Dara, la princesa rebelde

Chris: su majestad ¿mando a llamar?

Flor: un poco tarde su llegada diría yo, pero la alianza tiene más problemas que el reino

Era aquel fatídico día en el cual la rebelión había iniciado sus movimientos, el castillo a pesar de verse intacto, ya había sido víctima del saqueo, con las puertas de la bóveda destruidas y todo en su interior desordenado.

Chris había llegado al lugar a petición de la reina Flor quien se encontraba frente a la misma, con su vestido blanco y largo, su cabello recogido en un moño al lado de su cabeza y sus manos juntas al frente.

Chris: ¿quienes provocaron todo esto?

Flor: para su sorpresa fueron las mismas hadas que custodiaban la bóveda real, incluyendo aquella a la cual le asigne el cargo de secretaria militar

Chris: ¿que se llevaron exactamente?

Flor: las espadas y la armadura sagrada

Chris: esto es demasiado grave

Flor: por eso le he llamado, sus servicios en la fuerza naval es intachable así que le asignaré la misión de rescatar los objetos robado

Chris: lo haré su majestad aún cuando me cueste la vida

Flor: lo sé, nunca me haz defraudado en todo este tiempo, tengo entendido que irás por Jean de la Cruz

Chris: así es

Flor: cuando lo halles, debes darle esto

Le dio un pequeño cofre de madera con acabados en plata y algunas piedras coloridas opacas sobre la tapa, no parecía tener seguro alguno pero aún así era imposible de abrir.

Flor: solo aquel que sea el destinatario puede abrir la caja, es muy importante que el la reciba antes de sumarse a la guerra

Chris: ¿guerra?

Flor: así es, dará inicio en una semana, ambas espadas empuñadas por dos grandes guerreros que borraran todo a su paso, amenazando la vida de cada ser sobre la tierra

Chris: los humanos causan la revuelta

Flor: así es, son los humanos, elfos y algunas hadas contra los seres, los puros y los híbridos, el caos fue tal que el mitad humano despertó

Chris: ¡no puede ser!

Flor: me temo que el verdadero fin... está cerca

Volviendo en sí, a bordo del navío, con la vista perdida en el horizonte frente a un atardecer pacífico, la tripulación limpiaba la cubierta en pleno silencio, en eso Mónica se acerca y le toca el hombro.

Mónica: ¿está bien?

Chris: no debe alarmarse señorita, aprovecho este silencio para prestar atención a las circunstancias por suceder

Mónica: vaya, entiendo

Chris: en serio admiro su buena vista, fue buena elección traerla a bordo

Mónica: ah... ok

Dara: ¡no puedo creer que me tengan aquí!, tengo que soportar ver sus escenitas de amor

Chris: deberías de agradecer que aquel chico no acabó con tu vida

Dara: ¡hubiera preferido la muerte!

Chris: lo siento pero eso nunca sucederá, después de todo, tienes que pagar tus crímenes contra la corona real

Dara: como si eso me importara... ¡¿que hace el aquí?!

Reclamo al ver a Axel llegar al lugar donde se encontraban los demás, incluyendo a la hada que estaba atada en el mástil del barco, aún con su cabello empapado y con ropa diferente.

Mónica: te queda el atuendo

Axel: así que ella es la princesa Dara, hija de la reina Flor...

Dara: ¿como sabes de mí desagradable animal?

Axel: ¿a quién le dices desagradable, princesita?

Dara: ¡debí haberte ahogado!

Axel: pero no lo hiciste porque querías vivir si no me equivoco

Dara: eh...

Axel: ¿Quién es el desagradable ahora?

Aquella hada se había quedado sin ideas, volteó a ver hacia el piso mientras guiñaba su mejía por los nervios.

La noche se hizo presente de inmediato, Chris estaba en el timón llevando al barco por su rumbo, la mayoría descansaba en la bodega inferior, con excepción de Mónica que dormía en el camarote de Chris bajo su pedido.

Axel: esta espada es muy distinta a las otras, parecía tener sed...

Chris: de sangre, era de esperarse pues nunca fue usada en combate desde que se creó, necesita gran cantidad de energía para despertar su poder

Axel: ¿o sea que esta espada es un "no muerto"?

Chris: algo así,

Axel: ¿y cuál es su poder?

Chris: em... Veamos... Este...

Axel: ¿no lo sabes?

Chris: nunca se despertó su poder...

Dara: es un agujero negro

Al escucharlo, Axel salta desde la toldilla a caer al frente de ella, aún con la vista agachada que parecía ya haberse dado por vencido.

Axel: sabes de ella

Dara: la reina me obligó a saber todo sobre las armas legendarias, incluyendo la Dark, la única espada que nunca estuvo en batalla

Axel: ah pues es verdad

Dara: será absurdo tratar de revivirla, pues necesita de una absurda cantidad de sangre de inocentes como pago al espíritu.

Axel: por eso no la usaron en la guerra

Chris: eso no lo sabía...

En solo cuestión de segundos, la soga que ataba a Dara en el mástil caían en pedazos en el piso, se masajeó las muñecas y luego estiró las manos.

Chris: ¿piensas en huir?

Dara: ¡no puedo volar gracias a este tonto que arruinó mis alas!

Axel: ¿quién te manda a cerrar los ojos en pleno combate?

Dara: ¡Pues no le caigas encima a una señorita!

Axel: ¡pudiste moverte a otro lado, boba!

Chris: creo que son tal para cual

Axel y Dara: !eso no es verdad!

Chris: como sea, fue un día muy largo, así que iré a dormir

Axel: ¿a dormir?... ¿oye, mi hermana...?

Chris ya se había metido a su camarote, dejando al mozo en el timón y a Axel y Dara en medio de la cubierta, a solas bajo un cielo estrellado.

Dara: también tengo sueño, llévame

Axel: ¿como que llévame?

Dara se colgó del cuello de Axel, de un salto a quedar sobre sus brazos, con sus alas rozando el piso y su cabeza descansando en su hombro.

Axel: oye, ¿que pasó con la testaruda de hace un rato?

Dara: hazte responsable de tus actos, desde ahora serás mis pies

Axel: ¡¿Qué?!

Dara: ¡que divertido!

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