Primer noche.

Los concubinos se eligieron, se mandó un comunicado para informar a los elegidos y que estén preparados, pues es unos días se llevará acabó la ceremonia donde se les nombrará concubinos oficialmente. El harén de la emperatriz está detrás del Palacio de la emperatriz, por lo que queda relativamente cerca, se ha mandado a preparar, pues llevaba años sin usó, todo marcha bien.

Por su parte Nicolás se ha mantenido alejado, me han informado que se la pasa trabajando día y noche, pareciera que está trabajando en algo grande pues el trabajo lo está acabando, aunque no sé que es, lo ha mantenido sólo para él.

También he conocido a otras de las concubinas de Nicolás, algunas se presentaron con una sonrisa cínica al igual que Amalia, y otras lo hicieron con expresiones más sinceras, no lo sabía pero al parecer el harén de Nicolás cuenta con diez concubinas, ¡DIEZ!, yo pensé que cinco concubinos eran demasiados, pero no, al parecer son pocos.

Días después por fin llegó el día de la ceremonia, todo fue preparado sencillo pero elegante, todo es perfecto. A la ceremonia asistirán los señores del consejo, por supuesto los concubinos y sus acompañantes. Por obvias razones, el emperador debe estar presente como un signo de aprobación y buena voluntad hacía los concubinos, no sé si la presencia de Nicolás sea realmente para expresar sus buenos deseos... No, no lo hará por eso, sólo lo hará por compromiso.

Para la ocasión las chicas me pusieron un vestido color rojo, con los hombros descubiertos que dejaban expuesta mi piel blanca, la falda del vestido era un poco más amplía que la de los vestidos habituales; me hicieron un moño alto que se veía muy elegante, mi maquillaje también fue muy sofisticado resaltando de manera natural mis ojos grises y dejando a la par los labios rojos hidratados. En mi cabeza colocaron una corona sencilla pero muy bonita con diamantes sin color y por último colocaron una capa que cubría parte de mis hombros y mi espalda, que arrastraba cada que caminaba, la capa era del mismo color del vestido y por las orillas tenía piel blanca. Tengo que admitirlo, me veo preciosa, bueno, Victoria por si sola es hermosa, pero hoy se ve espectacular.

Caminé hasta la sala dónde ya estaban todos los invitados, los concubinos venían con trajes, muy elegantes todos, tengo que reconocerlo, son hermosos. También ya estaba ahí Nicolas, llevaba un traje azul marino con camisa y detalles blancos, también traía puesta su corona y una capa igual a la mía. Tenía cara de pocos amigos, tenía una expresión de amargura en su rostro.

Como siempre me anunciaron y todos saludaron con una reverencia. Me senté al lado del emperador, durante todo el trayecto de la puerta a mi lugar sentí muchas miradas puestas en mí, en especial la de los concubinos y la del emperador. Andrew se encargó de iniciar la ceremonia, dijo un montón de cosas que no entendí y otras a las que no puse atención pues era aburrido. Estaba distraída viendo hacía otro lado cuando por inercia volteó hacía donde están los concubinos y todos ellos me miraban atentamente. El primero era el rey mercenario quien me miraba con una pequeña sonrisa en su rostro, lo cual provocó que mi rostro comenzara a arder; el segundo era el hijo del comandante quien me miraba con una expresión complicada; En medio estaba Alexander quien me miraba con una sonrisa ladina en el rostro, pero no sólo me miraba a mí, también veía de reojo a Nicolás de manera desafiante; a su lado se encontraba Nain quien me observaba con una sonrisa amable y sincera, es muy hermoso; y el último el hijo del líder del pueblo, quién me veía nervioso y desvió la mirada en cuanto nuestras miradas se cruzaron, era realmente adorable.

Después de tanta palabrería Andrew colocó sobre un estante los documentos oficiales que debían firmar los concubinos y yo por supuesto. Me levanté de mi asiento y primero nombraron a Alexander el cuál pasó a firmar y se le colocó un anillo, es interesante, desde éstos tiempos ya se acostumbraba poner un anillo, que bien, pero sólo lo usaban ellos ¿se imaginan ponerme 6 anillos de matrimonio en la mano?, sería gracioso. Después pasó Nain, después Elián, seguido por Yerik, y al final Zyan quien después de firmar y ponerse el anillo me susurró de manera que sólo yo pudiera escuchar.

Zyan: Te lo dije. Sonrió levemente y regresó a su lugar.

Éste chico es raro, pero bueno, me será de ayuda. Después de la ceremonia se llevó a cabo un banquete y todo transcurrió con normalidad, después de eso me dirigía a mi habitación y en la puerta de está me encontré a Nicolás recargado en el marco.

Victoria: ¿Qué haces aquí?. Tal vez tenga algo importante que decir.

Nicolás:...

Se veía triste, quería decir algo, pero no lo hizó.

Victoria: Bueno si no es así...

Intenté entrar a mi habitación pero, de la nada Nicolás me abrazó por detrás, colocando sus manos al rededor de mi vientre y su cabeza enterrada en mi cuello.

No sé que pasó pero... mi corazón comenzó a latir muy rápido, era raro, ¿por qué me siento así?, digo ni siquiera lo conozco, tal vez... ¿sean los sentimientos de la original Victoria lo qué esté sintiendo?.

Nicolás: No durará mucho.

Victoria: ¿Qué...?

Nicolás: No dejaré que el harén duré demasiado, así que no te acostumbres. Dejó un suave beso en mi cuello y se fue.

Esté tipo es muy complicado, negué ligeramente con la cabeza y entré a mi habitación; Berta y las chicas prepararon un baño para mí y me coloqué un camisón para dormir, cuando terminaba de secar mi cabello noté que las chicas me miraban expectantes. Fruncí el ceño y las mire atentamente.

Victoria: ¿Qué ocurre?.

Dalia: Hoy es la primer noche su majestad.

Victoria: ¿Qué?.

Adela: Hoy es la primera noche de los concubinos, debe elegir a uno para pasar la primer noche, posteriormente deberá visitar a los otros.

Es verdad, lo había pensado mucho, pero es mucho más difícil ahora que de verdad va a ocurrir. Pero ¿a quién debería elegir?...

Después de pensarlo bien, me decidí.

Victoria: Iré con Nain.

Las tres sonreían ampliamente, cepillaron mi cabello, me aplicaron algunas cosas en el rostro y parte del cuerpo que he dedecir olía a rosas, Dios esto es muy vergonzoso. Me cubrí con una bata larga, y me colocaron una capa que terminaba por cubrir todo, me puse unos zapatos cómodos y me dirigí al harén. La construcción parecía un castillo un poco más pequeño que el mío pero por dentro en el centro estaba despejado y había un pequeño patio con una fuente en el centro, es lugar es muy hermoso. Me guiaron hasta la habitación de Nain dónde se encontraba un guardia en la puerta, después de anunciarme la puerta se abrió y me dejaron entrar, la puerta se cerró y los nervios me invadían.

(Chicas he leído comentarios muy variados, pero ustedes opinen, ¿Dejó que Victoria se divierta como se debe con los concubinos o que vayan más despacio?, lo preguntó porque he visto que algunos apoyan al emperador y otras están a favor de los concubinos, entonces quiero saber su opinión).

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