Una pelea intenza

La multitud guardó silencio. Todos esperaban el primer movimiento, conteniendo la respiración mientras Losert y William se sostenían la mirada.

De repente, William atacó. Su primer golpe fue veloz y preciso, pero Losert logró esquivarlo por poco. No hubo descanso: William siguió lanzando puñetazos, cada uno más rápido y certero que el anterior.

Losert apenas podía reaccionar. Su única opción era esquivar, moviéndose con agilidad entre los golpes que cortaban el aire con fuerza.

La multitud estaba atónita. Nadie podía creer lo que veía: la velocidad de William y la destreza de Losert parecían sobrehumanas.

William siguió atacando, sin dar tregua. Un golpe. Otro. Y otro más. Hasta que finalmente, su puño impactó directo en el estómago de Losert.

El golpe lo dejó sin aire. Su cuerpo se dobló ligeramente mientras un dolor punzante se extendía por su torso. A pesar de eso, alzó la vista hacia William… y sonrió.

—Ahora es mi turno.

Con una mirada intensa, Losert se lanzó al contraataque. Sus puños se movieron con velocidad, combinando golpes y patadas con una precisión impresionante. Sin embargo, William no se inmutó. Bloqueaba cada ataque con facilidad, como si pudiera anticipar cada uno de los movimientos de Losert.

—Vaya… —dijo William, con una sonrisa desafiante mientras esquivaba otro golpe—. Después de todo, sí eres fuerte.

Apenas terminó de hablar, encontró un punto ciego en la defensa de Losert y, con un movimiento brutal, le asestó un golpe directo. El impacto fue tan fuerte que Losert cayó al suelo.

Aturdido, Losert intentó procesar lo que acababa de pasar.

"¿Cómo carajos es tan fuerte?"

Antes de que pudiera reaccionar, William se acercó y comenzó a patearlo sin piedad.

—Eres resistente —se burló—. Cualquier otro ya se habría desmayado.

El dolor entumecía el cuerpo de Losert, dejándolo sin fuerzas para moverse. Solo podía escuchar las palabras de William resonando a su alrededor.

—¡Vean con atención! —gritó William, elevando los brazos—. ¡Yo, William, he derrotado a Losert, el más fuerte de la escuela!

Lisha observaba la escena, paralizada. Su mente se debatía entre intervenir o mantenerse al margen.

"¿Qué debo hacer? No puedo meterme en la pelea… pero tampoco puedo dejar que lo mate. Ese es… es mi trabajo. Tengo que detener esto."

Mientras tanto, Losert apretaba los dientes, luchando contra el dolor.

"Tengo que levantarme. Mierda… creo que me rompió las costillas."

Con un esfuerzo sobrehumano, logró ponerse de pie.

William lo miró y sonrió emocionado.

—Eres increíble —dijo entre risas—. ¿Todavía quieres seguir peleando?

Antes de que Losert pudiera responder, Lisha se interpuso entre ambos.

—Ya es suficiente —dijo, mirándolo con seriedad—. Deja en paz a Losert. ¿No te basta con el daño que le has hecho?

William desvió la mirada hacia ella y sonrió con arrogancia.

—Mejor cállate. No te metas en esto.

Lisha no se inmutó. Dio un paso adelante, enfrentándolo con la mirada.

—¿Y si no quiero?

El rostro de William se tensó.

—No me detendré solo porque eres mujer.

—No me asustas.

—Lisha… —murmuró Losert con dificultad—. Aléjate de él.

Pero Lisha no lo escuchó. Tomó aire y se preparó para atacar.

"Lo detendré de un solo golpe. Usaré mi fuerza de semi-vampira… solo espero no hacerle demasiado daño."

Con toda su energía, lanzó un golpe directo a William.

Pero antes de que su puño lo tocara, él lo detuvo con una sola mano.

Lisha quedó paralizada.

"¿Cómo? Ni siquiera se movió… ¿Cómo pudo detener mi golpe?"

El tiempo pareció ralentizarse. William la miró con frialdad.

—Tú te lo buscaste.

Con un movimiento seco, torció la muñeca de Lisha.

Un grito ahogado escapó de sus labios. El dolor fue instantáneo, desgarrador. Se desplomó al suelo, sujetándose la muñeca herida.

Losert vio todo.

Y su mente se nubló.

—Eres un maldito… —susurró.

Su rostro se oscureció. Su mirada se volvió sombría y aterradora. Sus puños se apretaron con rabia.

—Voy a matarte.

—¡Inténtalo! —gritó William, lanzándose al ataque.

Esta vez, algo había cambiado en Losert. Sus movimientos eran más rápidos, más agresivos. Como si su cuerpo se moviera por instinto.

Golpe tras golpe, patada tras patada, Losert comenzó a conectar cada ataque. William ya no podía bloquearlos todos.

La pelea se volvió un torbellino de golpes. La multitud observaba, sin atreverse a intervenir.

Hasta que una voz resonó con autoridad.

—Ya es suficiente.

De la nada, una figura apareció entre ellos, deteniendo sus golpes con facilidad.

William se quedó helado.

—¿Qué carajos…?

Ryujin lo miró con calma.

—La pelea ha terminado, perrito.

El rostro de William se ensombreció.

—¿Perro? No me jodas… tú…

—Me tomó un poco de tiempo descifrarlo, pero esto ya terminó.

Losert, cegado por la ira, no escuchaba nada.

—Apártate de mi camino.

Su cuerpo temblaba de furia. Estaba a punto de atacar de nuevo.

Ryujin suspiró.

—No insistas.

Y con un solo movimiento, golpeó a Losert en un punto preciso.

El mundo se desvaneció para él.

Ryujin lo cargó sin esfuerzo y miró a Lisha.

—Si tu muñeca ya no duele tanto, vámonos.

Lisha, todavía sorprendida, asintió y caminó tras él.

William, furioso, los observó alejarse.

—Esta pelea queda pendiente.

La multitud se dispersó de inmediato al notar la presencia de un maestro acercándose.

Ryujin y Lisha llegaron a la enfermería, donde él recostó a Losert en una de las camas. Luego, se acercó a Lisha.

—Déjame ver tu muñeca.

Lisha, ya más tranquila, extendió la mano.

—Por suerte, no está rota. Solo dislocada —dijo Ryujin tras examinarla.

Lisha suspiró con alivio.

—Gracias por detenerlos.

—Solo hice lo que debía —respondió él, sin mirarla—. ¿Lista?

—Sí.

Con precisión, Ryujin acomodó la muñeca de Lisha y la vendó. Luego, la miró fijamente.

—¿Por qué intentaste golpearlo?

Lisha se tensó.

—Ehh… no lo sé. Supongo que no lo pensé bien, jeje…

Ryujin entrecerró los ojos.

—¿De verdad? ¿O acaso pensaste que podrías hacerle daño… porque eres una familiar?

Lisha sintió que el aire se le escapaba.

—No hay manera de escapar —continuó Ryujin—. Y pelear tampoco te servirá. Así que dime… ¿para quién trabajas?

Continuará...

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play