Lana es una chica soñadora. Tu imaginación te lleva a lugares inimaginables. Te pierdes fácilmente en tus telenovelas favoritas. Un giro en el camino del destino la lleva a un lugar inimaginable.
Una comedia llena de misterios y giros.
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Capitulo 2
Lana exhalaba alegría mientras se dirigía a su hogar, moviéndose con gracia desgarbada al ritmo envolvente de su música favorita, sonando al máximo a través de sus auriculares. Jugaba con los pasos en la acera cuando un anuncio cerca de un mercado capturó su atención.
..."¡Aperitivos y chocolates en oferta!"...
"¡El día está cada vez mejor!" — murmuró para sí misma mientras daba saltitos leves, envuelta en un aura de felicidad.
La joven entró en el establecimiento, que aunque no era amplio en dimensiones, ofrecía un espacio lo suficientemente grande como para albergar todas sus golosinas favoritas.
Ella disfrutaba saboreando aperitivos mientras se sumergía en las páginas de libros y series, todo acompañado de un generoso vaso de refresco. Y por supuesto, no podían faltar sus fieles compañeros, los "chocolates", para acompañar sus maratones de novelas melancólicas.
Absorta en sus pensamientos sobre qué libro sumergirse después de descubrir el desenlace del enfrentamiento entre Clarice y el villano, Lana no se dio cuenta de la entrada sigilosa de un hombre encapuchado en el establecimiento, anunciando furtivamente un robo...
Mientras el hombre "limpiaba" las pertenencias de los pocos clientes presentes, Lana permanecía inmersa en su propio universo, concentrada en la difícil elección entre las diversas marcas de chocolate que se presentaban ante ella.
— ¡Pasa la bolsa! — vociferó el asaltante hacia Lana, pero sus palabras fueron ahogadas por la música alta que resonaba en sus auriculares.
— ¿No me estás escuchando, chica? ¡Pasa la bolsa! — repitió el asaltante, ahora visiblemente tenso e irritado.
Una vez más, Lana permaneció ajena a las demandas del asaltante. El hombre, a punto de presionar el arma contra las costillas de la chica, se quedó atónito cuando ella comenzó a moverse al ritmo de la música, como si estuviera en una discoteca y tarareando su canción favorita.
"¿Pero qué diablos es esto?" — pensó el hombre, perplejo, observando a la chica retorcerse como una lombriz en el asfalto caliente, en un intento frustrado de lo que ella misma llamaría "baile".
— ¡Eh, estás loca? ¡Quita eso...! — gritó el asaltante, arrancando el auricular de Lana.
Instintivamente, ella se giró y sin querer lanzó un codazo al rostro del asaltante, noqueándolo instantáneamente.
Todos los presentes en el lugar aplaudieron la valiente acción de la chica, sin saber que no había sido algo planeado. Los propietarios de la tienda llamaron a la policía, que llegó rápidamente al lugar y encontraron al asaltante aún inconsciente en el suelo.
Lana estaba asustada. Después de noquearlo, se dio cuenta de la gravedad de la situación. Su cuerpo temblaba por el peligro que acababa de enfrentar. Por suerte, el asaltante no le había disparado.
Los dueños del mercado, acostumbrados a ser víctimas frecuentes del mismo ladrón, expresaron profunda gratitud por la providencial ayuda de Lana. En reconocimiento, le ofrecieron un mes entero de golosinas gratis como gesto de aprecio.
"¡Casi muero, pero un mes de golosinas gratis? ¡Es la mejor recompensa del mundo!" — pensaba para sí misma, mientras escuchaba a los policías hablar sobre los peligros de resistirse a un robo.
Por fuera, Lana parecía seria y concentrada en lo que el oficial estaba diciendo, pero por dentro, tarareaba alegremente:
"¡Quién es la chica suertuda? ¡Yo soy la chica suertuda! ¡Sí, sí, yo soy la chica suertuda!"
— Puedes irte ahora, ¡pero recuerda lo que hablamos! — dijo el oficial, liberando a Lana para que pudiera regresar a casa.
Sin haber escuchado una sola palabra de lo que el oficial había dicho, la chica simplemente asintió con la cabeza, haciendo un gesto de afirmación. Tomó su pequeña bolsa y se dirigió hacia su casa.
****************
Lana, frustrada, resmungava: "¡Ah, Clarice, qué tonta eres! ¿No te diste cuenta de que Liam estaba enamorado de ti?"
Después de leer el último capítulo de su libro favorito, Lana se quedó allí, rodando de un lado a otro, entregada a la imaginación de cómo sería si fuera transportada a un mundo de fantasía. Sus ojos brillaban intensamente al concebir la idea de ser una heroína valiente o, quizás, una villana astuta.
Al verse como la protagonista de una historia épica, comenzó a ejecutar "golpes de artes marciales" en el aire, imaginándose enfrentando a algún villano malvado, tal como había hecho en la vida real. Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, revelando lo divertido que era perderse en los confines de la imaginación.
"Toc, Toc, Toc."
Un golpe en la puerta hizo que Lana despertara de sus ensueños, volviendo bruscamente a la realidad.
— ¿Quién osa golpear a la puerta de esta honorable hechicera? ¿Estás en busca de consejos o simplemente buscas la muerte? — proclamó Lana al acercarse a la puerta.
— Es el cartero, señorita Montes — respondió el cartero, familiarizado con la peculiaridad de Lana. Ya conocía la historia de la chica y creía que sus excentricidades servían como una forma de autopreservación. Después de todo, ¿quién se atrevería a invadir la casa de una "loca"?
— Ah, mi fiel informante, ¿qué te trae a mi residencia? — dijo la chica, abriendo la puerta con una sonrisa amistosa.
Carlos, el cartero, siempre se reía de la forma inusual en que la chica lo recibía. Era un punto de alivio en su día cansado y lleno de estrés.
— ¡Joven maestra, he recibido el encargo de traerte este objeto mágico que te transportará a otro mundo! — dijo Carlos, entrando en el personaje y haciendo una reverencia, mientras entregaba un par de gafas de realidad virtual acompañadas de una carta escrita por Jane.
— Vaya, ella dijo que vendría aquí. Mmm. ¿Y por qué envió una carta? ¡Podría haber llamado! — Lana se preguntaba en voz alta para sí misma. Luego, dirigiéndose a Carlos, añadió: — ¡Gracias, Carlos!
Lana se despidió del cartero con un gesto y, ansiosa, abrió la carta para descubrir su contenido.
...Lana,...
...Hubo un imprevisto: mi abuelo se enfermó y necesitamos viajar urgentemente para verlo. Esta podría ser la última oportunidad de mi madre de verlo con vida. Está muy afectada, así que decidí acompañarla. Estaremos fuera una semana, pero te estoy enviando esta carta con un regalo. Hay un juego dentro, es una versión beta que la empresa de mi padre está desarrollando. Espero que te guste y que podamos jugar juntas después....
...P.D.: ¡Conquista todos los gatitos! ;)...
...Envié la carta para mantener el misterio. Jajaja...
...Jane...
Lana sonrió al leer el contenido de la carta, aunque no le gustaran mucho los juegos, se sentía querida. Muchas personas a su alrededor se habían acostumbrado a su forma "extraña" y siempre participaban en sus fantasías.
"¡Espero que estén bien! Jane sabe que no me gustan mucho los juegos, ¿y qué quiso decir con '¡Conquista todos los gatitos!'? ¡Sospechoso!" - Lana pensó mientras subía las escaleras hacia su habitación para ver qué le había regalado su amiga.
Al conectar los anteojos al computador y colocárselos sobre los ojos, Lana fue teleportada a un mundo mágico repleto de flores, un campo abierto donde no había construcciones más allá de árboles, ríos y flores.
De repente, un pequeño gato naranja apareció flotando delante de ella.
..."¡Bienvenida a mi PEQUEÑA GRAN HISTORIA! Soy Leo, tu guía virtual. El objetivo del juego es conquistar el corazón de aquel capaz de destruir este mundo y hacerlo desistir de ese mal, mostrándole el amor que hace mucho tiempo olvidó"....
"¿Qué? ¿En lugar de derrotar al jefe final, tengo que conquistarlo?" Lana pensó mientras se fascinaba con el diseño gráfico de ese lugar.
..."Iré explicar paso a paso, por favor, presta mucha atención. Este juego de realidad virtual tiene una dificultad en el nivel S, es decir, una vez que mueras dentro de él, tendrás que comenzar desde el principio de nuevo..."...
Leo seguía explicando, pero Lana no escuchaba completamente. Estaba encantada, como si estuviera realmente en un mundo mágico. Hasta la sensación del viento pasando por su cabello era real.