Identidad

El momento había llegado, no podía seguir evadiendo lo que su destino le decía, no podía seguir permitiéndose esconder la verdad de aquel hombre, de ese monarca que se mostraba sin emociones delante de ella, en aquel justo momento en el que había dejado caer la sortija de compromiso.

Sintió un cosquilleo inexplicable en su estómago al verlo ahí, eran nervios, ese monarca de alguna manera la atemorizaba. Pero comprendía que ya nadie tenía poder sobre ella y quienes lo tuvieron ya no estaban ahí.

—Su alteza, antes debo pedirle un favor...

Alzando una ceja por el cuestionamiento de la dama, dio un paso con semblante amenazador ante la estafa que estaba por verse.

—No, me temo que no podré cumplir su favor sino me menciona quien es usted, ¿Por qué es tan importante? Tanto que esta mañana recibí la carta del príncipe de Hermea, pidiendo, no, reclamando que se le devolviera a su prometida, así que, o me dice quien es usted, o la mandaré de regreso a Hermea...

Si, definitivamente le temía al hombre que fue quien la libero de su cautiverio, no podía seguir dándole vueltas a la verdad que pronto golpearla al monarca que se veía molesto por su irritante evasión.

Asintiendo con delicadeza se postró delante de él con dignidad, con elegancia, con el respeto que merecía su autoridad el rey, tomó por los costados su vestido y se aclaró la garganta...

—Su alteza, soy la princesa Evangeline III Valyrian, hija de Dominic I Valyrian, dueño de las tierras del sol, regente de los dominios de la luz, aliado de la casa de Hermea y enemigo de su alteza...

Menciono con la etiqueta apropiada mientras reverenciaba al monarca que se encontraba conmocionado, su formalismo, su educación, su postura era digna de la princesa que decía ser. Su enemigo estaba en su hogar, durmió en su cama, recibió atención médica y se ganó el afecto de la mujer quien lo cuido desde la muerte de sus padres, que lo cuido cuando fue torturado.

Le habían sido arrebatadas las palabras, por él eso el reclamo del príncipe de Hermea, por eso el escándalo del pueblo por la belleza de esta mujer que resultó ser una princesa.

—Por supuesto, debí suponer que usted es una espía…

—Su alteza, eso no...

—Descuide, la devolveré en una sola pieza, esta noche partirá de Easterwood...

El pánico la domino, lo vio girarse y sintió que su libertad se desvanecía lentamente ante la indiferencia del monarca, no había pensado con cordura cuando ya se encontraba reteniendo al mismísimo rey por su brazo.

—Por favor, su alteza, sé que merezco su desprecio, pero por favor, sé lo imploro no me haga volver, no ahora que estoy tan lejos...

—No, suficiente tengo estos días cuidando de una inválida que se desmaya cada vez por su debilidad...

—Majestad, por favor, sé lo imploro, me iré, me iré lejos de su vista pero porfavor no me haga volver, me iré a un lugar donde usted no sabrá nada, donde no vera mi rostro...

Suplicó la clemencia que un rey puede dar, tanto fue su ruego, que vio en esos ojos azules la sinceridad de sus palabras. Por qué, por qué alguien tan pequeño, tan insignificante lo estaba dominando tan fácilmente. Pero logro meditar más a fondo las razones de su desespero, si bien, no conocía nada de ella, le daría la única oportunidad de que tenía.

Además, como podría resistirse a esa mirada brillante, llena de expectativa, esa mirada tierna e indefensa que le dedicaba la princesa jamás la había visto, esa mirada había removido, tocado su frío y duro corazón que se vio en la necesidad de aceptar sus condiciones únicamente por esa vez.

Se irguió en su misma posición y pronto Evangeline se alejó dos pasos, para volver a mantener la distancia prudencial, además de que el miedo se arraigó de ella, al ver esas poderosas manos que fácilmente podrías doblegarla ahí mismo, sin ninguna dificultad. El miedo la invadió aún más al ver que él se acercaba los dos pasos que ella pensó eran prudentes, la distancia desapareció con los dos pasos que él dio, que él volvió a cubrir en el momento en que vio el miedo en su rostro.

—Princesa, le aseguro que no pienso tocarla sin su permiso aun estando únicamente los dos solos en uno de mis puentes preferidos, no es de caballeros tomar por la fuerza las riendas de una discusión, este usted serena, tomaré su palabra, tiene hasta esta noche para desaparecer como lo ha confirmado

Un deje de alivio se asomó por su rostro antes de volver a marcar la distancia una vez más, ignorando el hecho de que él le había confirmado que no la tocaría, se inclinó en una reverencia hacia la figura real.

—Gracias, su alteza, por su clemencia para con esta frágil cierva tuya, veré que se cumpla con exactitud mis palabras, por ahora me retiraré de su presencia...

La vio enderezarse para después marcharse por él mismo camino que el rey había recorrido hasta su encuentro, solo así, una vez le dio la espalda, una vez no podía verla directo a los ojos, se permitió sonreír con el alivio ya acompañándola.

—Señorita, está usted bien...

—Leticia, me quedaré

Dijo con emoción hacia la mujer que intento protegerla, que intento ayudarla en su escape.

—Una dicha, princesa, tengo un hogar, lejos del reino, se encuentra en el centro del bosque, donde podríamos vivir sin problemas...

La emoción en sus palabras llegó al corazón de la joven Evangeline que se abrazó a ella como la niña pequeña que había encontrado protección hasta sus 21 años de edad desde el día en que su abuela se marchó de esa vida.

—Debo irme, solo tengo hasta esta noche...

—Bien, pediré un carruaje que nos llevara hasta la salida por el bosque, después, la distancia que hay que recorrer a pie es larga...

—No importa, siempre y cuando pueda volver a sentirme viva, caminata hasta el fin del mundo...

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Jadella🦋

Jadella🦋

Más capítulos por favor 🙏 plisssssss

2024-07-02

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