KARLO CTM

Tipo de unos 30 años, bastante culto para su edad, le gusta aprender de todo un poco, educado, siempre dice que las mujeres mandan, pues no ve el motivo para tratarlas mal ni con el pensamiento, amante de la naturaleza, la buena comida, jugar, salir y divertirse de manera sana, eso sí, de vez en cuando un buen whisky a las rocas siempre marcaba la diferencia, con una personalidad tan llamativa, que no le costaba para nada ser amado y odiado en segundos, muy distraído para darse cuenta de muchas cosas así las tenga en frente y muy astuto para ver otras cosas donde nadie las ve, suele enterarse de muchas cosas sin necesidad de mover un solo dedo, digamos que su personalidad era una bendicion, pero tambien una maldición y eso era algo que el sabia aprovechar a la perfección, también tiene una rara obsesión con los mimos y arlequines, aunque para muchos, los llamados payasos, arlequínes y mimos, son ramificados como payasos en toda su extensión, para esta historia, encontraremos de una manera muy convencional, la diferencia para cada uno de ellos

pero mikhail no venía solo, traía a sus espaldas, uno que otros gustos excéntricos y una decepción amorosa que le carcomía el alma, en lo que él llama su vida pasada, se casó con una chica a la cual amo con toda él alma, se puede decir con toda certeza que Paullete era su primer amor, él la llamaba por el significado de su nombre, para el ella era "su pequeña amada", y aunque duraron mucho tiempo juntos, las cosas simplemente no funcionaron, las diferencias entre ellos se hicieron muy notorias y los errores de la misma relación que para ese momento eran muchos, ya no los dejaban avanzar como pareja y como consecuencia, la relación se fue a pique, el quedó destrozado por varios meses, pero un buen día decidió comenzar nuevamente y de esa manera escribir una nueva página en su historia, así que solo empacó maletas y salió dejando atrás todo aquello que le hacía daño, nunca dejó de estar pendiente de su luna, pues el decía que ella era quien iluminaba sus noches.

Con una maleta llena de sueños y sentimientos en la mano, llegó a un nuevo lugar y si era cierto que Paullete seguía clava en su alma, estaba completamente seguro que a partir de ese día, todo sería diferente y no estaba tan alejado de la realidad... en poco tiempo mikhail se volvió el centro de atención en la nueva calle a la cual llegó, en el sitio se corrió la voz de un chico nuevo llegó, Con su carisma logro adueñarse de las atenciones y miradas de las mujeres más codiciadas del lugar, las mismas solo estaban acostumbras a ser el trapito de los chicos del lugar, ¿en qué cabeza cabe? qué deben tratarlas como basura para que se sientan amadas, la gente es rara... pero mikhail no sería igual al resto, no era su estilo, para el, lo más importante era ser original, ser el mismo y tenía una manera muy singular de atraer las atenciones de las damas.

uno de tantos días en su casa, el timbre sonó -TIC tock-, extrañado sé levanta de la mesa para abrir la puerta, se sorprende al ver a la chica después de abrir la puerta, pues era una de las pocas que no habían venido a saludarme y según me dijeron es una de las populares, aún no sé por qué, -pienso-, buenas tardes, señorita, ¿en qué le puedo servir? A tan hermosa dama, -pregunte con una sonrisa de manera amable-, verá usted caballero, mi nombre es Amelie, estamos organizando una fiesta de disfraces, irá toda la calle y nos gustaría contar con su presencia, ¿qué me dice?, -responde ella con una sonrisa-, pero que descortés soy, pase adelante y tome asiento por favor, ¿le ofrezco algo de beber?, -respondí mientras ella se ponía cómoda-, ay no que pena, como se va a poner en esas, -me dice ella un poco apenada-, oh no señorita, la pena solo son 4 letras, -le dije mientras le entregué un vado con jugo de naranja bien frío-, como le dije antes, esta es una fiesta que hacemos para darle la bienvenida a las personas nuevas y me gustaría contar con su presencia, ¿qué me dice, irá?, -pregunta con una sonrisa y ojitos suplicantes-, jamás podría negarme a una invitación de este tipo y mucho menos porque quien lo pide es una mujer tan hermosa como usted, no se preocupe allí estaré, ¿puedo usar cualquier disfraz o hay un patrón de vestimenta?, -pregunte mientras levante una ceja-, ella sonrió un poco al escuchar mis palabras, puedes usar el disfraz que te guste o con el que te sientas más cómodo guapo, estaré feliz de recibirte, -me dijo con una sonrisa al ofrecerme su mano para despedirse-, tomé su mano y la voltee, la acerqué a mis labios y dejé sobre su dorso un pequeño beso, mientras la observaba, pude notar que al ver mi gesto un pequeño jadeo salió de su boca, provocando en mí una sonrisa ladera, ella salió a paso lento y yo me dispuse a cerrar la puerta.

al volver a sentarme, tome la invitación en mis manos, igual no tengo nada que hacer, así que asistiré y ya se cuál será mi disfraz, -pense mientras sonreí nuevamente al ver ver la invitación -