Hay amores inolvidables, amores para toda la vida y amores imposibles. Está es la historia de Lina una chica musulmana con un gran amor capaz de afrontar cualquier dificultad, sobre todo leal a su amado Amir. Un amor prohibido por el padre de Amir, ya que Lina no seguía las costumbres del islam. Ibrahim jamás permitirá que una mujer de cuna inferior e infiel a la religión entrara a su familia, aunque esa era la excusa ya que él la deseaba con locura. Lina y Amir aprenderán que el tiempo y la distancia no es capaz de terminar su gran amor, descubrirán que pueden volver a luchar para encontrar el paraíso en su unión.
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Burka
Capítulo 2
Era un día normal en Medina, Lina regresaba de la escuela de señoritas a la que asistía, por protección de ella misma su madre le sugirió usar el burka negro, que era casi obligatorio en la ciudad para todas ellas en la calle y espacios públicos. Así evitarían que los hombres las observaran sin ser su novio, prometido, esposo o tutor.
—Mamá regresamos.—decía Lina mientras entraba junto con Nadia.
—Alhamdulillah, mi pequeña princesa me alegra tanto que ya hayas regresado.—
—Señora, ¿dónde pongo su pedido?—preguntó Nadia
—Por favor llévalo a mi esposo, están preparando la cúrcuma que se va a enviar a Egipto.—
—Si señora Maryam.—respondió y se retiró
Lina se quitaba el burka, dejando su cabello expuesto. Ignoraban que su padre tendría visita en casa.
—Salam Aleykum.—saludó Ibrahim
—Aleykum Salam.—respondió Maryam mientras Lina colocaba su Hiyab
—Disculpen mi intromisión, estoy aquí para ver a Saalim.—
—No tienes de qué disculparte, llamaré ahora mismo a mi esposo.—respondió Maryam mientras agachaba la cabeza para no hacer contacto visual con el, fue a llamar a su esposo sin darse cuenta que su hija no la siguió.
—Veo que comenzaste a usar el burka.—dijo Ibrahim a Lina mientras la observaba con esa mirada que casi la desnudaba.
—Si, aunque pienso que con el hiyab es suficiente.—respondió olvidando que no estaba permitido ese comportamiento
—Al contrario el burka es tan sagrado en una mujer, que habla mucho de su personalidad religiosa. Eso quiere decir que serás una buena esposa.—
—Pienso que el burka es una forma de segregarnos, porque nuestra belleza despierta los bajos instintos del hombre. Es una prenda que refleja la represión que existe, una cárcel de tela.—Lina tenía pensamientos liberales que había inculcado su padre en ella, pero estaba prohibido que se expresara con sus ideas frente a hombres extraños que pudieran meterla en un conflicto mayor
—Tienes mucha valentía, tu padre no te ha enseñado que ese pensamiento puede traerte muchos problemas, incluso acabar con tu vida. Para nosotros el burka representa toda la identidad islámica y es símbolo de nuestra religión. Se entiende como un mandato divino que protege a las mujeres y define su lugar en la sociedad. Deberías aprender a tener más respeto por lo dictado en el coran, y sobre todo por Allah.—
—El mundo ha cambiado señor Ibrahim.—
—Lina por favor ya guarda silencio, discúlpela señor mi esposo la reprenderá como lo dicta el coran.—intercedía Maryam
—Tranquilas, ella es joven. Más bien debemos de cuestionar que les enseñan en la escuela de señoritas a la que asiste para que haga esos comentarios. Hablaré con el consejo sobre su programa educativo, con el rector sobre la educación a nuestras hijas de familia.—respondió Ibrahim mientras aprovechaba para sonreírle a Lina, ella agachó su cabeza y se retiró.
Ibrahim no tenía dudas Lina era capaz de despertar sus deseos más profundos, sus perversiones y su hambre carnal. Sobre todo anhelaba convertirla en su segunda esposa para corregirla, convertirla en una fiel musulmana. Sobre todo que le diera los hijos que aún le faltaban, su primera esposa solo pudo darle a su hijo Amir y a su hija Dalila. Pero él aún se sentía un hombre joven, sin temor a equivocarse sería el esposo adecuado para Lina
—Trajiste luz a mi casa Ibrahim.—saludaba Saalim
—Necesitaba verte porque vas a necesitar una bodega más grande y más personal para que te ayude con la producción. Cada vez piden más de todos tus productos, también quería proponerte un negocio como curtidor de pieles. Créeme quedarás cubierto de oro amigo.—
—Inshallah, vamos come hoy conmigo. Estoy tan agradecido contigo.—
Nadia les sirvió la comida, los hombres suelen comer con sus invitados e hijos varones, y las mujeres de su familia comen aparte.
—Saalim necesito disculparme contigo, cuando llegue cometí una falta. Tu hija Lina acababa de llegar de la escuela y se estaba quitando el burka. Se que no debo hablar con las mujeres de tu casa, se me hizo fácil por todos los años que tengo conociéndolos. Como sabes Dalila mi hija debe comenzar sus estudios del coran, pensaba inscribirla en la misma escuela de tu hija. Pero cuando le dije que era un orgullo usar burka, ella me respondió algo que realmente me preocupo. Como sea yo soy de confianza, pienso que debes hablar con ella y corregirla. Me entristecería si da su opinión tan deliberadamente frente a hombres más religiosos, tú sabes.—
—Todo es mi culpa, debí obligarla a usar el burka desde un inicio. Permití que solo usara hiyab, decidí obligarla hasta ahora porque entre más crece, más bella se pone. No me dejan de llover las propuestas de matrimonio. Pero la corregiré, eso tenlo por seguro.—
—Supongo que no has aceptado ningún compromiso para ella por qué no has encontrado un pretendiente digno.—Saalim tenía que ser inteligente en su respuesta
—Así es, además quiero que termine la escuela y educarla correctamente para que sea una esposa digna y no avergüence mi casa. Pronto terminará la escuela, así su madre podrá prepararla para un matrimonio.—respondió Saalim
Ibrahim sentía una esperanza de que al hacer la propuesta a Saalim, su socio y amigo aceptaría el matrimonio con Lina. Ibrahim era un hombre de 45 años, millonario y de una reputación intachable. Podía casarse con cualquier mujer en Medina, pero él siempre había querido a Lina.
Más tarde Lina estaba ayudando ha empaquetar especias y conservas. Su padre se acercó a ella, Lina sospechaba que es lo que iba a decirle.
—El señor Ibrahim te dijo lo que hable sobre el burka.—
—Si, me haces sentir orgulloso. Solo hazme un favor mi dulce niña, las mujeres no hablan con hombres y mucho menos si esos hombres son muy religiosos, sabes que ese tipo de ideologías atenta en contra de sus creencias primitivas. Ten paciencia, y escucha más de lo que desees hablar. Se inteligente.—
—Si papá, lo siento. Pero es que hay algo en el que me molesta, que me pone en alerta.—
—El te ha visto crecer, ha sido un gran amigo, aliado y socio. Todo lo que tenemos se lo debo a él, sin su ayuda no sé qué hubiera sido de nosotros. Dudo que tenga otras intenciones contigo mi vida, además él es muy mayor para que aspire a estar con una joven bella e inteligente como tú. Hay muchas mujeres con las que puede casarse, pero no creo que busque una segunda esposa. Tiene toda su vida con su esposa, ya se hubiera casado de nuevo.—
—Es lógico, en fin deja terminar porque aún tengo cosas que hacer.—
—Por cierto tu hermano te envió una carta, así que le hago entrega a mi princesa antes de que se me olvide. Creo que debería comprarles objetos modernos para que se comuniquen.—
Lina esperaba con muchas ansias las cartas que llegaban de Zahan, más que nada porque no era una simple carta. Dentro tenía un maravilloso secreto, su corazón latía muy rápido sabía que dentro de la carta había noticias de su amado Amir.