Cuando entre al despacho ahí estaba el emperador, sentado trás su escritorio, estaba con un señor canoso, que al verme hizó una reverencia.
???: Saludos a su majestad luna del imperio.
Victoria: Buen día.
Nicolás: Eso es todo.
???: Si su majestad. De nuevo hizó reverencias y salió.
Me quedé de pie frente al emperador, no sabía como iniciar la conversación. Él me miró y frunció el ceño.
Nicolás: ¿Qué pasa?, ¿por qué te ves de esa manera?.
Victoria: Bien...ah... hay algo de lo que quiero hablar contigo.
Nicolás: Siéntate, te escucho.
Me senté frente a él y me puse muy nerviosa.
Victoria: Verás... ¿Existe la posibilidad... de... (levantó una ceja curioso por lo que estaba por decir) que me des el divorcio?.
Y la calma se fue... Su rostro se tornó oscuro, muy oscuro, sus ojos se volvieron fríos, tenía una mirada asesina, no lo voy a negar me puse muy nerviosa, me dio miedo su expresión.
Nicolás: ¿El divorcio, dices?. Preguntó con un tono bajo pero mortalmente frío.
Victoria: Si... lo he pensado bien y... tú no me amas y yo a ti tampoco, entonces... ¿no sería mejor divorciarse?.
Una vena sobresalía en su frente, Dios, está enojado pero ¿por qué?, es beneficioso para ambos¿no?.
Nicolás: No. Dijo sin más.
Victoria: Pero...
Nicolás: ¡DIJE QUE NO!, entiende algo Victoria... (se levantó de su asiento y caminó hasta quedar frente a mí, se inclinó para quedar frente a mí y tomó mi barbilla entré sus manos) Tú eres mi esposa y eso no va a cambiar nunca, así que saca esa idea de tu cabeza, no te voy a dar el divorcio, no me vas a dejar, ¿quedó claro?.
Me perdí en su mirada unos segundos, se veía tan decidido, pero ¿por qué?, ¿no se supone que no me ama?, ¿por qué no me deja ir?. El dolor que provocaba su agarré en mi barbilla me hizó volver a la realidad.
Victoria: Sueltame...
Me miró por unos segundos más y por fin me soltó, se giró para regresar a su asiento y sin mirarme dijo.
Nicolás: Si eso era todo puedes irte, aún tengo trabajo que hacer.
Sabía que no iba a conseguir nada en este momento, por lo que me levanté y salí de aquel lugar, tendré que conseguir mi libertad de otra manera.
Narra Nicolás...
Victoria vino a pedirme el divorcio... ¿Por qué?, ¿qué cambió de repente?, soy consciente de que no he sido el mejor esposo pero... Nunca me había dado cuenta de lo que sentía por ella, me di cuenta el día que la atacaron, intenté llegar a ella y salvarla, sin embargo, en mi camino se interpuso Amalia y en ese instante hirieron a Victoria, me sentí horrible, un miedo inexplicable inundó mi cuerpo, miedo a perderla, en ese instante me di cuenta de que la amaba, la amo, quiero cambiar mi situación y recuperarla, pero, desde ese día algo cambió en su mirada, ya no está el afecto con el que me veía antes, estos días no dejaba de pensar ¿y si ella ya no me ama?, ¿y si no vuelve a ser la misma aún cuando haya recuperado la memoria?, eso me aterraba, pero trataba de no pensar en eso.
Anoche cuando me dijeron que ella no iría a mi habitación me sentí muy mal, quería verla, quería tenerla cerca sin importar que, por lo que fui a su habitación. Tengo que admitir que no pude dormir, estuve observandola toda la noche, es hermosa, poco a poco entró en mi corazón sólo esperaba que no fuera muy tarde para conquistarla, tendría toda la vida para compensarla y... amarla.
Sin embargo, ella vino a mí nada más y nada menos que a pedirme el divorcio... No, no, no, no puedo perder a Victoria, ella siempre estuvo bien a mi lado a pesar de que me portaba mal con ella ¿por qué me pide el divorcio ahora?, otra vez el miedo se apoderó de mi cuerpo, no quiero perderla, no lo haré. Quiero pasar el resto de mi vida compensando mis errores con ella, la amo y no pienso dejarla ir nunca...
Nicolás: ¡Andrew!. Él es mi asistente, el hombre canoso con el que hablaba cuando llegó Victoria.
Enseguida entró.
Andrew: Dígame, su majestad.
Nicolás: Investiga que hizó hoy la emperatriz, ¿qué hizó?, ¿con quién estuvo?, todo su día, lo quiero saber.
Andrew: Si su majestad. Sin más salió.
No sé que le pasa a Victoria pero lo voy a averiguar, algo o alguien tuvo que haber influido en su estúpida idea de divorciarse de mi. Momentos después regresó Andrew y me informó todo, y ahí estaba mi respuesta... Amalia, después de decirle una sarta de estupideces a Victoria, ella vino a mí pidiendo el divorcio... Amalia, Amalia, maldita sea, nunca pensé que me traería está clase de problemas.
No puedo dejar que siga molestando a Victoria, si lo sigue haciendo el deseo de Victoria por conseguir el divorcio se hará más grande y no estoy dispuesto a dárselo, no permitiré que se vaya de mi lado, no la dejaré ir. Creo que es hora de que mi harén desaparezca.
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Comments
Lita Wellington
Llegaste tarde papacito
2024-12-18
0
PAOLA RODRIGUEZ
Maravillosa historia como cambia la trama cuando crees saber cómo se decanta el personaje hace un giro inesperado.😍😍😍
2024-03-16
1
Fiorela 🌹🌼🌺🌷🌸
apenas llevamos 3, faltan 4 🤣🤣🤣😁
2023-09-19
0