Anyel y Elisa, Dos jóvenes con una amistad de muchos años. Con sueños muy diferentes, metas que anhelan cumplir, promesas que no cumplieron y que pondrían a prueba su amistad y también el amor que recién empiezan a tener entre si.
Ambos estarán en un dilema por conservar su bonita amistad, batallando en contra de un inevitable Amor.
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Capitulo 10
Cinco días después
La presión de su proyecto de graduación los tenía muy ocupados y estresados a todos. Ya faltaba poco para salir de la secundaria e ir a la universidad, cada uno tenía un sueño, una meta y un anhelo; ese trajín les tenía la mente muy ocupada y de esa manera no pensaban tanto en ese viaje que los mantendrá a distancia.
Así y todo, para que tu cerebro salga de una concentración, se puede decir que solo se necesita algo que te mueva cada parte de tu ser y ¿qué más fuerte que los celos?
Elisa termina de escribir una información importante en su computador, cuando levantó su mirada y se encontró con su mejor amigo y Corina, entre risas, sin saber la conversación que tenían.
—De verdad, Anyel, en las mañanas me levanta muy fea, mi padre me mostró videos de eso cuando era pequeña— Eso le causó mucha risa a Anyel y solo había un motivo.
—Te creo, eso es normal en todas, ¿no?— aseguro él, recordando a su linda y celosa amiga.
—Creo que sí— sonrió feliz.
Gracias por ayudarme— Agradeció muy coqueta.
—La directora Betty me lo pidió, no le diría que no, si se trata de ayudar— dejo claro Anyel, volviendo a su cara sería.
La escena era un deleite para Julián y Noelia, quienes observaban muy a gustos las expresiones de Elisa molesta y la sonrisa de Anyel era la culpable, imaginaban cosas que no eran. Su curiosidad fue más fuerte para ambos, acercándose a Elisa para indagar sobre sus sentimientos en ese momento.
—¿Que se siente ver a tu amor sonreír con otra?— indagó Julián aguantando las risas.
—¿Duele mucho estar celosa?, yo nunca he experimentado eso— pregunto Noelia, haciendo que pensaba un poco.
—No sé dé que hablan, Anyel no es mi amor y no estoy celosa.— Replico Elisa.
—Nosotros no nombramos a Anyel y tampoco dijimos que estabas celosa, solo te hicimos dos preguntas normales, pero tú solita te hiciste descubrir— se burló Julián, haciendo molestar a Elisa.
La pobre agarró su morral para meter sus cosas e irse. Su corazón latía tan fuerte que le olía el pecho, su estómago se contrajo a causa de ese sentimiento tan fuerte, uno que jamás había sentido.
—¿Para dónde vas?— Interrogaron ambos.
—Para mi casa, nos vemos el lunes— respondió y se marchó sin darles tiempo de decir algo.
Su cabeza estaba por explotar, su cuerpo casi temblaba dándole motivos para querer llorar. En ese momento muchas cosas pasaban por su cabeza, arrepentimiento de no seguir con esos besos. Miedo de que ahora fuera otra quien recibiera lo que ella quería repetir.
Justo llegaba a la parada y un bus pasaba, agradeciendo enormemente al cielo, subió y tomo asiento en la parte de atrás, colocando sus auriculares, cerró los ojos.
Una melodía conocida sonó de primera.
🎶Quisiera despertarte a veces a besos
Te juro que yo me conformo con eso, yeah
🎶Digo que es la última vez y regreso
Sí, lo que más me gusta es que, pa'l mundo, somo' amigos
🎶Pero, a solas, los besos son en la boca, en la boca.
Un golpe al corazón, a la razón. No quería aceptar algo que ella deseaba, no importaba que fueran, solo quería seguir sintiendo ese calor de estar a su lado sintiendo sus labios. El bus se detuvo, eso hizo que Elisa abriera los ojos y se bajara.
Sus pasos era muy lentos, no encontraba que hacer, en qué pensar para que no le doliera tanto. Suspiro antes de entrar a casa, agradeciendo que su madre no estaba, de seguro la llenaba de preguntas.
En el colegio ya anyel se había desocupado, así se acercó donde estaban sus amigos cuchicheando y riéndose como cómplices.
—¿Dónde está Eli?— pregunto Anyel al no verla.
—Se fue hace como media hora— respondió Julián.
—¿Porque no me espero?— interrogó serio.
—Estaba molesta...— Noelia estuvo sus palabras con una sonrisa
—Correccion, creo que estaba celosa— aseguro Noelia con una sonrisa.
—¿Celosa?—
—Es lo que Noelia y yo pensamos, aunque ella lo negó. La verdad estabas muy sonriente con Corina— Hablo Julián, dejando una pisca de preocupación en Anyel.
Saco su teléfono y le marco, pero no le contesto, enviaba msj y no los leía, pero si estaba en línea. Anyel no sabía si estar feliz o preocupado.
—Nos vemos luego— se despidió Anyel de sus amigos, quienes solo asintieron con una sonrisa.
—¡Par de locos!— Dijeron al unísono, Noelia miro a Julián con desagrado.
—Loca, vete para donde tu macho— le dijo empujándola, sacando gritos de Noelia.
La llegaba de Anyel a casa de Elisa no fue tan rápido, le tocó esperar el autobús casi veinte minutos, seguía preocupado porque Elisa no le respondía. Cuando ya por fin solo le faltaban un par de minutos para llegar, Elisa respondió que estaba ocupada, pero ya el no necesita hablar por teléfono. Como duelo ybswlor paso sin pedir permiso hasta su habitación.
Elisa al verlo, se levantó de la cama asombrada.
—¿Que haces aquí?— Pregunto muy seria.
—Tengo sed, regalame agua— Habló Anyel, acostándose en la cama.
—Porque no fuiste a casa de corina a beber— Murmuro Elisa.
—¿Como?— interrogó Anyel, creyendo oír mal.
—Nada, ve y busca en la nevera— respondió de mala gana.
Anyel se levantó como si fuera a ir afuera, pero se desvío y se acercó a Elisa, ella estando en la silla de su pequeño escritorio, quedó acorralada.
—¿Tienes algo que decirme, Elisa?— interrogo muy cerca de ella.
—No, ¿puedes quitarte?— hablo muy nerviosa.
—¿No, hasta que digas lo que te pasa, porque nombras a Corina?— Interrogó Anyel.
—¿Te molesta que la nombre?, disculpa, no le nombró más a su amiga— hablo con sarcasmo y molestia. Anyel no aguanto y se le formó una sonrisa, estaba muy celosa y eso de alguna manera le gustaba, lo llenaba de mucha ilusión, despertaba cosas nuevas en él.
—¿De que te ríes, Anyel?— reclamo Elisa molesta.
—¿Estas celosa?— pregunto mucho más cerca de su cara. Buscando una respuesta clara.
—¿Celosa?, porque tendría que tener celos— respondió sin verlo a los ojos.
—Responde viéndome a los ojos— le pidió tocando su mentón. Sus miradas quedaron muy conectadas, sus labios pedían a grito estar unidos, Anyel se fue acercando, sintiendo la respiración nerviosa de Elisa, sus labios estaban a punto de tocarse cuando una vos desde la sala los interrumpió.
Como una flecha y con el corazón a mil, llegó Anyel a la cama, tomando el control y encendiendo la televisión, Elisa trataba de buscar algo en su computador pero sus manos temblaban. Si no se calmaba, su madre se daría cuenta que algo pasaba.
—Hola, ¿ya almorzaron?— Salido y pregunto Paola, ver a Anyel ahí, no era algo nuevo.
—Elisa no me ha dado comida, me tiene viendo la televisión— Elisa volteo a verlo, olvidando sus nervios, la sorpredia su nivel de calma.
—Vamos a que me ayuden— Anyel se levantó rápido, chocando con Elisa al propósito. Ambos olvidaron un momento lo que estuvo a punto de pasar, escuchando los planes de Paola en las vacaciones.
felicidades autora .
Que hermosa amistad la de Elisa, Noelia, Julián y Anyel.