Disparos

En el momento en que Sebastián da la orden de entrar todos nuestros hombre van hacia la casa Malcolm y yo no puedo, me quedo hay sin hacer nada, estoy muy nerviosa.

-Sara que haces.

-Sebastián tengo mucho miedo.

-Yo estoy aquí, no dejaré que te pase nada.

-Muchas gracias Sebastián.

-Vamos a rescatarlas.

-Vamos.

Sebastián me da su mano y ambos nos dirigimos a la casa.

No he oído ningún disparo aún.

-Sebastián aún no disparan.

-Si, ya mataron a los hombres que estaban en la entrada.

-Pero si aún no he escuchado disparos.

-Las armas tienen silenciadores.

-Entiendo, y ahora que hacemos.

-Entrar a la casa.

Entramos a la casa y Sebastián no me ha soltado, va con su arma en la mano vigilando que no halla nadie a nuestro alrededor aunque no vamos solos siento que el me está protegiendo.

Hay muchos hombre muertos ya que los Malcolm no se esperaban esto no estaban preparados y ya los hemos matado a todos, solo falta Carlos Malcolm.

-Señor me acabando de informar que la señora Elena y la señorita Jess están en el sótano de la casa.

-Y donde está Carlos Malcolm.

-Esta con ellas señor.

-Arthur y Sergio van conmigo los demás vigilen la casa.

Sergio es el jefe de seguridad de Sebastián y su mano derecha, ha estado trabajando para Alberto por muchos años pero siempre a sido muy amigo de Sebastián.

-Yo voy con ustedes. Digo sin pensar.

-No Sara es muy arriesgado quédate aquí.

-No me quedaré, es mi mejor amiga y mi madre tengo que estar hay.

-No Sara, no te voy a poner en peligro.

-Lo siento mucho pero voy a ir.

Tomo la deletrea y me dirijo hacia el sótano, Sebastián sin decir nada pero con un gesto de desaprobación se va detrás de mi junto con los demás.

Llegamos al sótano y oigo la vos de ese maldito.

-Elena por fin te tengo en mis manos y no por mucho tiempo porque te voy a matar con mis propias manos.

-Maldito jamás tendrás lo que quieres es

-Tu hija es una tonta, después de que te mate la llamaré y le diré que aún estás viva y hará todo lo que le pida.

-Eres un maldito.

-Si lo sé. Dice con orgullo y camina hacia Jess.

-Asi que tú eres Jess la mejor amiga de esa niña tonta que juega a la mafia.

-Si porque. Dice Jess con arrogancia.

-Veo que eres muy valiente, para ti tengo otros planes. Dice con morbo y mi sangre hierve al escucharlos.

-Señor solo hay dos hombre y no saben nada de lo que está pasando arriva. Dice Sergio

-Mátalos.

-Si señor como usted diga.

Sergio y Arthur se separa de nosotros y buscan un lugar para poder disparar, cuando están apunto de dispararles entra un hombre.

-Señor, se nos metieron y mataron a todos nuestros hombres, solo quede yo porque estaba en otro lado.

-Pero que carajos, como pueden ser tan inútiles, vigilen que no halla nadie cerca.

-Si señor. Contestan todos.

Mierda, mierda y mil veces mierda ahora sí se jodió todo.

Sebastián voltea a verme y se da cuenta que estoy nerviosa.

-Sara cálmate todo estará bien.

-No Sebastián esto se acabó, ese maldito matara a Jess y a Elena.

-No mi amor, te prometí que las rescataremos sanas y salvas y así va hacer.

-No lo creo Sebastián.

-Cálmate ellos son cuatro y nosotros somos tres, pero nosotros tenemos la ventaja de que lo estamos viendo pero ellos a nosotros no.

-Estas seguro se esto Sebastián.

-Muy seguro ya deja de preocuparte.

-Esta bien.

El solo me mira y asiente.

-Arthur ven acá. Digo en susurró.

-Si mi señora dígame.

-Atacalos cuando estén descuidados, no los dejes vivos.

-Si me señora como ordene.

Arthur vuelve a su puesto anterior y justo cuando los cuatro hablan entre ellos disparan matando a los tres escoltan y dejado a Carlos Malcolm vivo.

-No dispares. Dice Sebastián.

-Que haces. Contestó.

-Dejamelo a mi.

Sebastián baja de donde estamos y se encuentra cara a cara con Carlos y ambos se apuntan al verse.

-Pero mira a quién tenemos aquí, te mando envío tu esposa.

-No ella no me envió, yo vine a matarte con mis propias manos.

-A si tú me matarás, siempre has sido un maldito cobarde, no te atrevería a disparar el arma di porque le apuntara a tu padre en la cabeza.

-Porque mejor no te callas.

-Porque no quiero.

-Tienes una oportunidad, suéltalas y te dejaré vivir.

Carlos suelta una risa burlona.

-Quien te crees que eres para darme órdenes.

-Te tengo en mis manos, es mejor que hagas lo que te pido.

-Jamas haré los que tú digas maldito prefiero morir.

Veo que Carlos disparará contra Sebastián y los nervios se apoderan de mi y cierro mis ojos hasta que logró escuchar un disparo.

Solo puedo pensar que Sebastián está tirado en el piso muerto y yo no puede hacer nada, se que Helena y Jess también van a morir después de esto y todo porque por culpa de esta maldita mafia.

Oigo pasos dirigirse hacia mí y puedo dejar de pensar que se trata de Carlos y viene a matarme.

-Señorita Sara esta bien. Oigo la voz de Arthur.

Sin abrir mis ojos lo único que puedo decir es.

-Como está Sebastián, está muerto.

-No mi señora usted mato a Carlos antes de que el matara al señor Sebastián.

Es hay cuando habro mis ojos y me doy cuenta que ya no estoy escondida, que estoy de pie con mi arma y apuntado hacia donde está Carlos y Sebastián, miro hacia abajo y pudo ver a Carlos tirado en el suelo desangrándose y a Sebastián soltado a Jess, Helena ya está suelta y corre hacia a mi.

-Sara hija mía estás bien.

-Si si lo estoy. Digo aturdida por todo lo que paso.

-Porque te arriesgaste tanto.

-Tenia que rescatarlas es mi deber, deben ir a un hospital, para que revisen que esten bien.

-Sara estás bien. Pregunta helena preocupada.

Es en ese momento que me doy cuenta que tengo un disparo en mi estómago, siento como todo se nubla de un momento a otro y me desmayo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***