Toda la verdad

Narra Sebastián.

Voy de camino a la oficina de mi padre hablar con él sobre su maldito negocio.

Llegó a edificio y me quedo pensando si entro o no pero decido mejor entrar tengo que salir de todo esto.

-Buenas tardes padre.

-Buenas tardes Sebastián espero que vengas a decirme que vas a tomar las riendas del negocio.

-No papá yo jamás haría esto.

-Entonces para que vienes a mi oficina

-A ofrecerte un trato.

-Haver te escucho.

-Papá yo alguna vez escuché que la única forma que me dejes en paz con la idea de ser tu sucesor es cansandome.

-Que me quieres decir.

-Dame un año para casarme.

-Las cosas no funcionan así.

-Entonces papá, que puedo hacer para no ser un maldito mafioso.

-Si tienes que casarte pero no con la personas que tú elijas, tendrás que casarte con la persona que yo elija.

-Papá no puedes pedirme eso no puedo casarme con una persona que no conozco.

-Y no solo eso tienes que enamorarte de ella y hacer que ella se enamore de ti.

-Pero papá al menos podrías decirme su nombre.

-Es que hay un problema, tienes que casarte con la hija de mi peor enemigo pero no la conozco el la ha mantenido oculta todos estos años y yo nunca la he buscado jamás considere esa opción pero ahora que tú me lo estás diciendo no descansaré hasta encontrarla.

-Hagamos algo, te doy un año para que la encuentres, si no la encuentras yo me casare con quién elija.

-Me parece bien, pero si no te casas tendrás que ser un maldito mafioso.

Narra Sara.

Estoy en mi habitación más feliz que nunca y por primera vez sintiéndome segura de mí misma, por primera vez veo lo hermosa que soy, todo cambio en mi desde que Sebastián me besó.

-Hija podemos hablar. Dice mi madre entrando a mi habitación.

-Que sucede mamá.

-Hija quiero que sepas que apesar de todo yo te amo y eres y siempre serás mi hija.

-Porque me dices esas cosas mamá que sucede.

-Hija aya abajo está tu madre.

-Que como que mi madre, mi madre eres tú.

-No hija yo no soy tu verdadera madre, solo soy una empleada, que se encargó de criarte y mantenerte a salvo.

-A salvo de que, no entiendo nada.

-De los enemigos de tu padre.

-Mamá me podrías explicar todo.

-Hija tus padres son unos mafiosos, el día que tú naciste decidieron entregarte a mí para que yo te criara lejos de todo el peligro que acarrea el trabajo de tus padres.

-Llamas a eso un trabajo, como puede ser eso un trabajó, matan personas y les dan drogas a los niños, eso no es un trabajo.

-Sara creo que debes hablar con tu madre.

-Pero mamá.

-Sara porfavor es importante que lo hagas.

Bajo las escaleras y llego a la pequeña sala de mi casa.

-Ho.. Hola.

-Hija pero qué hermosa estas. Dice la mujer abrazándome y yo no correspondo.

-Hija no te imaginas lo feliz que estoy de verte. Vuelve a decir la mujer pero esta vez con lágrimas en sus ojos.

-Yo no sé qué decir.

-No tienes que decir nada soy yo la que tengo que hablar.

No sentamos en los muebles y la mujer no deja de mirarme.

-Podemos empezar. Digo nerviosa.

-Hija me imagino que ya Tatiana te explico todo.

-Si pero quiero escuchar todo lo que usted tiene que decirme.

-Hija yo jamás estuve de acuerdo con esto, en mantenerte alejada de mi, pero era lo mejor tú vida corría peligro a nuestro lado.

-Como que corría peligro, acaso ya no son unos mafiosos. La mujer apenada agacha la cabeza y luego me vuelve a mirar.

-No hija aún somos unos mafiosos, pero ahora todo es diferente, tu padre a muerto y no hay nadie que tome las riendas del negocio.

-Quee quiere decir con eso señora he, me recuerda su nombre.

-Rlena, mi nombre es Helena.

-Usted vino hasta aquí a decirme que no tienen nadie más para que sea un mafioso.

-Hija no es eso.

-No me llame hija, usted puede seguir siendo una mafiosa y seguir con su negocio pero a mí me deja en paz.

-No hija, perdón Sara, te necesito a ti en frente del negocio.

-A ya entiendo, lo que usted me vino a buscar porque resulta que como ya no soy una niña ya no corro ningún peligro siendo una maldita mafiosa, eso es lo que usted quiere que yo sea una mafiosa igual que usted.

-Hija porfavor no es necesario que discutamos, esto es algo que ya está decidido.

-Haci y quién lo decidió tú, mi madre, la madre que acabo de conocer, una mafiosa, que solo ve por su maldito negocio.

-Hija ya basta.

-Que no soy su hija y usted no me da órdenes a mi.

-Sara Bustamante creo que es hora de que sepas que tu vida está completamente planificada desde antes que nacieras.

-Si enserio y que es lo que tengo que hacer, convertirme en una mafiosa, matar gente, dime esta es la mierda de vida que decidieron por mi.

-Tatina porfavor empaca las cosas de Sara.

-Mamá tú no te muevas de hay.

-Lo siento Sara pero debo acatar órdenes. Dice mi madre entre lágrimas.

-Asi debes acatar órdenes, acaso no acabas de escuchar a la señora decir que yo soy la nueva jefe y te ordenó que no te muevas de hay.

-Hay Sara yo acabo de escuchar que tú no vas a hacer una maldita mafiosa así que Tatiana porfavor empaca las maletas.

Me quedo callada y siento que todo mi mundo se me viene encima, que mi vida se acaba de arruinar por completo maldita sea no tengo salida pero si de algo estoy segura es que no seré una mafiosa.

Vamos saliendo de la casa y veo varias camionetas rodeada con muchos hombres armados y me pongo nerviosa e intento correr.

-Detenganla manada de imbéciles. Oigo gritar a Helena y luego siento como unas manos me agarran.

-Sueltame maldito infeliz.

-Ya vasta Sara deja de hacer tanto berrinche y acepta tu destino o me veré obligada a.

-Obligada a que a matarme, me vas a matar, entonces hazlo de una buena vez así no paso por la vergüenza de ser tu hija.

-Callate Sara no me obligues hacer algo que no quiero.

Me quedo callada y no por miedo es solo que se que no gano nada con discutir.

......................

Llegamos a una mansión muy alejada de la ciudad y hay muchos más hombres armados.

Entramos a la mansión y Elena me dice que suba a mi habitación y descanse un poco, subo las escaleras entro en la habitación y valla sorpresa es muy grande y hermosa creo que está casi del mismo tamaño de mi casa.

Me tiró en la gigantesca cama y lo único que hago es llorar hasta quedar completamente dormida.

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