capítulo 10- entrenamiento

Jiro dio cada detalle del chico que buscaba al dibujante, cuando el retrato estaba listo, se los enseña a los eunucos que trabajan para él, cada uno lo miro, pero, hay tanta gente en el palacio que poco de ellos conocen a todos, hasta que el mayor de ellos, se fija bien en el retrato.

- creo que lo conozco. Se parece al general Takashi.

- ooohhh! Bien hecho viejo, cuéntame lo que sepas.

- es el general más joven, se llama Takashi Yuu, su padre también fue un general, es muy respetado, su familia ha servido a la familia imperial por años.

- interesante, quiero verlo, viejo, ve por él, dile que el bello tercer príncipe lo busca.

El eunuco acata la orden, enviando a dos de los suyos para buscar al general, aunque, también envía a uno para decirle al rey sobre las locas ideas del príncipe, tal vez sea una idea tonta, pero prefieren avisar, a ser castigados; mientras regresan con el general, se fue a meter a la bañera, ya necesita un baño, aunque, pese a los días que lleva ahí, aun no se acostumbra del todo a ese cuerpo.

- debí reencarnar en una bella princesa, no en esto.

Se toca el pecho, esta todo plano, no es justo, además ese príncipe, se nota que jamas en su vida ha hecho ejercicio, esta plano, no tiene ni un solo músculo, además no parece enfermo ¿la enfermedad se habrá ido con el alma? Esa sería una posibilidad; ya lo ha decidido, quiere entrenar ese cuerpo, necesita algo de músculo, incluso cuando era una chica, temía un cuerpo bien torneado, usará el entrenamiento como excusa para tener al general a su lado.

Por otro lado, Jin ya esta haciendo ejercicio desde la mañana, si quiere venganza y sobrevivir, debe ser fuerte, aunque necesita también inteligencia. Para entrenar hizo que le trajeran pesas y demás equipo, que tomaron prestado del ejército, las doncellas siguen un poco extrañadas por la actitud de la reina, pero era mejor hacer lo que pedía, así evitaban que tratara de salirse.

- alteza, el rey ha llegado a verla, hay que prepararla.

- ¿que? No soy una mujerzuela. Déjenlo esperando en la sala.

- alteza, debe cambiarse y recibir al rey. No puede verla con esa ropa.

- ya dije que no le veré, dejen que se aburra y se vaya.

Ignorando a las mujeres, continúa golpeando el saco de arena, necesita todo el tiempo posible para entrenar, en eso estaba cuando la puerta de la sala se abre, era el rey quien se había fastidiado de esperar, pero, se lleva una nueva sorpresa al ver todos esos objetos en la sala, además de haber visto a la reina, golpeando un saco de arena.

- ¿que esta haciendo? Reina, esto...

- ¿que? Estoy encerrada, necesito en que ocuparme ¿que quiere? No tengo tiempo que perder con usted.

- reina, solo vendo a decirle, que debido a su declaración de ayer, los ministros piden bajarla del trono.

- perfecto, es lo que quiero...

- reina, yo no pienso dejar que te bajen del trono.

- oh! Cierto, no, no, espera, aun no, necesito esta posición para limpiar mi nombre.

- insiste con lo mismo, solo deje pasar eso, intentemos llevarnos bien.

- que ridículo, no soy la reina a quien le hubiera gustado escuchar esas palabras.

- Jin...

El rey le tomó de las manos, mirándole con preocupación, ha cambiado tanto, siente como si estuviera parado frente a una persona totalmente diferente.

- no me toque, esas manos son las mismas con las que toca a mi fea hermana.

Aparta sus manos haciendo una expresión de disgusto, incluso aparta y las limpia con una toalla húmeda que tenía cerca, para después ignorar al rey y volver a golpear el saco de arena, en nombre de la verdadera Jin, va imaginar que ese saco es el rey.

El rey se queda ahí, observando, nunca imaginó ver a la reina, entrenando de esa manera, en verdad debe estar muy afectada por todo lo sucedido, sobre todo, por la muerte de su amante; apretó los puños del solo pensar que Jin pudo haber estado con el segundo príncipe, aun recuerda el día de la ejecución, Jin no dejaba de gritar y pedir piedad por él, incluso tuvieron que sujetarla cuando intento subir al escenario de ejecución.

- ¿por qué? ¿Por qué él? Habías dicho que me amabas...

- hasta ese momento cuando puso esa soga en su cuello, ella te amo.

Pese a que el alma ya no esta, aun tiene esos recuerdos de los últimos momentos de vida de la reina, debió sentirse tan traicionada y dolida, como para recurrir al suicidio, pobre chica, en verdad merece que haga justicia por ella. El rey se había quedado callado, así estuvo por un momento, hasta que quiso acercarse a Jin, pero ella se aparto, debido a ello, el rey tuvo que darse la vuelta y salir de ese lugar.

(ha sido el último capítulo por hoy, aquí ya es media noche, mañana trabajo, así que ya me retiro a dormir, espero les haya gustado este mini maratón. buenas noches 😴)

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***