Las chicas se miraron entre ellas y luego me miraron de manera nerviosa, esperaban mi respuesta.
Victoria: ¿Estás loco?, no dormiré contigo.
Nicolás: No lo voy a repetir, salgan.
Aún no muy convencidas las chicas recogieron todo y se fueron, las ví irse y quise ir tras ellas.
Victoria: ¡NO ME DEJEN!, traidoras... Pero antes de poder alcanzarlas el emperador me detuvo tomándome de la cintura.
Nicolás: Dejalas, quiero...
Victoria: Sueltame... no me toques. No pasaría la noche con este sujeto, nisiquiera lo conozco.
Nicolás: ¿Por qué no?, soy tu esposo. Dijo mientras se acercaba a mí con una sonrisa descarada.
Victoria: En esté momento sólo eres un desconocido, así que alejate.
Nicolás: Que no lo recuerdes no quiere decir que dejes de ser mi esposa... Además ya es hora de tener herederos.
Quedé arrinconada contra la pared, esté hombre está muy cerca. Si es muy guapo y todo, pero no lo conozco, además es un mujeriego. Sacudi mis pensamientos y lo miré directamente a los ojos.
Victoria: Yo aún no me siento lista para tener hijos, no quiero.
Su cara se oscurecio, su mirada se volvió fría.
Nicolás: Victoria, no agotes mi paciencia, quiero ser gentil pero si me la pones difícil tendré que hacerlo por la fuerza.
Victoria: ¿Por qué haces esto?, antes nunca mostraste interés en mí y ahora haces esto ¿qué te pasa?.
Su rostro se relajó gradualmente y se alejó de mí, parecía pensar en mis palabras. Se sentó en la orilla de la cama.
Nicolás: Ni yo lo entiendo... Es sólo que...
Victoria: ¿Qué pasa?. Dije desde donde me quedé, no quería acercarme tanto, no era seguro.
Nicolás: No, no es nada, sólo... vamos a dormir.
Se quitó los zapatos y su capa la colgó en una especie de perchero, ya traía puesta ropa cómoda para dormir y se acostó ¿de verdad tengo que dormir con él?, pero si no lo hago sería raro. Después de pensarlo un momento tuve una idea. Tomé su capa, y la acomode en medio de la cama, funciona bien como una eapecie de barrera.
Él me miró con el ceño fruncido.
Nicolás: ¿Qué haces?.
Victoria: Éste es mi lado de la cama, y ese es el tuyo, no puedes sobrepasar la línea.
Él tenía las manos por debajo de su cabeza, me miró por un segundo y al final terminó riendo.
Nicolás: ¿Y si eres tú la que pasa la línea?.
Victoria: No lo haré, no duermo mal, así que buenas noches. Me acosté y le di la espalda, pensé que sería incómodo dormir, pero sorprendentemente me quedé dormida al instante.
A la mañana siguiente cuando desperté el emperador ya no estaba y por lógica tampoco su capa, pero estoy segura que no intentó nada. Las chicas entraron y al ver todo en orden se pusieron a trabajar, me ayudaron a ponerme un vestido color beige y sorprendentemente también había una capa a juego con ese vestido. Me maquillaron igual de natural que ayer y me hicieron dos trenzas en el cabello, pero está vez la mitad quedó suelto. Desayuné en mi habitación y salí al jardín, era un lugar muy bello, y todo estaba blanco nunca había visto un lugar así. Estaba caminando cuándo una voz me llamó por detrás.
???: Buenos días su alteza.
Me giré y ví a una mujer de cabello negro, piel blanca y ojos café oscuro. Era bonita, sin embargo, no me da buena espina.
Victoria: ¿Buenos días?. Pregunté un tanto confundida.
Escuché maldecir a mis doncellas, al parecer mi corazonada era correcta, no es una mujer fiable
???: Entonces es verdad, su majestad no me recuerda.
Victoria: ¿Por qué debería?.
Se molestó ante mi comentario, lo siento pero es la verdad.
???: Déjeme presentarme soy Amalia Worsley, la CONCUBINA PREFERIDA del emperador.
La miré atentamente, bueno no es algo que me interese, no es más bella que Victoria pero supongo que alguna buena cualidad a de tener para haber logrado conquistar al emperador, sea lo que sea no es asunto mío.
Victoria: Bien, un placer, no hace falta que me presente pues ya me conoces... ¿algo más?. Parecía que quería decir algo más, por eso lo pregunté.
Almira: Si... sé que pasó la noche con su majestad...
Victoria: ¿Y?.
Almira: No se haga ilusiones su majestad, el emperador nunca la amara, él me ama a mí.
Solté una ligera carcajada, está chica me recuerda a las amantes descaradas de las novelas de mi época. Al parecer mi risa la molestó.
Victoria: No sé porque lo dices y honestamente tampoco me importa, si tú amas al emperador y él te ama a ti no tienes porque preocuparte, te pido que dejes de molestarme con esas cosas y te dediques a otra cosa, si me disculpas. Me giré y la dejé con la palabra en la boca, mis chicas comenzaron a reír y casi puedo jurar que la escuche rechinar los dientes.
Berta: Bien echo su majestad.
Adela: Fue divertido ver como se le deformaba la cara del enojo.
Dalia por su parte no dejaba de reír.
Me quedé pensando por un momento, ¿tendré que aguantar esté tipo de situaciones siempre?, si no llegó a salir de aquí... No quiero soportar todo esto, ahora fue Almira, mañana será otra de las concubinas y así día a día, yo no quiero esto, quisiera ser libre el tiempo que esté aquí.
Victoria: ¿Existe... alguna manera de divorciarme del emperador?
¿QUÉ?. Contestaron las tres al unísono.
Berta: ¿P-por qué pregunta eso de repente?.
Victoria: No quiero tener que aguantar este tipo de situaciones todos los días chicas, quiero ser libre, no quiero estar atada a alguien que no amo y que no me ama, quiero vivir tranquila el tiempo que este aquí.
Las tres me miraron con una mezcla de emociones reflejadas en sus rostros.
Adela: Sólo el emperador puede autorizar el divorcio y después la iglesia su majestad. Dijo apenas en un susurró.
Victoria: Bien... vamos.
Dalia: ¿A dónde su majestad?.
Victoria: A ver al emperador.
Ellas me guiaron hasta el Palacio principal, específicamente al despacho del emperador. Me anunciaron y casi enseguida me dejaron entrar.
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Comments
Osorio Elizabet
No es amalia 🤔
2024-05-29
1
Marthamaria García
abigail era mas conciente, a esta se le safo un tornillo enserio yo disfrutaria mi posicion y lindo chicos
2023-06-02
0
Dorys Rey
AMALYA O ALMYRA ?
2023-02-28
0