capítulo 9- me vengare

Y ahí esta de nuevo, donde empezó, encerrada en esa mansión, estúpido rey, ahora entiende porque la dueña del cuerpo se suicido ¿quien aguantaría estar casada con un idiota? Iba de un lado a otro en la habitación, ahora su única preocupación es sobrevivir en ese lugar, pero al menos sabe que su hermana esta viva y eso, es lo que más le preocupaba.

Por otro lado, el rey estaba en su habitación, desde que regreso del salón del trono, no ha podido concentrarse, sigue pensando en la actitud tan descarada de la reina, era un cambio enorme, pues hoy le miro a los ojos, le grito e incluso golpeo a la concubina real, aun en su presencia. Incluso recordó el momento cuando dijo que renunciaba a su puesto de reina, si los ministros toman en serio sus palabras, podrían querer bajarla del trono.

- ¿que pretendes, Jin?

Se llevó la mano en la frente, suspirando de manera pesada.

- iré a ver a la reina.

Se puso de pié para salir de la alcoba, seguido de un grupo de sirvientes, debe hablar a solas con Jin, saber que pretende actuando de la manera en la que la hizo en el salón del trono. Jin había salido al jardín, necesita refrescar su mente o más bien pretendía huir de nuevo, pero las doncellas le vigilan como un grupo de águilas vigilando a un ratón; se quedo cerca del muro en cuclillas, mirando hacía arriba, necesita que las mujeres se confíen y entonces, subir rápidamente por el muro, esta seguro que su hermana también esta intentando escapar, pero, esta muy lejos de la verdad. Jiro esta recostado en un sillón bajo la sombra de una carpa, en el jardín, mientras bebé una copa de sake y los guapos guardias le abanican, acaba de encontrar la ventaja de ser un príncipe, puede tener un harem de chicos guapos, aunque la desventaja es que no puede tocarlos como quisiera, pero algo es algo.

- y como te decía, vi en ese salón a un guapo y varonil chico, quiero un dibujante, necesito saber quien es.

- c-claro alteza, traeré al mejor dibujante del país.

- perfecto, que sea pronto, porque ese chico, será el primero.

- ¿el primero? Puedo saber el primero de que, alteza.

- el primero de mi harem, si, si, se que suena raro, pero, no es lo que cree.

- no le juzgo alteza.

- crearé un harem para servir a las señoritas del palacio, cada dama necesita algo de diversión ¿no?

- c-claro alteza, es una gran idea.

Sea como sea, si el rey se enoja, ellos solo siguieron órdenes. El rey llego a la mansión de la reina, iban a anunciarlo, pero pidió que no fuese así, solo hizo que le guiaran donde estaba Jin, al llegar, le vio ahí, intentando subir el muro mientras tres doncellas se colgaban de su cintura para evitar que subiera.

- alteza por favor, si sale, el rey nos castigará.

- altezaaaa! Hará su sentencia más larga.

- no me importa, me largo de aquí, el rey es un imbécil!

- altezaaaaaa!

Una doncella más se colgó de ella, pero, con una mano, desató la faja de su kimono, estando colgadas las chicas con fuerza, todas caen al soltarse la faja y se quita el kimono, quedando solo con la ropa de cama que lleva abajo, ante esto, busca subir al muro, pero resbala y se va hacia atrás, justo cuando creyó que caería, cerro los ojos, pero, el golpe no le ha dolido, al abrir los ojos, estaba en brazos de aquel rey, quien la miraba con molestia.

- ¿que cree que hace?

Jin lo empuja, pero al hacerlo cae al piso, el rey rápidamente se agacha para ayudarla a ponerse de pié, Jin pudo ver por un instante la preocupación en los ojos del rey, pero, no le toma importancia, solo se aleja para sacudir la ropa.

- ¿que quiere? ¿Viene a molestar? Ahora que mentira le invento la prostituta.

- ¡reina! Tú sabes que con ella yo no...

- no me importa sus excusas, solo diga que me destierra del palacio, con eso seré feliz.

- reina...yo no podría...yo aun te a...

- sshhhh! No moleste, mejor diga a que vino, no se ande con rodeos.

Antes de decir algo más, el rey se quita la capa para cubrir a Jin, este se extraña, pero supone que aunque no muestre nada, estar así, es indecente.

- ¿de verdad quieres renunciar a ser reina?

- mmm...si, no me interesa el puesto, además nadie me respeta, solo es un título de adorno ¿no?

- no es así, sabes que todo eso es por lo que hiciste, si tan solo te hubieras mantenido lejos de mi hermano...

- voy a vengarme...

- ¿que?

- me vengare de esos que me difamaron, eso lo incluye a usted.

Ya que no le quieren dejar ir, entonces les dará una razón para sacarla del palacio, además, venganza es lo menos que se merece la dueña del cuerpo, para que pueda descansar en paz.

- Jin...aun insistes en eso...habían pruebas, el doctor...

- el doctor pudo mentir, por un poco de dinero, sin duda lo haría. Ahora largo, tengo mejores cosas que hacer que ver su cara de estúpido.

Dicho esto, dejo la capa del rey en el piso y al caminar, paso sobre ella, el rey solo se queda en silencio, pero verla pisar la capa, le hace saber, cuan molesta esta Jin y lo segura que esta de su inocencia, eso le hace preguntarse, si en verdad ella lo engaño con el segundo príncipe, no, no debe tener esa dudas, todo fue comprobado, el doctor confirmo el embarazo y encontraron la droga con la que se causo el aborto en su habitación. Voltea cuando para seguir a Jin, pero ella se mete a la casa cerrando la puerta con seguro desde dentro, incluso no dejo pasar a las doncellas.

- lo sentimos majestad, es solo que la reina, ha cambiado desde que despertó.

- parece que sufre una perdida de memoria.

- ¿la ha visto el médico?

- no dejo que él pasará, ella dijo que estaba bien, que solo por fin había abierto los ojos.

- hagan que un médico la reviso, aun si es en contra de su voluntad.

- si majestad.

Todas las doncellas le hacen una reverencia cuando se retira del lugar.

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