Karina es una chica como cualquier otra y Todos los días se repite a si misma:
todas las personas en el mundo tiene un sueño incluso si es muy difícil siempre tienen éxito.
Todos tenemos problemas pero tenemos que seguir adelante, y tener fe.
A quien quiero engañar el mundo es una porquería las historias de Cenicienta y el príncipe azul nunca son verdaderas.
Pero hay algo en lo que si creo y esto es el trabajo duro siempre tiene recompensas.
Edward James es un actor americano que apesar de tener mucho éxito nunca ha Sido feliz con su fama.
Toda la gente que se acerca a el lo hace solo por interés nadie está a porque de verdad lo quieran, eso es lo que el piensa.
Los caminos de ambos se cruzan cuando el la hace pasar por su prometida frente a su ex novia.
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Universidad.
Después de la hazaña de Edward Scarlet se fue tan triste que ya no sentía pena por mi. Sentía pena por ella.
— Lamentó haber hecho esto. — Me dijo con una cara triste. Al verla no me atreví a reclamar.
— No te preocupes, para tu buena suerte no creo en estas cosas. — Empezaré a no creer. Es obvio que el no se va enamorar de mi. Antes pasa un cometa verde cerca del planeta.
— Si no crees ¿porque dijiste que los querías cerrar con tu amor verdadero.? — Porqué en verdad soñaba cerrarlo con el.
— No lo sé, fue lo primero que se me ocurrió decir. — Respondí con una sonrisa. El también sonrió un poco. Bueno al menos lo anime.
— Volvamos.
— Está bien. — Regresamos al hotel e hice mi maleta. El se veía sin energía así que también arregle la suya.
— ¿Qué estás haciendo?
— La maleta de mi esposo. — Contesté con ironía y una sonrisa.
— No tienes que hacer eso..
— Lo sé, pero si no lo hago yo tú nunca vas a terminarla.
— Cómo prefieras.
Una vez arregladas las maletas salimos para el aeropuerto.
Regresamos a su casa, y yo seguí estudiando para mí examen.
También comencé a practicar maquillaje con un maquillista profesional que Edward contrato. Hablando de mi esposo falso. El aceptó el contrato para una película.
...2 meses después....
Logre pasar el examen así que ingresé a la universidad.
Hoy es mi primer día, estoy muy emocionada y un poco nerviosa, no se que ponerme.
— Nunca ví a alguien tan emocionado por ir a la escuela.
— Recuerda que yo no soy de este planeta. Respondí sarcásticamente y con una sonrisa.
— Te ayudaré a escoger tu outfit.
— ¿De verdad?
— No sé si ya te diste cuenta, pero tengo muy buen gusto.
— Solo con verme al espejo se que si.
Ambos sonreímos.
— Imaginó que no quieres llamar mucho la atención ¿verdad?.
— Así es.
— Usa esto. Me pasó un pantalón de cuero negro entubado, una blusa café pálido, un abrigo del mismo color y unos botines negros.
Me gustó lo que eligió. Y me lo puse.
Después planche mi cabello y arregle mi maquillaje.
— Veo que no desperdicie dinero es esa clases.— Afirmó.
— Claro. Yo no quería desperdiciar el dinero de mi esposo y puse atención.
— Qué bueno. — Tomé mi mochila y empecé a caminar hacía la puerta.
— El chófer te llevará a la universidad.
— ¿Chófer.? — En el tiempo que he vivido aquí no he visto a ningún chófer.
— Te contraté uno.
— Pero no es necesario puedo irme en bus.
— No voy a dejar que mi esposa ande en bus,.
Lo observé con asombro.
— Ésto no lo hago por ti es por mi imagen.
— Yo no dije nada.
— Lo sé pero prefiero aclarar.
— Bueno, ya se que contra ti no puedo ganar así que mejor me voy.
...30 minutos después....
Llegué a mi nueva escuela, es hermosa tengo entendido que es una de las mejores del país, todavía no creo que en verdad estoy aquí.
La escuela es muy grande, no sabía dónde estaba cada salón.
Entre y encontré a un compañero se veía muy guapo, era alto, ojos azules, piel bronceada, cabello castaño claro, muy buen cuerpo y su cara parecía la de un actor de Hollywood. Wow, si no fuera por Edward pensaría que esté chico no es real. Cómo sea. Mejor buscó a alguien que me pueda ayudar. Miré a mi alrededor y ví un libro igual al mío.
— Hola, me podrías decir dónde está el salón de...
El dueño del libro se giró y vaya sorpresa, era el mismo al que había visto unos segundos atrás.
— ¿Acaso me viste cara de guía turístico.? — Dijo enojado, casi gritando.
Lo que tiene de guapo lo tiene de grosero.
Me fui del lugar sin responder. Encontré a una chava que parece amable.
Calculo que mide 1:72, usaba gafas, sus ojos son azules, su piel muy pálida, con pecas en el rostro y viste sencillo.
— Hola, estoy buscando el salón de marketing.
¿Podrías decirme dónde es?
— Yo también voy para allá quieres ir conmigo.— Encontré un ángel.
— Si. Gracias.