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Parece que no recordaba mis inicios, al parecer, Armando no le ataba ser papa y carecía de valor; la nana me llevo a mi hija, que lucia un hermoso vestido rosa, zapatos cómodos, saquito, y sus coletas.

—Mama, me llevaras al colegio?—Mi hija con su vocecita clara junto sus manitas.

—Claro, cariño—Dije sonriendo. Peine mi cabello rubio que creció largo hasta mis muslos, el traje sastre negro, se abrazaba a mi figura, ajuste el listón en mi cuello con el medallón, ajuste las correas de las zapatillas y un poco de labial como retoque y perfume—Vamos!—Le bese la frente a la hermosa rubia de ojos azules que era mi hija.

La mansion era enorme, callada y sin ruidos mas que, aquellos que eran de la ama de llaves, el mayordomo, la nana, el jardinero, el chofer, y mi supuesto marido Trey Wang.

—Querida, hable con Armando y los socios estarán activos muy pronto!—Dijo Trey con su pelo pintado de negro, traje negro, bebiendo vino, zapatos lustrosos y mirada cálida—Hola, pequeña princesa!—El se gano el afecto de mi hija.

—Papi!!—Ella brinco y lo abrazo.

Usaba uniforme tradicional que use en mi infancia, Eric se quedo con su sede de nuestra empresa cercana con mis papas y su familia; mi hermana Dora también lo hizo con su marido. El reflejo de mi en ese cristal, era tan ajeno a mi, que ya me había acostumbrado y aun no empezaba las disputas que hasta Tania sufría conmigo.

—Papi, voy al colegio—Dijo mi hija emocionando a Trey.

—¡Aprende mucho! Princesa—Dijo Trey besando su frente.

El beso mi mejilla y yo la suya, entramos a la camioneta con la mochila de mi hija; durante el camino, ella canto las canciones de su escuela. La escuela estaba rebosando de una fila de niños esperando pasar, al tocarle su turno a mi hija, la maestra y mi hija se despidieron.

“Visita a tu hija!... ya son 3 años, que no le envías siquiera una tarjeta!”

Entramos al estacionamiento, los autos de Armando, los Wang, Villa y hermanos de Armando estaban a 5 espacios cerca del mío; baje con el maletín, los tacos resonaron hasta que entre al elevador. Un extenso pasillo 23 con cuadros, flores, alfombras estilos vitage. Los empleados en sus cubículos estaban absortos en sus papeles y computadores, la secretaria con su cuaderno recitaba lo que iba a tener que hablar.

—Sra, las carpetas están en su oficina y…—Dijo congelándose. Muchos de los socios estaban fuera de sus oficinas—Espero que, revise su agenda—la despedí con la mano. Ella obedeció y se fue a su escritorio.

—Buenos días!—Dije con cortesía. Todos hicieron sus saludos conforme a su cultura y Tania se mantuvo inexpresiva—Pasa a mi oficina, Srta Villa—Dije viéndola.

Tania ingreso a mi oficina, esperamos que todos volvieran a sus oficinas y ella se desplazo a sentarse en una de mis sillas suaves; revisaba su tableta molesta; entonces vi el periodico “Emilia & Armando serán papas… este año”, lo que menos soportaba verle la cara a la media hermana de Tania.

—¡Es una trepadora!—Dijo Tania enojada.

—Tania, la culpa no es de la otra mujer—Dije sentándome en mi silla y abriendo los catálogos de nuevos materiales en galerías. Tania abrió la boca en shock—Como esta la suegra de tu hermana?—Dije de forma deliberada.

Mi pregunta fue contestada, al ver que el papa de Armando, fue atrapado infraganti con la esposa de Gabriel; la noticia estaba en mi bandeja electrónica, la esposa exigió el divorcio y casi terminan en otros lios legales.

—No opinare—Dijo Tania triste—La señora estará devastada!—Dijo Tania viendo un catalogo.

—Bueno, son chismes—Dije sin dar importancia. Revise mi selección de cuadros—Como esta tu pequeñito?—Dije tranquila.

Sabia que preguntarle por el niño, era cosa que ya no, porque ambas inscribimos a nuestros hijos en la misma escuela; ver a mi hija jugar y divertirse con otro niño de su edad, para mi es un regalo.

—La maestra, dice que es inteligente como tu hija!—Dijo Tania emocionada.

—Jajaja si, Trey eso le emociona!—Dije sonriente.

Trey llego a la oficina con su traje de en la mañana, Tania se fue rapidísimo y avergonzada; solo lo abrace porque el y a mi nos gustaba la cercanía; ambos leímos una invitación para celebrar, la noticia de Armando que sera papa.

—Iremos?—Le pregunte a Trey que estaba inexpresivo.

—Podemos, pero cuestionaran al ver a la niña...—Ambos miramos las fotografía familiar que nos tomamos con mi hija. El estaba feliz como mi hija en su vestidito rosa y yo con el vestido que le gustaba a Trey para mi—Hablare con Louise, espero que el le agrade esto mucho mas que… a mi—Dijo sentandome en sus piernas.

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