capítulo 18- ingenuo

A la reina madre, prácticamente se la tuvieron que llevar cargando; casi se desmaya por todo lo que presenció.

En aquel salón, la reina tenía al rey contra la pared, bloqueando su escape con las manos, al estar tan cerca, el rey se sentía nervioso, ha pasado mucho tiempo, desde que la tuvo tan cerca, ya estaba se estaba acercando para besarla, pero Jin le aprieta la nariz y el rey se aparta.

- ni lo pienses, solo necesito hablar contigo.

- ¿y era necesario ese espectáculo?

- no, pero, la señora habló mal de mi. Quiero que me dejes salir del palacio.

- no puede, solo tiene permiso de andar por el palacio, si sale, será peligroso.

- iré con guardias si es necesario, pero quiero salir, este sitio es aburrido.

- de ninguna manera, no insista, ya suficiente hizo con faltarle al respeto a la reina madre.

- ay, ese viejestorio se lo merecía, porque por lo visto, usted no es capaz de defender a su esposa.

Dicho esto, se aleja lo suficiente para ir hasta la puerta, pues parece que no podrá salir, es una pena, porque deseaba ver el exterior y conocer más ese país.

- es la reina madre, ella tiene mucho poder en este palacio. No te conviene hacerte su enemiga.

- ¿que no ya lo era? Es bastante obvio que esa mujer no me soporta, su favorita siempre será la concubina real, porque ella si es hija legítima.

- no diga eso, si fuese como dice, no habría permitido nuestro matrimonio.

- eso no la hace buena, majestad es usted tan ingenuo, me sorprende que aun siga vivo.

- ¿que quiere decir eso? Se que no debo confiar en nadie, pero ella es mi madre.

- lo se, aun así, no garantiza que ella me haya visto con buenos ojos, solo cumplió el capricho de su hijo, eso es todo.

El rey se quedo en silencio, para Jin, ese hombre es muy ingenuo, cualquiera puede notar que esa mujer, solo busca una manera de desprestigiarla, tal vez la reina madre, sea una de esas personas que coopero en la farsa, después de todo, no le importaba el segundo príncipe, ya que también fue hijo de una concubina, no cabe duda que en ese palacio, uno debe saber sobrevivir y la verdadera Jin, parece que no supo hacer nada, fue demasiado ingenua al creer que con solo amar al rey, estaría bien; abrió la puerta y salió de ahí, el rey la sigue, pero Jin, lo ignora y se dirige de regreso a su mansión, ya que no tiene caso hablar más con él, pues no parece que vaya a conseguir el permiso de salida, pero eso no significa que se haya rendido y de una u otra manera, buscará como salir, solo debe esperar a que sea de noche, por algo se ha estado aprendiendo todos los caminos posibles del palacio.

Por otro lado, Jiro sigue a acudiendo a los entrenamientos del ejército, pero esta vez, se ha propuesto a enseñarles combate cuerpo a cuerpo, por supuesto, después de ver como venció al general, la mayoría a aceptado su ofrecimiento a entrenarlos, incluso el general, observa todo, aunque no de une al entrenamiento.

- ¿que pasa general? No le quiero quitar su trabajo, solo les doy una opción más de sobrevivir.

- y agradezco eso, pero prefiero se mantenga lejos de mi.

- oh~ vaya, vaya, esta siendo muy dramático, solo por un beso ¿no me diga que fue el primero?

El general volteo a verlo con enojo.

- por supuesto que no, pero es la primera vez que un hombre me besa.

- siembre hay una primera vez en todo.

Le da una palmada en el trasero y se regresa en medio del campo para enseñarles otro movimiento de defensa, mientras que el general solo se muestra aun más molesto.

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