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Después De Todo, El Papel Es Frágil.

Después De Todo, El Papel Es Frágil.

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Época / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Triángulo amoroso / Divorcio
Popularitas:1.6M
Nilai: 4.8
nombre de autor: AMZ

En el antiguo jardín de la mansión, la mesa de té estaba meticulosamente dispuesta para dos, mientras el sol de la tarde bañaba el escenario con suavidad. El hombre, impecable en su apariencia pero distante en su mirada, apenas prestaba atención a la dama frente a él. Sus cabellos rubios danzaban con la brisa, pero su expresión reflejaba tristeza y resignación. Con voz serena pero cargada de pesar, ella deslizó un documento sobre la mesa, diciendo: "Espero que encuentre a alguien que lo ame en la medida en que usted no lo considere una molestia."

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Capitulo 1

En la majestuosa sala de la mansión Everglen, la emoción flotaba en el aire como una suave melodía. Edith Everglen, con apenas diecisiete años, irradiaba una mezcla de nerviosismo y expectación mientras se preparaba para su compromiso con el Gran Duque Lucían Beamount.

Su cabello rubio caía en suaves ondas sobre sus hombros, enmarcando unos ojos azules que brillaban con la misma intensidad que los del apuesto Duque.

La mansión estaba impregnada de bullicio y elegancia, con invitados que llenaban los salones con sus risas y conversaciones animadas. Para Edith, cada risa, cada mirada de admiración, era un recordatorio del destino que le aguardaba, un matrimonio que la elevaría a lo más alto de la sociedad.

Como hija del respetado Marqués Damian Everglen y la encantadora Marquesa Bibian Everglen, Edith había sido criada en un mundo de privilegio y deber. Su hermano mayor, Dalton Everglen, observaba con orgullo desde la distancia, consciente del peso de las expectativas que recaían sobre los hombros de su hermana menor.

Para Edith, aquel día marcaba el comienzo de una nueva vida, llena de promesas y responsabilidades. A pesar de los nervios, su corazón latía con la emoción de lo desconocido, y en aquel instante, frente al brillante futuro que se extendía ante ella, se permitió soñar con la posibilidad de un amor verdadero.

Ese fue el recuerdo que a Edith le hubiera gustado tener del día de su compromiso, pero la realidad fue completamente diferente.

Aunque la majestuosa sala de la mansión Everglen resplandecía con una suave melodía de emociones, la realidad de la mirada indiferente de su familia y el Gran Duque Lucían Beamount estaba muy lejos de la fantasía que Edith había tejido en su mente.

Mientras su cabello rubio ondeaba con gracia y sus ojos azules intentaban reflejar la ilusión, Edith percibía la falta de autenticidad en las sonrisas de los invitados y la apatía en las miradas de sus seres queridos. Su hermano Dalton, en lugar de mirarla con orgullo, apenas le dedicaba un gesto de reconocimiento, como si aquella unión careciera de importancia.

Los padres de Edith, Marqués Damian Everglen y la Marquesa Bibian Everglen, apenas mostraban emoción, tratando la ocasión como una formalidad social más que como la celebración del compromiso de su hija.

Aunque Edith anhelaba que el Gran Duque Lucían compartiera su entusiasmo, descubría en su mirada la frialdad de un compromiso conveniente más que la calidez de un amor correspondido. En medio de la elegancia y el bullicio, Edith sostenía su sueño de un amor verdadero, aun cuando la realidad la sumía en la melancolía de un compromiso que parecía ser solo una sombra de lo que anhelaba.

Aquella falta de entusiasmo y la indiferencia que rodearon el compromiso de Edith deberían haber sido un augurio sombrío de los días que le esperaban en la mansión del Gran Duque.

Tras el evento, Edith se vio obligada a trasladarse a la imponente residencia del Duque para aprender los deberes y responsabilidades que conllevaba ser una futura Duquesa.

Edith se encontraba sentada junto a la ventana, con el suave resplandor del sol filtrándose a través de los paneles de cristal, iluminando la habitación con tonos dorados. En su regazo reposaba un pañuelo que había estado bordando meticulosamente para aquel hombre con el título de ser su prometido.

- Edith: Han pasado cinco años desde entonces.

Susurró Edith para sí misma, sus palabras llevadas por el viento que mecía las ramas de los árboles.

Un leve pinchazo interrumpió sus pensamientos, y Edith se estremeció al sentir el pequeño dolor en su dedo. Al bajar la mirada, vio una gota de sangre perlada en la punta de su dedo, manchando la blancura inmaculada del pañuelo con un rojo intenso.

Con el corazón apretado por el arrepentimiento, Edith observó cómo su sangre se absorbía en el tejido blanco, como si su dolor se fusionara con los recuerdos bordados en el pañuelo.

- Edith: Lo arruiné...

Murmuró en voz baja, reconociendo la amargura de las decisiones pasadas que habían llevado su vida por un camino que nunca deseó.

Edith se sumió en la introspección, sus ojos azules perdidos en el horizonte mientras la sangre seguía manando de su dedo herido. Se preguntaba en silencio, en medio de la habitación iluminada por el sol, dónde había comenzado a torcerse el camino que la llevó a este momento de melancolía y dolor.

- Edith: [¿Fue cuando dejé que él viera mis sentimientos?]

Se cuestionó, recordando los momentos en los que había mostrado su vulnerabilidad al Gran Duque Lucían Beamount, esperando a cambio un destello de reciprocidad que nunca llegó. La duda se instaló en su mente, creando fisuras en la confianza que había depositado en un amor que parecía más un espejismo que una realidad tangible.

Otra voz interna le susurraba que tal vez no era lo suficientemente buena, que sus esfuerzos por complacer al Gran Duque no habían sido suficientes para ganarse su corazón. Una sensación de insuficiencia la embargó, como si estuviera atrapada en un eterno ciclo de intentar ser lo que él deseaba, sin éxito.

Edith apretó los labios con fuerza y estrujó el pañuelo en sus manos, sintiendo la textura áspera entre sus dedos. Se preguntó si todo había comenzado a desmoronarse desde el mismo instante en que puso su firma en aquel contrato, comprometiéndose a una vida que ahora se le antojaba fría y desolada.

- Edith: Lucian Beamount.

El nombre del Duque salió de sus labios con una mezcla de dulzura y amargura. La frustración se reflejó en sus ojos, una lucha interna entre el amor que sentía y la realidad implacable que la envolvía.

Una suave brisa acompañaba el silencio de la habitación mientras Edith se sumía en sus pensamientos. De repente, el sonido de la puerta al abrirse interrumpió su introspección, y una doncella entró sin llamar, rompiendo la calma con su presencia.

Edith frunció levemente el ceño ante la falta de modales de la doncella, pero rápidamente recordó que en aquel lugar su presencia no era deseada por nadie más que ella misma.

- Doncella: El Duque ha regresado.

La noticia se transmitió de manera poco decorosa, como si la doncella careciera de las formas adecuadas para dirigirse a su Señora. Sin embargo, Edith simplemente asintió con resignación, como si la llegada del Duque no fuera más que un suceso rutinario.

- Doncella: Quiere que la ayude a arreglarse para la cena.

La doncella ofreció su ayuda con un tono desinteresado, asumiendo que Edith seguiría su rutina habitual de prepararse meticulosamente para encontrarse con el Duque. Pero esta vez, Edith respondió de manera inusual.

- Edith: No es necesario, puedes retirarte.

Las palabras de Edith sorprendieron a la doncella, quien esperaba la habitual solicitud de ayuda para lucir impecable ante el regreso de su prometido. Sin embargo, Edith parecía haber dejado de lado las formalidades. Era evidente que algo en ella había cambiado.

La doncella, desconcertada, se retiró de la habitación dejando a Edith sumida en sus pensamientos.

Edith suspiró con pesar mientras su mirada se perdía en el horizonte. Un silencio llenó la habitación antes de que, con determinación, murmurara para sí misma.

- Edith: No será tan malo.

Aunque sus palabras intentaban infundir ánimo, sus ojos revelaban la lucha interna entre la resignación y la esperanza. Forzó una sonrisa en su rostro, como si tratara de convencerse a sí misma de que las cosas podrían mejorar, aunque en lo más profundo, la sombra de la desilusión persistiera.

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Luz Maria Rodriguez
Muy buena novela, felicidades autora que sigan los éxitos
Luz Maria Rodriguez
Que prueba tan difícil y que valor de Edith al herirse ella misma pues no quería caer en las manos de Lucian que prefería la muerte antes de volver con él pues su indiferencia acabó con el amor que ella le tenía y ahora ama a Cedric
Luz Maria Rodriguez
Pobre César, otro más que muerde el polvo, caiste bajo el encanto de Edith no pudiste evitarlo a sabiendas que es la esposa de tu mejor amigo, pero en el corazón no se manda
Luz Maria Rodriguez
Ya descubrieron el plan del duque, ahora sí haber de que forma va a actuar el príncipe o el 👑 Rey directamente pues ya sabe todo lo que se está gestando en contra del Reino y deben de poner orden y enjuiciar a los traidores, gracias a ti Edith que eres muy astuta y desconfiada es que se supo todo el plan que tiene el duque para quitar de enmedio a toda la familia real y quedarse el con el trono, de seguro su cabeza distorsionada ya está pensando que hará cuando sea el 👑 Rey
Luz Maria Rodriguez
Es increíble la terquedad del duque inició una guerra por querer tener otra vez a Edith y deshacerse de Cedric pero lo que no me cabe en la cabeza es que su padre también esté involucrado en esa conspiración y no por eso van a ser inocentes de esa guerra que ha empezado por causa de ellos poniendo a todo el Reino en esa situación y no sólo a Cedric en el campo de batalla sino también los soldados que luchan junto con El para que el Reino este resguardado de toda acechanza del enemigo, espero que el 👑 Rey les de su merecido por traidores, por traición al reino y a toda la población inocente que estos malnacidos han involucrado en sus planes de venganza contra Cedric y todo eso porque Edith dejó al bastardo duque
Luz Maria Rodriguez
Lo que pensé desde un principio que Edith no era hija de Bibian por eso su odio en contra de ella y el marqués que se da baños de pureza le fué infiel a su mujer por eso Bibian odia a Edith así que ella jamás disfrutó de una verdadera familia porque era un recordatorio para Bibian que era hija de la amante del marqués, y ahora que se desvaneció y perdió el conocimiento es casi seguro que está embarazada
Luz Maria Rodriguez
Que fácil para su padre decir que Cedric va a morir en batalla y que debe regresar con el duque, que tiene en la cabeza este hombre para según El regresar con el duque es lo mejor que Edith puede hacer, aunque sea tu padre no aceptes Edith y espera por Cedric y al bastardo del duque como no pudo abusar de tí está valiéndose del marqués para imponer su voluntad en contra tuya
Luz Maria Rodriguez
Tu también César no vayas a caer ante el encanto de Edith, recuerda es la esposa de tu mejor amigo, así que desvía tu interés a otra persona que no sea ella
Luz Maria Rodriguez
Creo que a César se le olvidó el encargo de Cedric de cuidar de Edith y que ella tampoco lo supiera, pero que bueno que llegó a tiempo al rescate de ella porque es casi seguro que Lucian hubiera abusado de ella pues no es lo mismo la fuerza de un hombre al de una mujer y ella es una señora refinada y Lucian está loco porque la perdió y quiere recuperarla pero su oportunidad ya pasó se dilató cinco años para darse cuenta maldito bastardo sólo la hizo perder todo ese tiempo y nunca se decidió yo creo que pensaba desposarla hasta que le diera su regalada gana pues no hizo intento por casarse y los años se estaban yendo y la juventud también. Así que fué lo mejor que pudiste hacer Edith deshacerte de Lucian
Luz Maria Rodriguez
Verdaderamente Lucian se volvió loco es un sicópata y debes tener mucho cuidado Edith necesitas traer un guardaespaldas a tu disposición porque el día menos esperado te vuelve a dar otro susto y no sabes si ya estás embarazada de Cedric porque relaciones han tenido y quizá todavía no sientas síntomas
Maria L Collado
no me gusta las mujeres no somos tan sumisas pero es novela
Luz Maria Rodriguez
No te arriesgues Edith en ir a esa fiesta es una trampa de Lucian y tomó a Flora de anzuelo para hacerte caer e ahí la manera de querer acercarse a tí y no le importa que seas una mujer casada, es un completo imbécil según él se cree muy listo
Luz Maria Rodriguez
Te estás saliendo del huacal duque y no creo que te vaya a ir muy bien, solito te estás poniendo la soga al cuello al querer que manden a Cedric a investigar y que vaya a ser atacado pues eso es lo que quieres que pase y si es posible lo maten para que Edith quede viuda y tú aprovecharte de la situación pero tus planes no van a salir a flote como tú lo deseas Lucian te va a pasar lo mismo que a Jasmine, vas por lana y vas a salir trasquilado
Luz Maria Rodriguez
Ya ha de estar enterado el príncipe de la traición del duque, por qué cuál sería la razón que fuera tan urgente que se reportara
Marita Araya
Termine otra obra maravillosa tuya.. Felicidades.. Ahora me iré a dormir porque por tu culpa querida autora no he dormido nada por estar leyendo Jjaaj..
Marita Araya
Jajajajajajs oye pervertido, la vas a romper kajaaj, pero me gusta, sabes que? Provecho, que disfruten el desayuno, almuerzo y cena..
Luz Maria Rodriguez
Muy bien Edith te comportas te de manera razonable y a Jasmine no le queda de otra que aceptar tu sugerencia, si no quiere quedar mal ante los demás
Luz Maria Rodriguez
Bueno Jasmine fuiste por lana y saliste trasquilada tu y tus amigas que intentaron poner en ridículo a Edith y lo mejor que ella se comportó de manera muy amable, sólo que cuando quisieron hablar de su esposo no las dejó y les dió cachetada con guante blanco al decirles que eran unas maleducadas hablando de las personas cuando no estaban presentes y como no hallaban Jasmine como hacerla sentir mal y humillada te quisiste pasar de lista al ofrecerle te para dejarle caer la jarra encima pero no te salió tu truquito porque Cedric la movió a tiempo y a tí te lanzó una mirada fulminante que te dejó fría
Luz Maria Rodriguez
Eres un maldito desgraciado Lucian, al escribir una carta al reino enemigo estás buscando una confrontación para que se desate una guerra y que Cedric tenga que acompañar al príncipe y que Edith se quede sola y aprovecharte de ella, sólo espero que el Rey enemigo no acepte tu propuesta o mejor dicho que tú asistente no envie la carta porque te estás comportando como un traidor y eso trae graves consecuencias, no estás haciendo las cosas en tus cinco sentidos y te vas a arrepentir cuando ya no haya remedio
Marita Araya
Aaaahhh.. Me muero, muerta estoy, me voy a moricir jjaj
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