Entregando Vidas... Misión Nostradamus.

Daemon:

Negué con la cabeza al ver a Nahir que se había trepado al avión de Lestad, esto no era lo planeado y menos con Santino sin vida.

Me apresuré llegando al cuerpo de Santino, Dimitri lo estaba revisando, tomó entre sus manos su traje partiéndolo en dos, negué con la cabeza, un tiro tan certero directo al corazón.

Valentina: Tenemos que llevarlo a un hospital cuanto antes.

Beida: No podemos hacer nada. Las balas de Lestad son de Mercurio.

Dimitri: Hay mucho por hacer. MI MALETIN BEIDA.. APURATE.

Dimitri metió su dedo en la herida. Me puse de cuclillas tomando su mano, negué con la cabeza viendo a Dimitri.

Daemon: No hay signos vitales.

Dimitri: Ya sé… ya sé.

Beida llegó corriendo entregando el maletín, lo abrió donde habían demasiadas inyecciones que nos podían servir aunque sea segundos contrarrestando el efecto del químico.

Sostuvo la inyección levantando, le quitó el protector preparándola. Todos estábamos atentos a lo que Dimitri hacía.

Daemon: Sabes que tengo que responder la vida de cada uno. En especial de Santino Carlucci.

Las gotas de sudor en el rostro de Dimitri caían, él mejor que nadie lo que era tener a Bastian en nuestra contra tratando de Santino.

Me miró negando con la cabeza, levanté mis manos en forma de rendición, él sabía lo que tenía que hacer.

Palpó alrededor de su corazón, podía verse como alrededor estaba quedando negro por el químico que ya lo estaba absorbiendo su cuerpo. Me puse de pie… caminaba de un lado y del otro mirando hacia el cielo.

Beida se acercó acariciando su cabello con una ternura, no es que haya algo entre ellos, pero sé de la buena amistad que se tenían y aunque para ellos en especial para Nahir era un gran problema, Beida no iba hacer nada por alejarse de él.

Dimitri metió con mucho cuidado la inyección directo a su corazón. Empezó a meter el antibiótico. Mi pecho subía y bajaba, Valentina me sostuvo de la mano.

Dimitri: Pasame la adrenalina.

Beida, metió sus manos buscando la inyección que le había pedido, aun no teníamos respuesta de Santino, necesitaba ver su pecho subir y bajar para saber que podía salvarse de esta. Dimitri preparó la otra inyección, mordió el protector arrojándolo lejos.

Presionó su cuerpo de Santino metiendo la inyección justamente donde había puesto la otra.

Pasé mi mano por mi rostro…

Santino: AHHHHHHHHJJJJJJJ…

Entreabrí mis labios acercándome a él.

Santino se removía de un lado y del otro, le debía estar doliendo demasiado la herida. Sostuvo a Dimitri de su traje atrayéndolo hacia él.

Santino: NA…

Dimitri: Calma Santino… Calma. Hay que apresurarnos. El antídoto puede traer muchas secuelas.

Entre Dimitri y yo lo levantamos, se nos dificultaba cargarlo por la herida. Conocíamos el grado de dolor que podía producir el efecto del químico.

Lo subimos a la camioneta, tanto Beida junto a Dimitri se subieron en la parte de atrás, Valentina se subió. Pise el acelerador, el tiempo aquí era vital, cada segundo contaba y más que hablamos del daño hacia su corazón.

Conocía a la perfección lo que Dimitri era capaz de lograr con sus conocimientos, mantenerlo con vida en este instante era nuestra prioridad.

Me iba de un lado y del otro, Valentina enfocaba el camino con un GPS, teníamos que dar cuanto antes con un hospital, aquí las condiciones no eran muy buenas, pero al menos podríamos mantenerlo con vida.

Valentina: Allí.

Visualizaba un hospital, al parecer era uno bueno que se veía en buen estado y no había nada que nos impidiera el paso.

Daemon: Llama a Allam, él puede hacer mucho en su territorio.

Asintió con la cabeza, tomó el móvil haciendo la llamada. Teníamos que mantener todo en paz en este lugar, no era nada más hacer por hacer, este no era nuestro territorio y nos podríamos meter en problemas y empeorar las cosas llamando la atención de las otras mafias enemigas.

Aparqué lentamente. Abrí la puerta bajando con el arma en mano, Valentina hizo lo mismo.

Los dos subimos los escalones, nos miramos con una sonrisa de complicidad, pateamos la puerta levantando nuestras armas…

- Aaahhhh.

- Ahhhhh…

Los gritos de las personas que estaban en la parte de adelante nos miraban asustados.

Daemon: UN MALDITO MEDICO.

Enfermera: sidi, la yumkinuk 'an tati 'iilaa huna bihadhih altariqati.(señor no puede entrar aquí de esta manera)

Rodé los ojos acercándome hacia la enfermera, la tomé del brazo jalando hacia mí, crucé mi brazo por su cuello apuntando su cabeza… La enfermera estaba removiéndose.

Daemon: HE DICHO QUE NECESITO UN MALDITO MÉDICO…

Doctor: Señor, tranquilícese, suelte a la enfermera, soy Médico.

Valentina: Traemos a un herido y necesitamos sus instalaciones para operarlo.

Doctor: De acuerdo.. veamos.

La puerta se abrió, Beida dio paso a Dimitri, se miraba muy mal Santino, estaba perdiendo demasiada sangre… El médico optó por llamar a varios enfermeros…

Daemon: Lárgate de aquí…

Solté a la enfermera que corrió al lado del doctor. Él asintió con la cabeza.

Daemon: él lo va a operar, pero necesito que sus enfermeros estén igual que usted… para todo lo que necesite.

Asintió con la cabeza, habían traído una camilla, Dimitri lo recostó… No le quedaba mucho tiempo a Santino, era fácil saberlo, la sangre que se veía por toda su ropa era demasiado.

Dimitri: Andando.

Corrimos hacia una de las puertas donde el doctor nos había indicado. Beida y Valentina se quedaron fuera. Ahora dependía de nosotros mantenerlo con vida. Más que nadie, el mismo Dimitri.

Entramos a uno de los quirófanos, el doctor abrió una nevera donde le entregó paquetes de sangre, este doctor ya me estaba empezando a caer bien.

Dimitri se colocó unos guantes, los enfermeros pasaron a Santino a una de las camillas…

Dimitri: SANTINO NO CIERRES LOS OJOS.

Me acerqué a él, lo miré fijamente, sus pupilas estaban demasiadas dilatadas, miré hacia Dimitri, se acercó revisando cada una de sus pupilas.

Dimitri: LO ESTAMOS PERDIENDO.

Sostuvo uno de los paquetes de sangre colgándolo.

Doctor: ¿Qué hará?

Dimitri: si no ayuda, no estorbe. Pasé unas de las charolas.

El doctor hacía todo lo que Dimitri le estaba diciendo, le tenía que extraer toda la sangre que ya estaba contaminada… colocó el transfusor… Pasó hacia el otro lado, haciendo una pequeña incisión, la sangre de Santino empezaba a salir, me acerqué viendo que ya estaba muy coagulada.

Abrió su maletín sacando otra inyección de adrenalina. Se acercó a él revisando donde ponerla. Sostuve su mano mirándolo.

Dimitri: Hay que agilizar que no siga coagulando la sangre.

Lo solté asintiendo con la cabeza. Lo inyecto.

Santino: JJJJJJJJJJ…

Daemon: Tranquilo Santino.

La sangre de Santino empezó a salir de su cuerpo a presión.

Dimitri: Otro paquete.

El doctor se movilizaba, él no entendía lo que estaba sucediendo, es más ni yo mismo, pero tener a Dimitri era para mi tener a Dios mismo frente a mí.

Se apartó quitando los guantes. Me acerqué hacia él. Salió del quirófano, se puso a lavarse las manos, se las secó poniendo un cubre boca empezando a vestirse para la operación de corazón.

Dimitri: Necesito a Siena cuanto antes.

Daemon: Es imposible, tardaría horas en llegar.

Dimitri: Daemon, la herida fue directo al corazón, Santino no va a sobrevivir.

Lo sostuve de la bata girando su cuerpo, chocó con la pared mirándome.

Daemon: HAZ LO QUE TENGAS QUE HACER PARA TENERLO CON VIDA.

Dimitri: Lo sé Daemon, pero hablamos de Mercurio en el corazón.

Daemon: Has salvado muchas vidas, NO PONGAS EN DUDA TU CAPACIDAD EN ESTE MOMENTO.

Lo solté mirándolo, respiró profundamente, se puso la bata amarrando, amarró su gorro. Caminó hacia la puerta, me acerqué oprimiendo el botón abriendo la puerta, él no apartaba la mirada de mi. El doctor le iba poniendo otros guantes para el procedimiento.

Levantó su mirada por donde estaba… el doctor estaba al pendiente junto con otro enfermero, iban cambiando uno por uno los paquetes de sangre que estaban transfundiendo, necesitaban eliminar toda la sangre infectada.

Ahora nos preocupa demasiado su corazón que fue herido de una bala. El cuerpo de Santino ya estaba preparado para empezar a ser operado.

Dimitri: BISTURÍ.

Lo miraba fijamente, conocía esa mirada de Dimitri… sostuve mi móvil buscando el contacto de Bastian. Respiré profundamente…

Llamada:

- Daemon, he estado tratando de ponerme en contacto con ustedes. Shantal está muy mal.

- ¿Qué tiene?

- Se quitó las vendas y ahora está fuera de si.

- ¿A que te refieres?

- La han sedado, quería arrancarse los ojos, no sé que tanto daño se pudo hacer.

- Entiendo.. Santino es un Alfa y está la conexión con Shantal y Nahir. Bastian.

- ¿Qué sucede Daemon?

- Perdimos a Nahir.

- ¿Qué cosa?

- Las cosas se complicaron, todo se salió de control. Estoy seguro que Santino… NO VA A SOBREVIVIR.

- ¿DE QUE DEMONIOS ME HABLAS?

- Lestad le disparó.

- LO UNICO QUE HABÍA QUE HACER ERA CUIDAR DE SANTINO.

- Bastian, lo sé. Pero era la Pendrive Central o la vida de Santino.

- Dime al menos que tenemos la pendrive Central.

Solté un gran respiro, lo difícil de tratar con Bastian en este momento no era por el saber que no tenemos la pendrive, sino que Santino esté debatiéndose entre la vida y la muerte.

- No, no la tenemos.

- MALDITA SEA DAEMON.

- Nahir se subió al avión de Lestad.

- MALDITA SEA DAEMON, MIL VECES MALDITA SEA…

Negué con la cabeza, miré hacia el quirófano viendo a Dimitri… Negó con la cabeza.

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Santino Carlucci

Daemon Gaudi

Valentina Colletti

Dimitri Fiorelli

Beida Gaudi