Una nueva era

Ha pasado ya mil años, la tierra ya no es la de antes, la humanidad se encargó de poner todo en declive hasta el punto de ver un mundo muerto, los que quedaron vagando en la tierra apenas sobrevivieron del apocalipsis, es el año 3310 del calendario gregoriano.

A causa de la guerra definitiva, el mar reclamo el 70% de la tierra, dejando cinco grandes islas en el mundo, la gran isla oriental, Australia, la isla del valle desértico, el conjunto polar y la gran cadena Andina, en cada una de ellas con asentamientos humanos, híbridos y bestias.

La historia empieza en La Gran Cadena Andina, en el Conjunto de Islas de Xóchitl al norte de la nación, en la isla de Amerrique, se encuentra el único asentamiento humano de dicha nación, lugar de filósofos y curanderos de renombre, allí se encuentra el joven Axel Cruz.

Habitando en el punto más alto de la aldea, entrenando todos los días con una bokken de bambú, con la meta de alcanzar el nivel de combate de su padre, Jean de la Cruz, un habilidoso guerrero de la Fuerza de Control Andina.

Mónica: ¿Ya dejaras de verte ridículo?

Siempre atenta su hermana menor Mónica, de piel pálida, cabello rojizo y ojos color miel, con pecas en sus mejías y lunares en sus muñecas, a diferencia de Axel, no tiene interés de ser una guerrera.

Axel: ¿Ya está la comida?"

Mónica: ¿es tu turno lo olvidas?

Axel ¿Ah?

Se detuvo y volteó a ver a Mónica mientras su mente estaba en blanco, bajo la mirada mientras soltaba un suspiro, camino hacia la casa dejando la bokken en el piso, entro a la casa a irse directamente a la cocina.

Mónica disfrutaba ver a Axel tratando de encender las brasas desesperado, con su estómago sonoro y su cara empapada de sudor por la sofocación ante el cocinero que seguía tibio.

Mónica: quítate, yo lo prendo

Metió sus manos dentro de la caldera, toco una brasa y la frotó con sus dedos hasta que soltó llamas encendiendo de inmediato, volvió a ver a Axel que recuperaba el aliento con una mirada presuntuosa.

Mónica: te falta feminidad

Axel: Ya vas con esas cosas extintas

Mónica: no es...

Unos golpes en la puerta detiene su plática, Mónica se inclina para ver quién es, pero no se asomaba por la ventana, Axel se pone de pie y se acerca a la puerta a ver quién llamaba.

Axel: ¿Esperamos visitas?

Mónica: no lo creo

Se acercó a la puerta, quito el seguro y abrió la puerta revelando la presencia de un joven de su misma estatura pero de cabello blanco, ojos negros y piel muy pálida, con pieles como vestimenta y un bolso de cazador colgando en su cuerpo.

Axel: ¿En que podemos ser útiles señor...?

Chris: mi nombre es Chris, vengo en razón del gobernador del Conjunto Polar, requiere de la presencia del señor Jean de la Cruz...

Mónica: busca a papá

Axel: así es, el problema es que él está en la capital de la nación, ¿Para que lo necesita?

Chris: ¿Puedo pasar?

Mónica: si por favor, pase adelante

Mientras Axel preparaba el almuerzo, Mónica estaba sentada en el comedor con el invitado frente a ella, todos en silencio más solo el sonido del cucharón golpear la olla y de las brasas fragmentarse por el calor.

Chris: ¿Ustedes son hijos de Jean?

Mónica: así es, díganos... ¿Porque busca a papá?

Chris: bueno, no es al único que busco, me encargaron la tarea de reunir a los guerreros más fuertes de las cinco naciones gracias a un levantamiento que amenaza con la paz

Axel: está vez quienes son, ¿Los duendes?

Chris: no, son los humanos

Eso apagó toda burla de la boca de Axel, pues su padre lucha por el bienestar de los humanos, pues son las especies más débiles entre los antropomorfos, lo que también lo hacia absurdo.

Axel: no suena grave

Chris: ¿y si te digo que un par de sujetos portan las espadas del fin?

Mónica: ¿Habla de las espadas que dieron fin a la guerra definitiva?

Axel: eso es imposible, se supone que las guardan las hadas del valle oscuro en el reino de las profundidades

Chris: que crees genio, el reino de las hadas se dividió, la rebelión tomo las espadas y se aliaron con la rebelión, se cuentan tres mil cabezas de guarnición, hadas y humanos, sus líderes son Leonelle y Leonard, ex integrantes del Gran Ejército Blanco.

Mónica: ¿Hablas del ejército más poderoso del planeta, los protectores del reino mágico, donde solo los más fuertes entran?

Chris: si y no, no son los más poderosos pero poseen el arsenal más letal sobre la tierra, además ya fueron derrotados por la rebelión.

Se acerca Axel con la olla a ponerla en medio de la mesa, reparte los tazones para luego servirse un poco de la sopa que había preparado hasta llenar el tazón, Mónica toma el cucharón y se sirve un poco.

Axel: ¿Si ese ejército no pudo con ellos que te hace pensar que papá lo hará?

Chris: pues Jean fue su maestro, conoce sus técnicas y posee la Espada de las Tinieblas

Mónica: Justo cuando esperaba celebrar al fin su cumpleaños

Axel: Mónica, está vez la cosa está muy complicada

Chris: talvez, pero...

De inmediato una sensación extraña sofoca a los tres jóvenes que de inmediato voltean a ver hacia la puerta principal, se ponen sobre sus pies y caminan presurosos hacia la puerta, solo para ser alcanzados por una roca gigante.

Chris: ¡¿Están bien?!

Mónica: ¡Axel!"

Axel: ¡Atacan desde el risco!

Chris alza la mirada hacia aquel lugar, viendo una catapulta de madera sobresalir de entre las copas de los árboles, la aldea estaba siendo atacada, volteó a ver al mar y noto que el barco estaba intacto.

Chris: probablemente me estaban siguiendo

Axel: Mónica, ayuda a evacuar a la gente, Chris, alista tus arma

Decía el joven Axel mientras empuñaba la bokken y saltaba de árbol en árbol acercándose a la base de los agresores, Chris decide seguirlo sosteniendo dos puñales en sus manos hasta alcanzarlo.

Chris: si los atacas, te volverás una amenaza y te buscarán

Axel: no me importa, destruyeron mi casa

Chris: si sobrevives, te reclutaré

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