de su vida pasada, por tener el rostro de la mujer que mató a su amor, pero si se ponía retroceder el tiempo y viajaba antes de conocer a Naiara y pensaba en Celeste cuándo era su prometida. Era una gran mujer que siempre lo animó a perseguir sus sueños, cariñosa, que lo amó y lo espero pacientemente y él no cumplió ninguna de sus promesas. Tal vez eso es la que obligó a tomar esa fatídica decisión. Tal vez la rabia que él proyecta es la de él con el mismo por no poder evitar lo que sucedió ese día.

Evan después de escuchar a su familia conduce hasta la casa de Ayla. La noche es oscura solo la luna entera se observa en el horizonte la noche era clara bañando al pueblo con su luz de luna. Evan llega hasta la casa de Ayla se anima a sí mismo en el volante del auto de abrir la puerta. Hasta que decide salir y caminar hacia la entrada pensando en tocar tratando de hacer varias intentos. Hasta que por un impulso deja de pensarlo y lo hace las luces de la entrada se enciende. Mientras ella abre la puerta sonríe al ver Evan serio frente a ella.

—Chico guapo—

Evan: ¿Te gustaría salir a caminar?, quiero hablar contigo. — un poco serio, pero en sus pensamientos cuando ella abrió la puerta, recordó el sueño de la noche anterior cuando ella abrió la puerta y termina haciendo la suya, ese sueño se sintió tan real que él se contuvo de entrar.

Ayla: Puedes entrar me cambiaré y me pondré zapatos, no demoraré mucho. — abriendo la puerta para que el pasará.

Evan: Yo te espero... Aqui— Sin dar un paso

Ayla: (alza una sus cejas pícaramente).

—No me digas que me tienes miedo. Tranquilo chico guapo yo no muerdo, al menos que quieras — Le guiña el ojo y sonríe, Evan solo pone los ojos en blanco. Después de unos minutos Evan solo observa la luna. Hasta verla salir con un hermoso vestido de flores que la hacía ver como una hada, dejándolo casi sin aliento... Cerrando la puerta y guardando las llaves en un pequeño bolso.

Ayla: Empecemos entonces — felizmente.

Ambos empieza caminar observando la noche en silencio. Ambos solo caminan sin decir nada por las calles silenciosas y bañadas por la luz de la luna dejando ver la hermosura del pueblo.

—¿ puedo preguntarte, que sucedió por gritabas de esa manera? — caminando a su lado .

— Resbale y al mismo tiempo medio un calambre— dice él. Ella sonríe, ambos caminan lento como si contaran los pasos

— Pensé que morías, solo fue eso. Realmente me asusté y me preocupé. Estoy feliz de que este bien y no fuera nada—Ellos solo caminan

— ¿Quieres un helado?— Evan señala la cafetería y heladeria que se encontraba cerca.

— No puedo, comerlo, pero te aceptará un refrescó, tengo dientes sensibles — Sonríe y hasta llegar al lugar indicado, sentándose una de las mesas. Evan solo lo observa.

— Como haces para siempre sonreír así y estar feliz.?— pregunta Evan, en ese instante cuando Ayla iba a responder, llegando un mesero atenderlos después de tomar su pedido ellos quedan nuevamente solos.

— Crees que porque sonrío soy feliz... Ser feliz Es más complicado de lo que pensamos y cuesta aprender hacerlo en la vida he pasado, muchas adversidades como todos los seres humanos. Me he acostado sin comer, he sufrido, injusticia fui calumniada, pero crees que eso me hizo sentir inferior no. Mi abuela me enseñó que cada uno cargamos con nuestras propias cruces, pero solo nosotros decidimos cómo llevarlas. Aprendí a vivir sin arrepentimientos haciendo lo que quiero, no lo que la gente quiere porque vivir para las personas están desgastante y al final terminamos perdiendo nuestra identidad. Vivo para mí no me importa lo que digan, que soy loca, que soy irresponsable que soy esto. Porque al fin al cabo esas personas no me conocen y no me pueden definir por lo que ven en mí en ese momento como dice: "El todo es la suma de todas sus partes" Mientras yo sepa quién soy. Disfruto mi vida al máximo y cada pequeño momentos sea bueno o malo. Nadie sabe cuándo será el último suspiro a veces puede estar más cerca de lo que creemos decidí vivir para mí y sonreír sin importar cuál doloroso sea o estemos destruidos— Evan escucha cada palabra quedando un poco admirado por la forma en que ella veía la vida él jamás se había detenido para pensar en eso, sintiendo un poco de envidia por ella en ese instante el mesero trae su pedido Ayla, muy cortésmente agradecer al mesero. Ella empieza a tomar su jugo mientras Evan se quedó observándola y sin pensarlo. Pronuncia las siguientes palabras

— Cásate conmigo— Ayla que tomaba su jugo muy tranquilamente observando su alrededor Al escuchar esas palabras escupe todo su jugo en la cara de Evan de la sorpresa de sus palabras....