¿Una victoria?

El sol lentamente tocaba el horizonte mientras en altamar surcaba las aguas el navío Rafaela Herrera ante olas agitadas y el viento fuerte, sacudiendo bruscamente aquella embarcación.

Chris: aseguren las amarras, las cargas en la bodega superior y la bodega frontal

Mientras los demás pegaban carrera mientras trataban de conservar el equilibrio, Andrea seguía sentado en la última grada de la escalera que da a la toldilla, comiendo un bollo de pan.

Chris: siempre tienes esa serenidad

Andrea: estamos pronto a rodear la tormenta, será menos el alboroto si te acercas a la costa

Chris: no quiero toparme con un rascacielos

Andrea: bueno, ¿entonces vamos a la Nación Oriental?

Chris: es la idea, talvez allá nos encontremos con Jean de la Cruz

Andrea: lo harán

Chris: no me digas que ahora ves el futuro

Andrea: escuché un rumor por allí... o bien le decían antes, un pajarito me contó

Mientras aquel navío era azotado por el oleaje embravecido del mar seguía su curso hacia el oeste, se podía oír estruendos a lo lejos mientras destellos leves de luces parpadeantes se miraban en el interior de la tormenta.

Dark: algo me dice que no estás al pendiente del tiempo

Comentaba Dark mientras ponía una pierna sobre la otra estando sentada en un extraño trono de piedra, con la mirada clavada en Axel y sus manos acariciando la espada que descansaba sobre su regazo.

Axel: se me ha salido de las manos

Dark: lo sé, por ello voy a hacer una pequeña trampa

Axel: ¿ah?

Sin dar aclaraciones, empezó a deslizar sus manos por la hoja de aquella espada, como si estuviera cubierta de polvo esta empezaba a revelar un brillo interesante, Axel estaba tan intrigado que quiso acercarse, pero al dar el paso su corazón soltó un fuerte latido.

Dark: ¿lo sientes?

Axel: ¿eso es?

Dark: es la única manera de salvar esta espada, aún tendrás el vínculo conmigo pero es tan ordinaria como cualquier otra

Axel: ¿ya no tiene poderes?

Dark: volvió a su condición original, aunque puedes usar mis poderes siempre y cuando me llames

Se puso sobre sus pies y camino hacia Axel, extendió sus manos hacia el a darle la espada que estaba brillante y afilada, Axel levantó la mirada a cruzarse con la mirada de Dark, notando sus ojos perlados color noche.

Dark: esperare tu llamado

Axel: de acuerdo

De un parpadeo dejo aquel oscuro y frío lugar a encontrarse en la bodega superior del galeón, recibiendo los rayos del sol desde la rampa de acceso, suspiro, se puso de pie y camino hacia las escaleras a llegar a cubierta.

Allá todos estaban ocupados puliendo la madera recién restregada, en la toldilla Chris veía hacia el horizonte a través de un telescopio, al bajarlo soltó un suspiro de alivio.

Axel: ¿esperabas noticias malas?

Chris: en realidad... aún no me creo que logramos una victoria ante los rebeldes

Axel: ¿una victoria?

Chris: así es colega, la Nación Andina puede descansar segura por el momento, el norte está casi en ruinas y el oriente arde en llamas

Axel: ¿creí que eran naciones poderosas?

Chris: el armamento pesado hace la diferencia, por cierto, porque tu espada está callada

Preguntó Chris mientras desviaba la mirada hacia el hombro de Axel donde descansaba la espada, al estar con la funda no veía su hoja.

Axel: fui con Dark y bueno... digamos que le hizo un par de cambios

Chris: cada vez me interesa saber más de ese espíritu

Axel: ¿y eso por qué?

Chris: es raro que cambien de parecer a la ligera, siempre son rectos con sus principios, un ejemplo es mi espada

Axel: la que nunca usas

Chris: así es, el espíritu que porta aborrece la sangre, por ello nunca la uso en combate, pero me es útil para predecir el futuro

Axel: odia la sangre, pero es agresiva contigo

Chris: de eso no hay duda, mejor cambiemos es tema...

Decía el capitán Chris con su voz temblorosa al sentir que su espada que descansaba en su espalda empezaba a agitarse levemente llegando a erizar la piel de su portador.

Axel: pobre de ti cuando halles pareja

Chris: ¿no sabes cuándo hacer silencio muchacho?

Mientras el galeón surcaba las aguas mientras el sol subía a lo más alto del cielo, su lugar de destino sufría de una guerra sin cuartel que iba destruyendo más poblados y sumando más efectivos a la causa de Leonelle.

Se libraba otra batalla esta vez en el paso alto de la nación Oriental, un puente de rocas que se suspendía en el punto más alto del cañón de Bután, la sangre se mezclaba con la nieve en aquel lugar.

???: ¡RESISTAN!

???: ¡SEÑOR, LOS ALIADOS ESTÁN POR VENCERNOS!

Leonard: diles que usen los explosivos

???: ¡eso puede acabar con nosotros también señor!

Leonard: he dado una orden, no una sugerencia

???: si señor... ¡USEN LOS EXPLOSIVOS!

Los utiliteros se sorprendieron al escuchar dicha orden, aún dudando sacaron los cartuchos de dinamita de sus bolsos, le prendieron fuego y los lanzaron con todas sus fuerzas hacia los aliados que desde el otro lado del cañón hacían resistencia.

De inmediato las explosiones retumbaron el lugar, gracias a las ondas de impacto la nieve empezó a deslizarse cuesta abajo, haciendo que disminuyeran las fuerzas en ambos bandos.

???: señor, nuestros hombres

Leonard: que aprovechen ahora a atacar

???: ¡ATAQUEN!

Aún con dificultad el bando de los rebeldes empezó a moverse hasta llegar al puente, al ver que se acercaban los aliados dejaron de ayudar a las víctimas y volvieron al puente.

???: ¡los rebeldes se acercan!

???: ¡cuidado con las bombas...!

Una lluvia de explosivos cayó sobre los que seguían en pie, ayudando al batallón pasar triunfante por aquel puente y terminar con las vidas de aquellos que seguían resistiendo.

???: una vez más... victoria

Leonard: que no quemen nada, este será nuestro cuartel temporal

???: señor...

Leonard: lo menos que quiero es duda, hágalo

???: si señor

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