La Huida- Un Alfa Rechazado

Capítulo 10

Aurora

El sábado despertamos tarde, nos debemos haber dormido cerca de las 2 de la mañana, mis ojos estaban inflamados y me dolía la cabeza de tanto llorar. A mi mente viene el recuerdo del animal de ojos verdes que vi en el bosque.

Luego de que las chicas se ducharan, bajamos a la cocina a tomar “desayuno”, eran casi las 11 de la mañana, y Rocío nos esperaba muy sonriente

—Al parecer, ustedes estaban muy cansadas, miren la hora que es, ¿durmieron bien? ~pregunta risueña~

—Hola buenos días Ro, la verdad nos dormimos tarde, pero fue mi culpa, tuve una crisis de pánico anoche ~digo bajando la mirada~

—Oh!, no sabía que tenías crisis, perdón, no quise ser pesada ~dijo ella preocupada~

—Ro, no te preocupes, ¡es que no tengo buena relación con mi familia y anoche me enviaron algunos mensajes de texto que me dejaron mal, pero las chicas me acompañaron y ya estoy mucho mejor! Y muy dispuesta a dejar todo eso atrás. ~dije tomando sus manos~

—Me alegra escuchar eso, y que las chicas hayan estado contigo ~dijo menos ~

—sí, dormí tan bien, la cama de Aurora es como dormir en una nube, espero que mi cama se sienta igual ~dice Lucy~

—Veo que durmieron todas juntas ~dice Ro~.

—Rocío, ¿te puedo preguntar algo? ~cuestiono~

—obvio que sí, todo lo que necesites saber.

—¿Tienes mascota?, pregunto porque anoche muy tarde, cuando estaba mirando por la ventana, me pareció ver un perro, era inmenso, y tenía unos ojos de color verde, me sorprendió el color ¡eran tan brillantes! ~dije mientras me preparaba una gran taza de té con menta~

Me fijé que las tres mujeres que estaban conmigo en la cocina se quedaron mirando, sin pestañar unos segundos hasta que Rocío respondió

—Aurora, ese animal se llama Kantz y se podría decir que es el guardián de Oliver, me parece muy extraño que se haya aparecido por aquí anoche, ¿no te asustó? ~preguntó consternada~

—No, la verdad es que, a pesar de no distinguirlo bien, su mirada era amistosa, no intimidante, pensé que podría haber sido el Ruende, pero en este pueblo las personas son hermosas jajaja dudo que alguna vez tengan que invocarlo. ~les dije despreocupada~

— No, hace muchos años que no se invoca, así que debe haber sido Kantz, Oliver lo debe haber dejado salir a correr en la noche, pero si alguna vez lo encuentras de frente, no te asustes, no te hará nada.

Asentí con mi cabeza, y Lucy y Lilly no dejaban de echarse miradas de complicidad, a veces pienso que este par se comunican mentalmente.

Cuando terminamos de tomar desayuno, nos pusimos en marcha para dar nuestro paseo por el centro del pueblito, necesitaba comprar algunas cosas, un par de poleras y algunos pantalones, esta semana de viaje ocupé los 5 pantalones que traía.

Encontramos una tienda de ropa americana, ahí me compré 2 jeans y mi debilidad son las jardineras, así que igual me llevé dos.

Dimos un par de vueltas más hasta que las chicas se detienen en una tienda donde solo vendían ropa interior, entramos a mirar, tenían prendas realmente lindas, la dueña de la tienda era joven, tenía más o menos unos 25 años.

Lucy que más osada, se llevó varios conjuntos, muy sexis, entre esas prendas unos calzones diminutos que llamaron la atención mía y de Lilly, así que cada una tomó un par, yo en color rojo y otro negro, Lilly es más light con los colores así que se llevó unos blancos y otro rosado pálido.

Cuando nos disponíamos a dar la vuelta para salir, nos topamos de frente con Loreto, detrás de ella venia Oliver, se veía un poco molesto, pero junto con las chicas los saludamos muy cordiales

—Hola, muy buenos días, que casualidad encontrarlos por aquí ~les dijo Lilly~

Ambos saludaron, Loreto de forma rápida, ya que se puso a dar vueltas por la tiendita, se paseaba por el sector de lencería sexy.

—¿Qué hacen por aquí?, pensé que hoy comenzaban a trabajar ~preguntó Oliver, sin apartar su mirada de mi~

—OH!, vinimos acompañando a Aurora, le faltaban algunas cosas, así que Ro, nos dio este rato, después de almuerzo con Lilly debemos ir a las oficinas ~dijo Lucy mirando a Lilly~

—Yo, comienzo el lunes a primera hora, y como dice Lucy, necesitaba algunas cosas que me olvidé de traer en mi maleta ~aclaré~.

—chicas si ya están listas, ¿nos vamos?, Rocío debe estar esperándonos ~les dije, con una mirada fugaz~.

—Dudo que mi hermana las esté esperando, me pidió que trajera a Loreto a dar una vuelta para poder secuestrar a Leandro, ¿por qué no nos acompañan? ~dijo con una sonrisa ladina~

Con Lucy y Lilly nos pusimos a reír, encontramos muy chistoso el hecho de que rocío le haya encaletado a Loreto a su hermano, para ella llevarse a Leandro quizás a donde nos causó gracia ya que Oliver no se veía cómo en ella.

—con nosotros?, pero Oliver, prometiste que este día me lo darías a mi para poder conocernos mejor, ~dijo loreto haciendo un puchero, muy ridícula~

—No se preocupen por nosotras, ya nos vamos a la casa, yo aún tengo mucho dolor de cabeza, y las chicas deben ir a sus respectivos puestos para organizar todo para el lunes ~dije sin más~.

— ok! Genial, nos vemos más tarde quizás, dijo Loreto tomando el brazo de Oliver llevándoselo a dar vueltas por la tienda.

Oliver

Me sentía tan incomodo cuando Loreto me llevo hacia una tienda de lencería, ~hermana esta es la última vez que te hago un favor así, pensé~

-Kantz: Caramelo, caramelo y coco

-Oliver: ¿de qué estás hablando lobo loco?

-Kantz: ¿No lo hueles?, Mi gordita está por aquí!

No pude decir nada más, Kantz bloqueo el enlace, sinceramente no entendí nada de lo que dijo, pero cuando Loreto abrió la puerta de la tienda, lo sentí, y ahí comprendí lo que dijo Kantz.

Ahí estaba Aurora con sus dos amigas, la vi tomar un par de trozos de tela, uno negro y uno rojo, del cajón que tenía en frente, digo trozos, porque eran tan pequeños que dudo que algo así le cubra algo, las vi empacar y pagar.

Cuando se toparon con nosotros, Loreto no estaba para nada contenta, y mucho menos cuando las invité a que pasaran la tarde, pensé que loreto haría un berrinche, pero Aurora fue más rápida y declinó la invitación con una tonta excusa.

Estuvimos un rato en la tienda, ella compró algunas cosas, y para ser sincero, no le presté mucha atención, ya que Kantz estuvo molestando esos 20 minutos que estuvimos ahí.

-Kantz: ¿Para qué crees que compró esas prendas tan pequeñas?

-Oliver:  no lo sé, no me importa, es su vida

-Kantz: espero que no sea para modelarle a nadie.

-Oliver: ¿te puedes dejar de decir estupideces? ¿Cuál sería el problema?

-Kantz: Ella es Mia, no puede andar por la vida con esa ropa mostrando su cuerpo a otros.

-Oliver: Eres un estúpido, ella no es nuestra y no creo que conozca a alguien en esta isla, y ya no quiero seguir hablando contigo.

Cerré el enlace, pero no dejaba de pensar en sus palabras, y tiene razón, me molestaría mucho verla con alguien ¿pero qué mierdas estoy pensando?, ¡no debería importarme!

—Oliver, llevo mucho rato hablándote y no me tomas en cuenta ~dice loreto molesta~

—Lo siento Lore, tengo muchas cosas en la cabeza, tengo mucho trabajo y me siento agotado ~dije sosteniendo su mano~

—Entiendo Oli, ¿te gustaría un masaje? Soy muy buena en eso ~susurra en mi oído~.

                                                   ::::::::::::::::::::::::::::O::::::::::::::::::::::::::::

EL ruende

En la Isla se dice que es quién da mayor satisfacción a los humanos de “poco atractivo físico”, pues él provee de una compañera al que jamás podría obtenerla por sus propios medios. Este ser tan especial, es un ser mitológico totalmente machista, pues sólo ayuda a los hombres. Tal vez, la creencia es que la fealdad, en la mayoría de los casos, es una condición del sexo masculino y rara vez del femenino. Sólo seres míticos malignos, como la Fiura , poseen la fealdad. Se cuenta que si una persona es extremadamente fea y deforme debe recurrir a la misericordiosa acción del Ruende, quién también por su condición extraña, está presto a ayudar a algún ser infeliz, pues él, sabe lo que es ser feo ya que es parecido a un perro, pero no lo es. De tamaño mediano, posee una mirada hipnotizadora, es muy lanudo y de color negro, con un hocico dispuesto en el extremo de una larga trompa húmeda y brillante, que algunos intentan asemejarla a un miembro viril. Orejas un tanto largas y puntiagudas y extremidades cortas para su talle. Existe una forma especial de invocar la presencia de este ser. Se debe primeramente acudir durante cuatro días al pié de un árbol llamado "Tique”, a la hora del crepúsculo, invocando el nombre del Ruende asegurándose que el árbol esté a orillas de un riachuelo. Luego de esta ceremonia el animal aparecerá a cierta distancia al anochecer del cuarto día. El "convocante" debe dar las señas de la mujer que ha elegido y el Ruende la sorprenderá en la oscuridad de la noche mientras ella duerme. La obligará a despertar y con su mirada penetrante, el animal la hipnotizará, obligándola a que bese su hocico. Este se encuentra impregnado del "Llapuy”, que es una poción mágica, que usan los brujos para enamorar a las mujeres. Ella se excitará al beberla del hocico del animal,

lo que la incitará a dejar su hogar y seguir al Ruende por entre los bosques.

Junto al árbol de Tique, la entregará al hombre que espera ansioso.

Ella se entregará al amor con él para siempre