Los segundos pasaban. Luego, los minutos. Y poco después, las horas.
Losert despertó de su trance y miró su celular.
Losert: (mira la hora) Las nueve… será mejor que me vaya.
Se puso de pie y se sacudió la ropa. Justo cuando estaba por marcharse, una voz interrumpió su tranquilidad.
William: (con un tono amenazante) Vaya, vaya… mira quién anda por aquí.
Losert lo miró con expresión neutra, tratando de recordar.
Losert: (parpadea confundido) ¿Eh? ¿Nos conocemos?
William: (se sorprende) ¿¡Es en serio!? Soy William de tercero. Nos vimos esta mañana.
Losert: (se rasca la cabeza, avergonzado) Ah, con que eres el chico de tercero… jejeje, lo siento, no soy bueno recordando nombres.
El ceño de William se frunció con irritación.
William: Pelea conmigo.
Losert: (bosteza y camina hacia él) Lo siento, William, pero no tengo razones para pelear contigo. ¿O acaso quieres avivar los rumores de la escuela?
Sin esperar respuesta, pasó de largo, dejándolo con la palabra en la boca.
William: (frustrado, aprieta los dientes y susurra) Tarde o temprano pelearás conmigo…
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Un nuevo amanecer
Losert llegó a casa sin ganas de comer. Se tiró en la cama y, como cada noche, los recuerdos de su pasado intentaron acecharlo… pero esta vez, el sueño no llegó. Solo pensó en una persona: Lisha.
A la mañana siguiente, con las primeras luces del alba, tomó sus cosas y partió al colegio.
El sol brillaba en lo alto, el aire era fresco y el día parecía tranquilo. Al llegar al salón, se dejó caer en su asiento y, sin darse cuenta, comenzó a mirar el cielo a través de la ventana.
Ryujin: (lo observa al llegar al salón) ¿Otra vez en las nubes?
Losert: (reacciona y lo mira) Creo que sí… jejeje. Hola, Ryu.
Ryujin: (se sienta a su lado) Hola.
En poco tiempo, Lisha entró al aula.
Lisha: (al ver a Losert, recuerda su misión… pero también el beso) Hola, chicos.
Losert: (extrañado por su falta de energía y la ausencia de su actitud melosa) ¿Estás bien?
Ryujin: (con una postura relajada, se une a la conversación) Pensé que ahora que son “novios” estarías más pegada a él como ayer.
Lisha: (ríe un poco y responde con calma) Sí, lo sé… pero tampoco hay que ser tan fastidiosos, ¿sabes? Jejeje.
Losert la miró fijamente. Algo estaba mal. Lisha no era la misma que ayer.
Las clases transcurrieron con normalidad, y el almuerzo fue igual de tranquilo. Pero mientras todos comían y charlaban, Lisha estaba absorta en sus pensamientos, planeando su próxima jugada.
Lisha: (piensa para sí misma) Maldición… no puedo concentrarme.
Cada vez que miraba a Losert, su corazón latía de manera incontrolable.
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Confusión
Al final de la jornada, Losert y Lisha salieron juntos del colegio, como de costumbre.
Lisha: (camina sin mirarlo y manteniendo cierta distancia) No era en serio que me acompañaras…
Losert: (la mira de reojo) Nuestros caminos son los mismos, y no me molesta.
Lisha aceleró el paso, como si quisiera escapar.
Losert: (piensa) ¿Qué rayos le pasa? Ayer no se despegaba de mi lado y hoy ni me mira… Pero… ¿qué carajo estoy pensando? ¿Por qué me afecta tanto?
Inconscientemente, dio unos pasos más rápido y se interpuso en su camino, obligándola a detenerse.
Lisha: (se sorprende) ¿Qué pasa?
Losert: (sin saber bien qué está haciendo) ¿Por qué…?
Lisha: (confundida) ¿Por qué qué?
Losert: (se sonroja) ¿Por qué me evitas? ¿Fue por el beso? ¿Hice algo mal?
El corazón de Lisha se aceleró. Incapaz de responder, lo empujó y salió corriendo.
Losert: (agitado, su mente un desastre) ¿Qué acabo de hacer…? ¿Por qué mi corazón late así…? ¿Acaso yo…?
Por primera vez, Losert se dio cuenta de algo. Se estaba enamorando.
Lisha también corría, con la mente revuelta, hasta que tropezó y cayó al suelo.
Lisha: (se queja, tratando de levantarse) Maldición…
Una mano se extendió frente a ella.
William: ¿Te encuentras bien?
Lisha dudó un momento, pero aceptó su ayuda.
Lisha: Sí… gracias.
William: (sonríe con picardía y la golpea suavemente en la cabeza) Veamos cómo reacciona Losert con esto.
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Desafío
Losert llegó a casa con el cuerpo cansado, pero su mente inquieta. Reflexionó durante horas, y al final, llegó a una conclusión.
Losert: (piensa) No fue de la nada… creo que me empezó a gustar desde aquella noche en el parque. (suspira) Supongo que… debo darme una oportunidad.
Por primera vez, se quedó dormido sin ser atormentado por su pasado.
Al día siguiente, caminó al colegio con un aire distinto. Más ligero.
Pero no contaba con lo que sucedería después.
Al llegar al salón, notó un papel sobre su pupitre.
Losert: (lo toma y lo observa) ¿De quién será?
Ryujin: (sin anunciar su llegada) Pues ábrelo y léelo.
Losert: (se asusta) ¡Rayos! No me asustes así, Ryu. (abre la nota y lee)
> "Tengo a tu novia. Ven a buscarla al patio trasero durante el receso.
ATT: W."
Losert apretó el papel con fuerza, su ceño fruncido en una expresión oscura.
Losert: (susurra) Así que "W", ¿eh…? Ese maldito no sabe con quién se ha metido.
Ryujin lo observó con atención.
Ryujin: (piensa) Solo es un humano… pero su aura es diferente. Puedo sentir su sed de sangre.
La mañana transcurrió como si nada, pero en cuanto sonó la campana del receso, Losert salió disparado al patio trasero.
Allí lo esperaba una multitud, y en el centro de la escena, William sujetaba a Lisha.
William: (sonríe con burla) Llegaste justo a tiempo.
Losert: (frunce el ceño y grita) ¡Eres un maldito loco! ¡Suelta a Lisha!
William: (ríe) Lo haré… si me ganas en una pelea.
La multitud murmuraba con emoción.
Losert: (aprieta los puños) Solo buscas llamar la atención.
William: Te equivocas… lo que busco es el título que desperdicias. Todos te temen, pero yo solo veo a un simplón.
Losert: (mira a Lisha, luego a William) …Si así lo quieres.
Ambos avanzaron, sus miradas chocando en un duelo silencioso.
El bullicio se apagó de golpe.
Un instante de absoluto silencio.
La multitud contuvo la respiración.
Y entonces… la pelea comenzó.
CONTINUARA...
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