Te amo

Al terminar la reunión con mi padre me voy directo a la casa donde estoy viviendo con mi esposa, si mi esposa quién lo pensaría que yo le este diciendo a Sara mi esposa y estar perdidamente enamorado de ella.

Antes de ir a casa paso por el super mercado necesito comprar todo lo que necesito para esta noche.

Compro velas, los ingredientes de la comida, un vino y no cualquier vino, el vino más fino que entro mi esposa merece lo mejor. Voy en mi auto y veo unas hermosas rosas en un puesto de flores y no dudó ni un momento en comprarla y es aún puedo se me ocurre la brillante idea de comprarle un anillo a Sara ya que ella no tiene uno de matrimonio ni de compromiso, voy a la joyería y busco entre todos los anillos escojo los más hermosos de todos si los pues decidí comprar tres anillos el de compromiso y los de matrimonio, se me acaba de ocurrir una idea, tengo miedo de lo que pueda decir Sara pero me voy a arriesgarme.

Salgo de la joyería y ahora sí voy directo a casa.

Llegó y está todo en silencio y Sara no está aquí así que me pongo manos a la obra para preparar todo. Preparo una deliciosa cena y es que en realidad soy muy bueno cocinado mi madre me enseñó antes de morir, retiro todas las sillas del comedor y solo dejo dos, decoro la mesa con velas y rosas coloco cuatro copas y hecho un poco de agua en dos de ellas y dejas los otras dos vacías para echar el vino cuando mi Sara llegue, voy a la habitación, coloco velas por todas partes, tomo varias de las rosas que compre y pongo sus pétalos sobre la cama, salgo de la habitación y recibo una llamada.

-Halo.

-Dime que ya todo está listo.

-Solo faltan unos pequeños detalles.

-Mas vale que te des prisa Sara acaba de salir para allá.

-Si no te preocupes tengo todo bajo control.

Cuelgo la llamada y balla que me pongo nervioso después de hablar con Jess, no me siento muy seguro con todo esto pero ya no me puedo echar para atrás, término lo que hace falta y me relajo un poco.

Luego de unos minutos oigo que la puerta se habré y los nervios aparecen y ahora más intenso.

-Sebastián estás aquí. Oigo decir a Sara.

-Si estoy en el comedor.

-Pero que es todo esto. Dice Sara al entrar al comedor.

Me acerco a ella y la tomo por sus manos.

-Sara, quiero que nos olvidemos que esto es un negocio donde solo beneficiamos a la mafia, empecemos una relación como pareja, te amo Sara y no quiero perderte.

-Porque haces esto Sebastián, no debería haber sentimientos.

-Pero los hay Sara ya deja de ocultarlo e intenta ser feliz, merecemos ser felices.

-No se como hacerlo.

-Déjame enseñarte.

-Si, Sebastián, si quiero tener una relación contigo.

Yo solo sonrió y le doy un tierno beso en los labios.

-Pasemos al comedor se va a enfriar la comida, que ordenaste. Dice Sara

-No ordene, yo cocine para ti.

-Oh no sabía que cocinas.

-Hay muchas cosas que no sabe sobre mi.

-Eso veo.

-Pero eso lo podemos solucionar con el tiempo.

-De eso estoy segura.

Sirvo la cena y mientras estamos comiendo me siento un poco nervioso y tonto por lo que estoy apunto de hacer, pero no me interesa y me decido hablar.

-Sara.

-Si Sebastián.

-Se que ya estamos casado y esto te parecerá una tontería pero yo jamás te pedí que fueras mi esposa y no llevas un anillo.

-Hacia donde vas con esto.

Me levanto de la silla y me coloco de rodilla, saco la pequeña caja de terciopelo y la abro.

-Sara Bustamante quieres ser mi esposa.

-Sebastia yo he, Bueno ya estamos casados así que si acepto ser tu esposa.

Me levanto de golpe y beso a Sara, la beso como nunca antes la había besado el beso de vuelve muy intenso y se hacia donde no llevará.

-Estas lista para esto. Digo sin despegarme de ella.

-Cre... Creo que sí.

-Sara si no estás lista no tienes que hacerlo, podemos fingir que si paso hasta que tú estés lista.

-No Sebastián, si no lo hacemos ahora jamás estaré lista.

-No quiero obligarte a nada que tú no quieras.

-No me estás obligando.

-Te amo Sara.

La beso con pasión y desciendo por su cuello voy a quitar su vestido cuando ella me detiene.

-Espera Sebastián.

-Que sucede Sara estas bien.

-Si estoy bien, es solo que mejor vamos a la habitación no me siento cómoda aquí, alguien puede llegar.

-No llegará nadie, pero vamos a la habitación.

Subimos las escaleras y puedo ver qué Sara está muy nerviosa.

-Pero que es todo esto.

-Quise que este momento fuera especial y no hacerlo sentir solo como parte de un contrato.

-Jess te ayudo verdad.

-Si recibí un poco de ayuda de su parte pero lo hago porque quiero, porque quiero hacerte feliz, porque te amo Sara.

-Sebastián para porfavor.

-No Sara no voy a parar te amo y no lo pienso ocultar más, se que es un camino muy díficil pero no dejemos que la mafia nos destruya, acabemos nosotros con esa maldita mafia y seamos felices juntos.

-Sebastián yo no sé qué decir.

-No digas nada solo déjame amarte.

Ella solo asiente y yo la beso,

Nos deshacemos de toda la ropa y valla que es hermosa mi Sara.

-Eres tan perfecta Sara.

Veo si rostro sonrojado y se tapa la cara.

-Déjame ver tu rostro Sara.

Ella quita sus manos lentamente y me brinda una linda sonrisa.

-Te amo Sara.

Beso todo su cuerpo desnudo y ella solo acaricia mi espalda.

Toco su vagina con mi mano y puedo notar que ya está preparada para que entre en ella, pongo mi pene en su entrada.

-Sara esto dolerá un poco, si te hago daño no dudes en decirme.

Ella solo asiente.

Entro un poco en ella y puedo ver su rostro de dolor.

-Estas bien.

-Si, no pares, estoy bien ya pronto pasará el dolor.

Sigo entrando en ella y veo varias lágrimas salir de sus ojos.

-Te hice daño.

-No, Sebastián tu jamás me harías daño, estoy bien eso solo que me duele un poco pero ya pasará.

-Sara creo que será mejor que no sigamos.

-No Sebastián no pares, quiero esto, quiero hacer esto.

-Estas segura.

-Jamas había estado tan segura de algo en mi vida.

Término de entrar completamente en ella y me detengo un momento para que se acostumbre a mi.

Luego de unos minutos comienzo a moverme lentamente.

-Estas bien.

-Si.

Aumentó un poco mis embestidas y el rostro de dolor de Sara desaparecio y solo refleja placer.

Luego de varios minutos el cuarto se llena de sonidos obscenos y mi Sara ya no está nerviosa.

-Mm ha, Sebastián ha..

-Te amo Sara. Digo entre jadeos.

-Mmm, ha, yo también te amo Sebastián.

Sus palabras son como un detonante.

-Oh Sara vente para mi. Le susurró al oído.

Siento como su cuerpo se estremese y se viene para mi, luego de unos minutos llego a mi máximo.

Salgo de ella y me recuesto a su lado.

-Estas bien Sara.

-Si Sebastián estoy muy bien. Dice sonriendo.

Me levanto de la cama y está un poco confundida se sienta en la orilla de la misma.

-Pasa algo, hice algo mal.

-No has hecho nada mal, tu eres perfecta es solo que te tengo otro regalo.

-Enserio.

- Si, ya que no tuvimos ceremonia de bodas y no te dije mis votos, te los voy a a decir ahora.

-Estas loco.

-Pero loco por ti mi Sara.

-Pero yo no tengo nada preparado.

-No te preocupes.

Saco los anillos de la mesa de noche y le entrego uno a ella (el del hombre).

-Dame tu mano.

-Estas loco. Dice estirando su mano.

-Yo Sebastián Torres Landa, te tomo a ti Sara Bustamante como mi esposa y prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida y hacerte la mujer más feliz de este mudo. Digo esto y le coloco el anillo.

-Porque lloras.

-No estoy llorando, es solo que estoy muy feliz.

-Te amo princesa.

-Dame tu mano.

Yo solo sonrió y le doy mi mano.

-Yo Sara Bustamante te tomo a ti Sebastián Torres Landa como mi esposo y prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida, Te amo tanto Sebastián.

-Y yo a ti mi Sara.

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