La cena

Estoy en mi cuarto terminado de arreglarme para la cita con Sebastián y estoy muy nerviosa se que todo esto está mal pero no tengo otra opción, tengo que salvar a mi madre de todo esto, se que corro peligro pero tengo que correr es riesgo por mi madre pero no me permitiré que mas nadie sufra si tengo que alejarme de todos lo haré.

-Hija tenemos que hablar.

-Estoy muy ocupada Elena.

-Lo se Sara pero es muy importante que hablemos.

-Ok, habla mientras me maquillo.

-Sara será mejor que te sientes.

-Tan grave es.

-Si, porfavor siéntate.

Me siento en la orilla de la cama y ver la cara de Elena me preocupa mucho más de lo que ya estoy.

-Sara recuerdas que Alberto te dijo que yo tengo la solución al secuestro de Tatiana.

-Si lo recuerdo y también recuerdo que no me dijistes nada solo me convertiste en mafiosa.

-Sara porfavor.

-Solo dime la solución.

-Tienes que casarte con su hijo.

-Que carajos, porque tendría que hacer eso.

-Porque nuestras familias siempre han estado en guerra y si tú te llegarás a casar con el podrían pasar dos cosas diferentes.

-Que cosas.

-Se acaba la guerra entre nuestras familias y creamos un alianza o la guerra sería mucho peor y habrían muchos más muertos.

-Ya veo por eso me ocultaste todo este tiempo, claro ya no tendrías con quién competir.

-No Sara, lo hice por protegerte.

-Protegerme de que, de casarme o de ser una maldita mafiosa, porque te aseguro que solo me protegiste de la primera porque mafiosa ya soy.

-Sara no quería que pasaras lo mismo que yo, casarte sin amor y ver morir al amor de tu vida.

-Que acabas de decir.

-Mis padres me obligaron a casarme con tu papá para que la guerra entre familias se acabará pero no fue así fue mucho peor porque cuando tú padre se enteró que estaba enamorada de otro hombre lo mato y mato a toda mi familia por haberle mentido.

-Que? y como porque a ti no.

-Porque me amaba y me obligó amarlo y a darle un hijo.

-Y nací yo, imagino que tú no me querías.

-No hija no imaginas la felicidad que me dio enterarme que estaba embarazada y tu padre mucho más, pero la felicidad se acabó cuando tú abuelo decidió comprometerte con el hijo de Alberto Torres Landa y justo por eso te hemos mantenido oculta todos estos años.

-Y porque no me dejaron decidir por mi misma.

-Era algo imposible, tu abuelo era quien tomaba las decisiones y había que respetarla.

-Y donde está el.

-Murio cuatro años después de tu nacimiento.

-Y porque no me buscaron entonces.

-Porque Alberto no iba a dejar las cosas así el los quiere casar a como dé lugar.

-Entoces eso es lo que él quiere para liberar a mi madre.

-Si hija pero no puedes hacerlo.

-Porque no.

-Te he protegido de esto todos estos años no permitiré que lo hagas.

-Lo siente Elena pero las órdenes aquí las doy yo, me casare con el hijo de Alberto Torres Landa pero eso sí habrá un contrato de por medio.

-Estas segura de eso.

-Muy segura, redacta el contrato y me avisas cuando esté listo.

-Sara piensa bien las cosas.

-Es una orden.

-Como digas.

-Sal de la habitación necesito terminar de arreglarme.

Elena sale de la habitación y yo sigo en lo que estaba, me coloco un vestido blanco ajustado a mi cuerpo hasta mis muslos, unos zapatos de tacón color rojo, me maquillo un poco y dejó me cabello suelto, tomo mi cartera y salgo de la habitación.

-Me lleva a el restaurante Fish Place. Le digo al chófer.

-Señoria la señora no me avisó que usted saldría.

-La que da las órdenes aquí soy yo, obedezca.

-Si señora.

-Entro al carro de y el chófer se pone en marcha, sñs de unos minutos llegamos, al restaurante.

Entro y veo a mi al rededor buscando a Sebastián, lo veo sentado en una de las mesas más alejadas me acerco y el al notar mi presencia se levanta de inmediato.

-Sara ya estás aquí.

-Si disculpa por hacerte esperar.

-No te preocupes valió la pena la espera.

-Muchas gracias.

-Nos sentamos.

-He si.

Tomamos asiento y llega el mesero a tomar la orden, Sebastián ordena por mi y espero que me guste.

Estamos comiendo cuando Sebastián decide hablar.

-Sara he yo se que hace unos días te propuse que me dejaras enamorarte, pero últimamente te he notado muy distantes acaso hice algo que no te gusto.

-No Sebastián no es eso, es solo que he estado un poco ocupada pero tranquila.

-Sara yo quería preguntarte algo.

-Dime.

-Quieres ser mi novia.

Mierda mierda y ahora que hago no puedo permitir que Sebastián sufra y mucho menos ahora que me casare que hago.

-Sebastián yo no puedo ser tu novia es algo muy complicado de entender pero te lo explicaré todo no ahora pero lo haré.

-Sara pensé que estaba haciendo las cosas bien.

-No eres tú, solo te puedo decir que me voy a casar dentro de muy poco tiempo.

-Como puede ser eso posible, me dijistes que no tenías novio, me metiste Sara.

-No Sebastián no te he mentido, no tengo novio pero debo casarme con un hombre que no conozco, todo es muy complicado no puedo explicarlo ahora, debo irme y por favor aléjate de mi es muy peligroso.

Salgo del lugar sin mirar atrás, me duele todo esto, me duele que la maldita mafia controle toda mi vida, pero debo hacerlo por mi madre.

Llegó a casa y recibo una llamada.

-Halo.

-Sara espero que ya me tengas una respuesta.

-Ya Elena me contó todo, Se que usted es un maldito infeliz, Alberto Torres Landa.

-Ve que ya sabes quién soy y que haras para salvar a tu madre.

-Que quieres.

-Lo sabes muy bien Sara.

-Me casare con su hijo pero bajo mis condiciones.

-Eres muy astuta pero acepto cuando será la boda.

-Espere mi llamada para filmar el contacto.

Cuelgo la llamada, me tiró en la cama y lloro hasta quedar profundamente dormida