Tras la muerte de su padre, Violeta se enfrenta a una desgarradora decisión: regresar a la casa que heredó de él y lidiar con la última esposa de su padre, una mujer perversa que la someterá al dolor y la inseguridad. La convivencia con esta mujer, quien busca imponerse en la vida de Violeta, se tornará un infierno.
En medio de esta difícil situación, un ángel de carne y hueso se cruza en el camino de Violeta, alguien que no revelará sus verdaderas intenciones hasta que ella no sienta amor verdadero. ¿Podrá Violeta encontrar la fuerza para superar sus miedos y abrir su corazón al amor? ¿O sucumbirá ante la maldad que la rodea?
Esta es la historia de una joven que lucha por encontrar su camino en medio de la adversidad, una historia llena de emociones, secretos y un amor que lo cambiará todo.
Con gran admiración a todas las románticas que aman leer sobre: amor, emoción, algo de tragedia y misterio, intento regalarles una lectura que me encantó hacer y emocionarme junto a Violeta
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El encuentro
"Los documentos los tienes tú, ya tienes veintitrés años y controlas todo, déjame controlar mi vida el tiempo que me queda". Con lágrimas en los ojos asintió, se giró, fue al cuarto, armó una pequeña valija y luego al despacho, abrió la caja fuerte y retiró las carpetas con los documentos importantes, los dejó en su portafolios y salió dando un beso y un abrazo interminable a su padre.
Llamó a su amiga y le contó lo sucedido y le pidió que la viera en el bar más temprano de lo que habían quedado. Cuando hubo desempacado y guardado todo, se duchó y fue a encontrarse con su amiga Norma; la charla se hizo extensa contando cada detalle, entretanto fueron llegando el resto de sus amigos; el bar era muy bonito, contaba con tres salas de estar bien distribuidas, varios reservados y dos pistas de baile en dos niveles diferentes. Los amigos se dirigieron al nivel de abajo para iniciar una cacería romántica y Violeta, que estaba animada por el alcohol, los siguió. Mientras iba tras ellos bailando y cantando a su paso, sin darse cuenta perdió el brazalete VIP que llevaba en la muñeca. No lo había notado hasta que bailaba en medio de la pista con sus amigos y se dirige a la barra a pedir unos tragos, pero sin su pase VIP no podrían cargárselo, dirige la vista al piso tratando de ver dónde lo dejó caer, pero al levantar la vista ve a un guapo hombre delante ofreciéndole la mano, mirándola le dice con una voz grave: "Tengo un pase, pide lo que quieras, te lo pagaré. Soy Eric". La voz le salió casi en un susurro: "Soy Vita, gracias, te lo pagaré, Eric". Sonríen y piden sus bebidas. Bailaron mirándose, estudiándose mutuamente, sin decir nada, la coquetería reinaba entre ellos. Vita movía sus caderas apoyándose sobre él, solo bebían y se miraban, bailaban pegando sus cuerpos por momentos y por momentos bailaban sueltos. Llega Norma por detrás de Violeta sacándola de su hipnotismo sin decir nada a Eric, se gira y salen sin mirar atrás.
Eric estuvo buscando a la desaparecida Vita de la que solo sabía eso: "Vita, la que perdió su supuesto VIP" y bebió champán. Sin intención de dejarla pasar, salió fuera del bar y estacionó su auto en la puerta esperando encontrar a la bella desaparecida. Tras media hora de espera ve salir a dos muchachos acompañados de tres bellas chicas, una de ellas era a quien él esperaba ansioso, Vita, que estaba abrazada a uno de estos muchachos, algo desilusionado por pensar que él era su novio se metió al auto como para marcharse, pero él joven la dejó a un lado y abrazó a otra joven y la besó, luego se fueron dejando a Vita con una pareja, la ve abrazar a ambos y despedirse mientras da unos pasos en dirección opuesta, él sale del auto para ofrecer llevarla en lo que ve aparcar un auto, baja un señor mayor, ella sube al asiento trasero, Eric se apresura diciendo: "¡Qué maravilla lo que ven mis ojos, Vita, olvidaste despedirte de tu salvador!", ambos rieron y con la excusa de estar sin vehículo, Vita ofreció llevarlo a casa. Antes de subir le dio la alarma a su auto y se metió al auto de Vita. Sentado cerca de ella sentía su colonia embriagadora, el tono de su voz era grave y sensual. Vita balbuceó algo a lo que Eric respondió: "No quiero que me envíes mensajes, nada, solo encontrémonos de nuevo. Te invito mañana a las nueve en la puerta", asintiendo Violeta le preguntó dónde debía dejarlo, resultó que dos cuadras más adelante de su apartamento, en lo que Violeta resolvió con su chófer. "Eduardo, por favor, yo me quedaré aquí en el depto, lleva a Eric y luego ve a casa. Mañana no te necesitaré temprano".
Se despidió y bajó entrando al edificio, Eric notó la cartera de Vita y le dice al chófer que se la llevaría: "Puedes ir a descansar, le daré la cartera e iré caminando solo son dos calles". Eduardo asintió y continuó su viaje.
Eric alcanzó a Violeta a tiempo en el ascensor, la miró y quedándose atrapado subió a lo que vio el piso 4. "Oye, te dejaste la cartera en el auto", rieron por la noche despistada que sufrió ella. Tomando su cartera se acercó y agradeció con un casto beso en los labios: "Gracias por haber venido a traerla", él tomó su rostro y la besó apoyándola contra los espejos del ascensor, ella rodeó su cuello y dejó caer su bolso en lo que pulsaba el botón de detener. Ganado por una pasión repentina tomó sus cabellos y giró su cabeza para besarle el cuello, provocando que su respiración se entrecortara.