En la majestuosa mansión de los Alvarado, conocida por sus impresionantes jardines llenos de flores exóticas y senderos serpenteantes, crece un amor tan hermoso como las plantas que la rodean. Marina, la hija del jardinero, ha pasado toda su vida entre las flores, aprendiendo los secretos de la jardinería junto a su padre. Sin embargo, su corazón late por algo más que el aroma de las rosas: Martín Alvarado, el joven y apuesto dueño de la mansión.A pesar de la diferencia de edades y de clases sociales, Marina no puede evitar soñar con Martín. Cada encuentro fugaz, cada sonrisa compartida, alimenta sus esperanzas y su amor secreto. Martín, por su parte, está inmerso en los negocios familiares, pero poco a poco comienza a notar la presencia de Marina y a valorar la frescura y alegría que ella trae a su vida.
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Capítulo 11 : La Realización de Martín
Martín se encontraba solo en el amplio salón de la mansión, la misma que había compartido con Isabel durante años. A pesar de todo, la casa nunca se había sentido tan vacía. Caminaba de un lado a otro, con el rostro sombrío y el corazón pesado. No podía dejar de pensar en Marina, en cómo había sido parte de su vida desde que era una niña. Pero ahora se daba cuenta de que sus sentimientos hacia ella habían cambiado, que no solo la veía como la hija del jardinero, sino como una mujer.
Flashback
Desde el jardín, podía verla reír y jugar. Marina había sido una luz constante en su vida, siempre alegre, siempre presente. Isabel nunca había entendido por qué Martín siempre tenía una sonrisa en su rostro cuando veía a Marina, pero Martín tampoco lo entendía del todo. Ahora, todo se aclaraba en su mente.
"No es solo la hija de Don Ramón," pensó Martín. "Es esa pequeña mujer que siempre estuvo ahí para mí."
Decidido a recuperarla, Martín salió de la mansión. Sabía dónde debía ir: la casa de Alessandro. La relación entre él y Marina había florecido rápidamente, y ahora, ella estaba con él. Sin perder más tiempo, Martín se dirigió a la dirección que conocía, con el corazón lleno de determinación.
Cuando llegó a la elegante casa de Alessandro, se sorprendió al ver una actividad inusual. Maletas estaban siendo cargadas en un automóvil, y Alessandro estaba en la puerta, hablando con su abuelo, Leonidas. La escena le dio una sensación de urgencia.
—Alessandro! —gritó Martín mientras se acercaba apresuradamente. Alessandro se volvió hacia él con una expresión de sorpresa.
—Martín, ¿qué haces aquí? —preguntó Alessandro en italiano, sus palabras cargadas de curiosidad y un leve toque de molestia.
("Martín, ¿qué haces aquí?")
—Estoy aquí para hablar con Marina. Necesito verla, necesito hablar con ella —respondió Martín, intentando controlar sus emociones.
Alessandro intercambió una mirada con su abuelo antes de responder.
—Marina non è qui adesso, Martín. Cos'è così urgente? —dijo Alessandro, su tono se volvió más firme.
("Marina no está aquí ahora mismo, Martín. ¿Qué es tan urgente?")
—Quello che è urgente è che tu non dovresti essere coinvolto con lei. Sei apparso nelle nostre vite e tutto è cambiato. Hai rovinato la vita a tutti —dijo Martín, avanzando, con el rostro rojo de ira y frustración.
("Lo que es urgente es que tú no deberías estar involucrado con ella. Apareciste en nuestras vidas y todo cambió. Has arruinado la vida de todos.")
Alessandro mantuvo la calma, aunque sus ojos brillaban con un fuego contenido.
—Martín, sei un uomo promesso. Hai Isabel, perché sei così preoccupato per Marina? —replicó Alessandro, cruzándose de brazos.
("Martín, eres un hombre prometido. Tienes a Isabel, ¿por qué estás tan preocupado por Marina?")
Martín se detuvo, sus hombros se hundieron por un momento, mostrando su vulnerabilidad.
—Perché mi sono reso conto di essere sempre stato innamorato di lei. Non è solo la figlia di Don Ramón, lei è... lei è speciale per me —Las palabras salieron con dificultad, pero eran sinceras.
("Porque me he dado cuenta de que siempre he estado enamorado de ella. No es solo la hija de Don Ramón, ella es... ella es especial para mí.")
Alessandro suspiró y miró a su abuelo, quien se mantenía observando la situación con interés. Luego, volvió a mirar a Martín.
—Mi dispiace, Martín, ma hai avuto la tua occasione. Marina ha scelto e non permetterò che tu interferisca con la sua felicità —La firmeza en su voz era innegable.
("Lo siento, Martín, pero tuviste tu oportunidad. Marina ha elegido y no permitiré que interfieras con su felicidad.")
—Sei troppo vecchio per lei! Non puoi darle ciò di cui ha bisogno. Lasciala tornare con me! —exclamó Martín, dando un paso adelante.
("¡Eres demasiado viejo para ella! No puedes darle lo que necesita. ¡Déjala volver conmigo!")
Antes de que Alessandro pudiera responder, Leonidas intervino. Se adelantó y se colocó entre los dos hombres, su postura imponente y su rostro severo.
—Basta così, Martín. Quello che dici non ha senso. Alessandro è un brav'uomo e può prendersi cura di Marina. E più importante, lei ha deciso di stare con lui —Su voz era firme y autoritaria.
("Basta ya, Martín. Lo que dices no tiene sentido. Alessandro es un buen hombre y puede cuidar de Marina. Y más importante, ella ha decidido estar con él.")
Martín se quedó sin palabras por un momento, mirando a Leonidas y luego a Alessandro. Sabía que estaban en lo correcto, pero el dolor y la desesperación nublaban su juicio.
—Non posso semplicemente dimenticarla. Lei significa molto per me —murmuró Martín, su voz llena de desesperación.
("No puedo simplemente olvidarla. Ella significa mucho para mí.")
—Martín, devi accettare la realtà. Marina ha fatto la sua scelta e devi rispettarla. Se la ami davvero, vorrai il meglio per lei, e in questo momento il meglio per lei è stare con Alessandro —dijo Leonidas con calma.
("Martín, tienes que aceptar la realidad. Marina ha hecho su elección y debes respetarla. Si realmente la amas, querrás lo mejor para ella, y en este momento lo mejor para ella es estar con Alessandro.")
Martín cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. Sabía que Leonidas tenía razón, pero no era fácil aceptarlo. El dolor en su corazón era profundo, y las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos.
—Ho perso la mia occasione, vero? —susurró Martín, más para sí mismo que para los otros.
("He perdido mi oportunidad, ¿verdad?")
—Sì, Martín. Ma ora hai l'opportunità di fare la cosa giusta. Puoi sostenerla e augurarle il meglio, invece di cercare di trattenerla quando non è ciò che lei vuole —respondió Alessandro, con una mezcla de comprensión y firmeza.
("Sí, Martín. Pero ahora tienes la oportunidad de hacer lo correcto. Puedes apoyarla y desearle lo mejor, en lugar de intentar retenerla cuando no es lo que ella quiere.")
Martín asintió lentamente, entendiendo finalmente lo que debía hacer. Dio un paso atrás y se alejó de los dos hombres, su corazón aún dolido pero sabiendo que debía dejarlos ir.
—Grazie, Alessandro. Grazie, signor Leonidas. Farò la cosa giusta —Con esas palabras, Martín se dio la vuelta y comenzó a caminar de regreso a su automóvil, sus pensamientos llenos de tristeza pero también de una nueva comprensión.
("Gracias, Alessandro. Gracias, señor Leonidas. Haré lo correcto.")
Mientras Martín se alejaba, Alessandro y Leonidas intercambiaron una mirada de alivio.
—Credi che capirà finalmente? —preguntó Leonidas, observando a Martín.
("¿Crees que finalmente entenderá?")
—Lo spero, nonno. Lo spero davvero —respondió Alessandro, con un suspiro.
("Lo espero, abuelo. Realmente lo espero.")
Con Martín ahora fuera de la ecuación, Alessandro y Leonidas se prepararon para continuar con sus planes de viaje. Sabían que les esperaba un nuevo capítulo en Italia, lleno de esperanza y nuevas oportunidades. Y aunque los desafíos no terminarían, estaban listos para enfrentarlos juntos.
Finalmente, subieron al automóvil que los llevaría al aeropuerto. Mientras el vehículo se alejaba, Alessandro miró por la ventana y pensó en Marina. Sabía que ella también estaba lista para este nuevo comienzo, y eso le dio fuerzas para seguir adelante.
—Siamo pronti per questo, nonno. Non importa quali sfide ci attendano, siamo pronti —dijo Alessandro con determinación.
("Estamos listos para esto, abuelo. No importa qué desafíos nos esperen, estamos listos.")
Leonidas asintió con una sonrisa, sabiendo que su nieto tenía razón. Estaban listos para enfrentar cualquier cosa juntos, y con Marina a su lado, sabían que podían lograrlo.
El viaje a Italia no solo sería un cambio de escenario, sino también el comienzo de una nueva vida. Alessandro y Leonidas estaban listos para dar ese paso y construir un futuro lleno de amor, esperanza y nuevas posibilidades. Y con cada kilómetro que avanzaban hacia su destino, se sentían más seguros de que habían tomado la decisión correcta.
Buon lavoro e complimenti ancora 👏👏👏👏
Por una parte mejor, se ve que ese Martin es un pelele manipulable de su novia tarada