EL HIJO DEL CEO:
Los caminos de la vida no son como uno quiere y desea.
Conocí a Étienne en un crucero por las Bahamas, nos hicimos novios desde la distancia. Lo que no sabía que él era un hombre comprometido.
Mis padres me obligaron a casarme con Sebastián Montenegro, el hijo del CEO más importante de Los Ángeles. Me casé sin amor pero con su dedicación me terminé enamorando de él. Sebastián tenía una doble vida.
Me divorcié de Sebastian estando embarazada de él.
Mis padres me envía a Roma donde vivo con Cecilia y su hijo Joan. Joan queda enamorado de Ariana al verla la primera vez.
Sebastián tuvo un accidente donde lo declaran con muerte cerebral.
¿Cómo crees que terminara esta historia llena de muchas lágrimas?
¿Será que Joan logré conquistar el corazón adolorido de Ariana?
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ES MI CULPA
ARIANA
El doctor me puso un sedante y me llevaron a un cuarto del hospital. Mis padres estaban sentados a mi lado. Entró el papá de Sebastián.
— ¿Estás bien Ariana?
Mis padres se pusieron de pie.
— Estaba sedada— dijo mi papá— acaba de despertar.
— Ella tiene que estar tranquila. Lleva en su vientre al único hijo que deja Sebastián. Es su única descendencia.
— Señor Montenegro— Hablé con voz baja— Sebastián va a estar bien, verdad.
— Quisiera decirte que si pero sería engañarnos. Es lo que más deseo que él esté bien pero no es asi. Yo les pedí a tus papás que no te dijeran nada aún.
Me puse a llorar.
— No apaguen el respirador hasta que nazca el bebé. Quiero que él lo conozca y mi bebé conozca a su padre.
— Ariana, no guardes esperanza. Nos queda resignarnos. Su cerebro ya murió, si sigue conectado es porque aún guardó esperanza pero ya no hay nada que hacer— El señor Montenegro llevó su mano a su frente y lloró— No creas que no me duele despedir a mi hijo. Son los hijos los que deben enterrarnos, no los padres enterrar a su hijo.
— Prométeme que no desconectara a Sebastián aún. Prométalo— Mis lágrimas salieron sin parar.
— Está bien. Perdóname Ariana por obligarte a ti a casarte con mi hijo. Él siempre te ha amado y solo quería verlo feliz. Te pido perdón en su nombre por lo que te hizo con Anaía.
— Ya lo perdoné a ambos.
El papá de Sebastián salió del cuarto junto con mi papá. Mi mamá se sentó a mi lado y me abrazó.
Me acosté y quedé viendo fijo el cielorraso.
Resignarme a su muerte.
— Mamá y esa mujer que decía estar embarazada de Sebastián, ¿qué pasó con ella?
— Ella perdió al bebé. Parece que está enamorada de él, ella viene a verlo casi a diario. A veces la vida nos sorprende, nos lleva a caminos que no conocemos. Otra cosa, legalmente sigues siendo su esposa. El accidente pasó apenas él acababa de firmar y no se procedió al divorcio.
— ¿Soy su esposa? Mamá me puedes dejar a solas un momento— mi mamá salió.
Todo esto es mi culpa. Si hubiese salido cuando él llegó a la casa, no hubiese pasado esto. Es mi culpa. Si le hubiese creído que él había terminado con Anaía, él estaría vivo. Todo esto es mi maldita culpa. Mi bebé no tendrá un papá porque yo soy la culpable de su muerte.
Lloré ríos. Vacié todas mis lágrimas hasta quedar seca. Mis ojos estaban tan hinchados y rojos que me ardían el hecho de tenerlos abiertos.
Salí del cuarto donde estaba y fui donde Sebastian. Allí estaba Anaía con él. Ella me miró. Tenía los ojos rojos.
— ¿Qué haces aquí? Después de todos estos meses hasta hoy vienes a verlo. No tienes el derecho de estar aquí.
— Sal de aquí Anaía. No quiero pelear contigo.
— No quiero. Sabes cuánto tiempo he amado a Sebastián y vienes tú y me lo quitas. Sabes cómo me sentí cuando Sebastian se casó contigo, sabes cómo me sentí cuando él llegaba triste y frustrado porque tú no lo amabas y él se moría por ti. Jugué el papel de amante pero yo lo amaba tanto o más que tú. Perdí a mi hijo, a nuestro hijo y ahora lo pierdo a él. Vengo cada día a verlo y vienes tú y me dices que vaya, con qué derecho. Dime.
— Solo sal. Él sigue siendo mi esposo. Yo cuidaré de él.
— Me voy pero volveré mañana y cada día.
Me acerqué a Sebastián. Tomé su mano y la acaricié.
— Como me gustaría que despertarás y que empezáramos de nuevo. ¿Cómo me despido de ti cuando aún te amo? Se que no me escuchas y que no sientes nada. Perdóneme porque le pedí a tu papá que te tenga aquí un poco más hasta que nazca nuestro bebé. Yo te tendré en mi corazón siempre. Recordaré todos los momentos que pasamos juntos, esa manera salvaje que hacías el amor— me ataqué a llorar— me hubiese gustado conocerte en ese crucero y que nuestra historia de amor fuese diferente. Ahora solo debo aceptar, resignarme. Perdoname por todo.
Mi mamá entró al cuarto. Me abrazó.
— Vamos Ariana. Tienes que ser fuerte. Tienes que descansar. Tú bebé te necesita. Es hora de regresar a la casa.
— Solo dame un minuto más. Te prometo que ya salgo— Mi mamá salió.
Me acerqué a Sebastián y besé su frente. Lloré tanto que su frente quedó humedecida por mis lágrimas.
— Te amo y te amare por siempre.
Salí del cuarto. Abracé a mi mamá.
Regresamos a casa. Me fui a acostar. Mi celular sonó. Era una llamada de Joan. Contesté.
— Ariana.
— Joan. Perdón por no decirte que viajé.
— ¿Estás bien? Ya mi madre me contó.
— Estoy triste— me solté a llorar.
— Me duele escucharte llorar. ¿Cómo puedo ayudarte?
— Nadie puede ayudarme.
— Mi madre y yo queremos viajar y estar contigo en este momento.
— No vengan, por favor. Gracias por toda su hospitalidad. Me hicieron sentir como parte de su familia. Siempre me ayudaron en todo.
— Ariana, quiero ser tu apoyo.
— No quiero. Se que tus sentimientos tal vez sean sinceros pero no te amo. La persona que amo está en una cama de hospital muerta prácticamente.
— Ariana, se que esto no sirve de nada pero yo te quiero mucho y voy a pedirle a Dios para que te dé fortaleza.
Cuídate.
— Gracias— Joan colgó la llamada.
JOAN
Se que Ariana sigue enamorada del padre de su hijo y el momento que vive es estresante y doloroso pero sentí como un cuchillo que atravesaba mi pecho cuando me dijo que la persona que más ama está muerto.
Por increíble que sea, conocer a Ariana, ver más allá de su físico, ella es una mujer muy bella por dentro.
Cuando decidí tomar la empresa de mi madre como CEO porque mi padre quien era el CEO se fue con su secretaria, una mujer muy joven, los dos sinvergüenza queriendo dejar a mi madre en la calle cuándo es ella la dueña de todo esto, desde que asumí ese puesto no había tenido tiempo para tratar con cercanía a una mujer. Cuando llegó Ariana a la casa y la empecé a tratarla me fue gustando su forma de ser, directa y dulce.
Jamás pensé que me iba a gustar una mujer embarazada y enamorada de su ex.
No es como que no tenga enamoradas, porque hay un montón detrás de mi dinero y del apellido. Son mujeres bellas pero saber que van detrás de mí por una condición social y no por mi persona como ser humano, eso hace que no quiera nada con ninguna mujer hasta el momento.