bienvenidos a la Guerra

Mónica: ese señor está mal herido, necesita ayuda

Mónica junto a los aldeanos iban por lo espeso del bosque a buscar el refugio que está antes de llegar a las orillas del mar, al llegar se encuentra con el sabio de la aldea que meditaba cerca del lugar.

Sabio: ¿Donde está tu hermano Axel?

Mónica: fue por quienes nos agredieron señor

Sabio: este muchacho se ha condenado

Mónica: de que habla

Sabio: los humanos cuando gestan una guerra, todo aquel que se oponga es un rival más, aún es una cría por ello no sabe nada de esto

Mónica: de todos modos no se quedaría de manos cruzadas, tarde o temprano nos atacarían

Sabio: mi temor no son los enemigos, me preocupa que despierte algo que no debe ser despertado, es muy peligroso

Al escucharle volteó a ver hacia el sendero que da a la aldea, podía ver columnas de humo alzarse por los cielo producto del ataque, al otro lado Axel y Chris llegaban a campamento enemigo, habían al menos 30 hombres armado con arcos y flechas.

Chris: necesitamos deshacernos de esa gente, tú ve por las catapultas, yo voy con esta gente

Axel: bueno, a cachimbear!

Salta de entre las copas de los árboles llamando la atención de todos que inmediatamente toman sus arcos a tratar de dispararles, momento que aprovechó Chris para atacarlos en su punto medio y en cuestión de segundos todos cayeran al suelo desangrándose.

Axel golpea con su hombro una de las catapultas dañando su estructura y haciéndola colisionar con la otra y dañarla parcialmente, para terminar sobre cinco sujetos de la rebelión, matándolos del golpe.

Chris: eres hiperactivo

Axel: y tu aprovechas los segundos, detrás de ti

Chris se da la vuelta y termina degollando al último que quedaba de los rebeldes, dio un par de sacudidas a dejar las hojas de sus puñales totalmente limpias para luego guardarlas en sus respectivas fundas.

Axel: porque no tienes una espada

Chris: mi fuerte son los ataques a corta distancia y cuerpo a cuerpo, no usaste la bokken

Axel: no tuve oportunidad, son muy débiles

Chris: ellos... Talvez, como prometí, desde hoy eres parte del navío Rafaela Herrera

Le decía mientras le tocaba el hombro con su mano derecha, volteó a ver la costa donde el galeón estaba aguardando.

Axel: creí que no era en serio

Chris: lo que más necesitamos son guerreros, están tras nosotros, con tu padre a bordo puedes prescindir de tus servicios con la nave

Axel: suena bien

El cielo se oscurecía, el disco lunar empezaba a brillar en el firmamento, Axel y Chris llegaban al refugio donde se encontraba toda la aldea alrededor de la hoguera, sentados sobre troncos de árboles, Mónica estaba junto al sabio cuando vio a ambos llegar al lugar.

Mónica: creí que te traerían arrastrado

Axel: que graciosa, pero...

Chris: gracias a Axel logramos neutralizar al bando enemigo y acabar con ellos tan pronto

Mónica: suena imposible

Sabio: entonces, ¿es parte de la milicia?

Chris: así es señor, en estos momentos necesitamos guerreros para el navío

Mónica: ¿Están bromeando verdad?

Sabio: en este momento es el único guerrero en la aldea

Mónica: entonces iré con ellos

Sabio: eso sería imprudente

Chris: o todo lo contrario, al ser hija de Jean, puede que vengan por ella una vez nos retiremos del lugar

Sabio: eres astuto Ciclón Blanco, bueno, solo queda despedirnos entonces

Mientras Mónica y Axel se despedían de los aldeanos, el sabio de la aldea se acerco a Chris a poner su mano sobre su hombro.

Sabio: a pesar de ser jóvenes, tienen el poder de su padre

Chris: lo pude comprobar hoy, no se preocupe, una vez que Jean se integre, ambos volverán

Sabio: se que están en buenas manos

En medio de la noche, con el cielo estrellado y el agua que como espejo reflejaba todo, iban surcando el mar en aquella embarcación, con el viento tenue y el frío ascendente, se aventuraban hacia el sur, pasando por las pequeñas islas de la neblina.

Mozo: señor, Tenemos tres barriles con licor

Chris: ¿Que hay del agua?

Mozo: diez barriles señor

Chris: eso es lo que importa ¿Y los nuevos tripulantes?

Mozo: sobre las compuertas de carga

Chris: tome mi lugar

El mozo tomo el timón mientras Chris bajaba las escaleras hasta llegar al lugar donde se encontraban Axel, quién estaba acostado viendo las estrellas.

Mónica: ¿Tenemos tarea capitán?

Chris: vengo a hacer una valoración nada más, ¿Sabes usar armas de fuego?

Mónica: hablas de pistolas...

Chris: así es, te encargo mi rifle

Axel: porque no le das una espada o una lanza

Chris: su función será diferente a la nuestra, ponte de pie y toma la espada de madera

Axel se puso de pie y tomó aquella espada que estaba sobre unas cajas, Chris tomo una que estaba cerca de las cajas a ponerse frente a Axel.

Chris: quiero ver qué tal eres con la espada

Axel: está bien

Con sus piernas separadas, inclinándose había adelante y sosteniendo con una sola mano la espada, Axel esperaba a Chris quién aún sujetaba la espada con ambas manos y a la altura de su hombro

Axel: ¿Porque esa postura?

Chris: ataca y lo sabrás

En eso Axel desliza su pie, se agacha más y envía un golpe de la espada hacia su hombro, Chris se queda sorprendido y termina inclinándose hacia atrás a terminar de esquivarlo, justo en ese momento Axel cambia de pie acercándose más a Chris

Chris: eres astuto

Soltando una risa entre dientes regresa la espada nuevamente hacia Chris quién lo ve de reojo, suelta una mano y toma uno de sus puñales y bloquea dicho ataque.

Axel: ¿Que?

Con la otra mano le deja caer la espada directo al hombro, haciendo que cayera sobre su rodilla izquierda, Axel levanta la mirada y se suelta a reír.

Chris: ¿De que te ríes?"

Axel: olvidaba que tú peleas con dos armas

Chris: no lo olvides y ya, tienes velocidad, la técnica... No lo suficiente

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