Emily Viturino Los rostros del amor

Liz logró hackear el programa desarrollado por Matteo, y como si eso no fuera suficiente, instaló un virus en mi teléfono. No solo tenía acceso a los mensajes y llamadas, sino que también podía acceder a la cámara de mi celular. Sinceramente, no sé qué tenía en la cabeza mi hermano al crear esto. Ella puede acceder a todas las cámaras por las que paso, es como si mi teléfono desbloqueara todas, es la llave.

LIZ 💭vamos a observar qué está haciendo ese tonto... Voy a contarle todo a mi padre.

LUCA: ¿Qué estás haciendo? Puedes contármelo ahora... Sé que estás haciendo algo muy grave, Melissa estuvo aquí en nuestra casa y no le prestaste mucha atención.

LIZ: Deja de meterte, ocúpate de tu vida Luca.

LUCA: Te doy tres minutos, o hablas y me dejas participar, o nuestro padre se enterará.

HUGO: ¿De qué me voy a enterar, Luca?

Liz se vio en aprietos y se vio obligada a dejarlo participar en sus investigaciones.

LUCA: Nada importante, papá. Liz estaba planeando ver la televisión en lugar de hacer la tarea escolar.

HUGO: Está bien, quiero que ambos hagan sus tareas, después revisaré si todo está correcto.

Él entró a la habitación y tomó sus libros, Liz lo miraba con precaución. Después de que mi padre salió de la habitación, volvieron a tener la conversación de niños superdotados.

LIZ: Estoy usando el programa de tío Matteo para vigilar a tía Emily, algo está sucediendo y voy a descubrirlo.

LUCA: No es posible, también la estoy vigilando y ya descubrí muchas cosas... Pero sé que tú tienes más información que yo.

LIZ: Puedo acceder a todas las cámaras a su alrededor, Gabriel está tramando algo grande, tengo que informárselo a Talles, pero no sé cómo, es muy peligroso hacerlo por teléfono.

LUCA: ¿Qué tiene que ver él con esto? Ya sé que pidió que lo ayudemos...

LIZ: Gabriel está preparando algo en su contra, esto podría traer muchos problemas.

LUCA: Concéntrate en cuidar a tía, guarda todas las imágenes que puedas y no se lo digas a nadie, ¿de acuerdo? Yo me encargaré de traer a Talles hasta nosotros.

Listo, ahora la mafia infantil está armada, Luca ha comenzado una verdadera operación para traer a Talles hasta ellos. Nadie lo imaginaba, pero él ya estaba en camino.

HUGO: Amor, quería haberlo dicho antes pero se me olvidó, voy a hacer unos negocios con Talles, es muy inteligente.

HELENA: Qué bueno, Talles me recuerda a Emily, donde él va, ella está pegada a él. Quisiera que estuvieran juntos, no siento que ella sea feliz... Es como si mi corazón me dijera que algo anda mal.

HUGO: Siento lo mismo, pero hablando de Talles, él está viniendo aquí, se quedará unos días para que podamos hablar. Espero que no te importe.

HELENA: De ninguna manera, me gusta, debo confesar que Riccardo también es una buena persona, solo se ha pasado de límites.

HUGO: ¡NO! ÉL EN MI CASA NI LO PIENSES...

HELENA: Olvida lo que dije.

HUGO: No puedo, dijiste que es una buena persona y que te gusta... Ah, Helena se ha pasado de límites, SE HA PASADO...

ANTONELLA: ¿Qué escándalo es este, qué le pasó?

HELENA: Dije que Riccardo es una buena persona y que me gusta... El hombre se volvió loco.

ANTONELLA: Hugo no cambia, celoso por ahí, jaja. Ayer casi se muere cuando saliste con ese vestido, Fabrízio no lo dejó que se quejara contigo.

HELENA: Jaja, me molesté mucho con él porque no se quejó de mi vestido.

ANTONELLA: ¿Te gusta? Olvídate, ya desistí de entenderte a ustedes.

En la habitación, Liz y Luca estaban estudiando las estrategias para resolver mi vida entera.

LUCA: Que se case con Talles...

LIZ: Que se quede soltera, tía Emily es muy inteligente para andar persiguiendo hombres. La pobrecita está un poco perdida, ya se encontrará.

Aquí en Inglaterra todo estaba muy confuso. Llegó la tarde y Gabriel volvió a casa, estaba exhausto y se fue directo a la habitación. Yo estaba en la cocina preparando la cena, mi cabeza estaba a mil y no podía concentrarme en nada de lo que hacía.

GABRIEL: ¿Qué estás preparando?

"Arroz con verduras y pollo a la parrilla... Puedes probar."

Él tomó un poco, yo estaba muy aprensiva. Él comió y me miró.

GABRIEL: Es mejor dejarlo todo ahí... Vamos a comer afuera, jaja.

"¿Está malo? ¿A qué sabe?"

GABRIEL: Está horrible, Emily... Y juzgando por el estado de esta ensalada, no la lavaste...

"Pero ya viene limpia del supermercado... Mira, no tiene tierra."

GABRIEL: Deja eso, voy a pedir una pizza, mañana lo resolvemos... Estoy muy cansado.

Él pidió una pizza, nos sentamos en el suelo de la sala a comer, él no volvió a hablarme, simplemente comió rápido y se fue a su habitación, arreglé todo en la sala y la cocina, cuando logré tener todo listo ya eran casi las once de la noche, estaba exhausta.

Fui a la habitación y Gabriel estaba despierto, entré en la ducha y me puse ropa cómoda, en cuanto me acosté él vino y me abrazó.

GABRIEL: Te extraño, mi amor... Quiero sentirte...

"Estoy muy cansada, mañana debo estar a las siete en el curso."

GABRIEL: ¿Otra vez con esa historia del curso? ¡Qué fastidio! Ahora inventarás excusas para no hacer el amor conmigo, tuve un día horrible, no pudiste cocinar y aún no me deseas.

GABRIEL: ¿A dónde vas?

Él se fue molesto y yo dormiré en la habitación de al lado, toqué varias veces, pero él no abrió.

Estaba demasiado cansada como para rogarle que volviera a la habitación, así que acabé durmiéndome.

A la mañana siguiente me desperté y me arreglé rápidamente, le dejé el desayuno listo y me fui.

Él se despertó poco después y me buscó.

GABRIEL: Emily... Emily... ¿Dónde se ha metido?

Necesitaba poner mi cabeza en orden, no sabía qué hacer con la información que tenía, por otro lado, estaba esta triste realidad de que él se quedó conmigo por ventajas laborales, mentiras tras mentiras. Estaba sola, sin nadie con quien hablar, desahogarme, una preocupación me invadía cada vez que pensaba en toda la situación.