CAPÍTULO 16

Soraya era una mujer astuta, y en el momento de escuchar a Nain supo que no iba a ganar nada provocándolo; pero lo que ella no lograba entender si esas respuestas eran porque era un hombre interesado en la fortuna de la familia, al igual que ella o realmente estaba siendo sincera.

Óscar no le gustó escuchar la idea de que su hija se fuera de la casa, él solo pensaba que tenía que convencer a Nain para que se quedara a vivir ahí, no iba a dejar que su hija pasara dificultades, era su princesa y tenía el dinero suficiente para que tanto ella, como Nain vivieran cómodamente ahí en la casa.

No pensaba dejar esa oportunidad, solo pensaba en aprovechar ese mes para convencerlo de quedarse ahí con él. Rápidamente contestó.

-Nain, muchas gracias por pensar así. Estoy de acuerdo con que se queden en casa, creo que me va a ser muy bueno para mi salud.

También me gustaría que dejes el trabajo donde estás, para que empieces a trabajar en la empresa.

Cuando yo muera, va a pasar a ser de mi hija; tú vas a tener que trabajar en los negocios para que cuides los intereses de tu esposa, quiero que le sigas dando la vida a la que está acostumbrada.

Por favor, no me tomes a mal las palabras, solo piensa que es algo de ayuda para ustedes, para su futuro.

No tiene nada de malo aceptar la ayuda del que ahora se ha convertido en tu padre, porque eso es lo que soy desde el momento en que te casaste con mi princesa.

Nain no dejaba de ver a Óscar a los ojos y le gustaba que el padre de ella hiciera lo mismo, porque eso le dijo mucho de su personalidad; si era un hombre que le hablaba con el corazón en la mano, era transparente con sus acciones y palabras.

Por un momento pensó que, si esa boda fuera algo real, estuviera feliz de poder decirle que sí, tener una familia, dejar todo su pasado atrás, sentar cabeza, cuidar de una esposa, que posiblemente le daría hijos; pero al mismo tiempo que lo pensó y aunque la ilusión era tentadora, se regañó mentalmente, ya que no pensaba quedarse ahí más del tiempo necesario, su vida como asesino, simplemente no pensaba dejarla.

Era mejor estar solo, que vivir con alguien que tal vez terminaría engañándolo. Al final de cuentas, la traición era, para él, algo de la naturaleza humana y realmente no pensaba quedarse a ver si María Eugenia podría llegar a traicionarlo.

Suspiró profundamente y con una tranquilidad empezó a decir.

- Muchas gracias, señor Óscar, no me ofendo con lo que me ha dicho, pero creo que lo mejor será que María Eugenia empiece a aprender de usted.

Creo que la más indicada para cuidar lo que su padre piensa dejarle va a ser ella; yo puedo estar apoyándola en lo que pueda, pero para empezar no estoy calificado, apenas terminé la preparatoria, ella ya está en la universidad, puede ir a la escuela por la mañana y en la tarde como fines de semana podrá ir a la empresa.

Señor, usted podrá enseñarle bien. Sé que mi hermosa esposa ya está preparada para empezar a tener responsabilidades y creo que eso también nos ayudará a nosotros como pareja.

Óscar se sorprendió con lo que le dijo, pero le gustó la idea de tener a su hija en la oficina, poder enseñarle todo lo que sabía, para que fuera una de las mejores empresarias del mundo; pero antes de que pudiera decir algo, María Eugenia alterada se levanta de la mesa y empieza a decir.

-Nain, te volviste loco, ¿cómo puedes decir eso? Tú eres mi esposo, tienes que hacerte cargo de cuidarme y mantenerme.

No tengo experiencia en nada que tenga que ver con el trabajo, si mi padre te lo está pidiendo a ti, es porque confía en que te vas a poder hacer cargo de todo.

No estoy de acuerdo en eso, yo no podría hacerme cargo de la empresa de mi padre, eso sería algo imposible para mí.

Nain se dio cuenta de que era su miedo hablando y verla así se le hizo aún más linda, pero él no podía entrar a la empresa, porque al final no se iba a quedar; tomó su mano, le sonrió y con una tranquilidad le dice.

- María Eugenia, no tengas miedo, solo inténtalo. Recuerda que no vas a estar sola, tu padre va a estar a tu lado y te puedo asegurar que no te dejará hacer nada, que no puedas hacer.

Solo confía en tu padre y aprende todo lo que puedas de él, ya verás que al estar ahí las cosas se te van a ir dando solas, aunque claro, vas a tener que estudiar bastante, las cosas en esta vida no se te van a dar solas.

María Eugenia, al escuchar lo que decía Naín, empezó a hacer pucheros con su boca de disgusto, se sentó molesta, ya no dijo nada, sabía que empezar a discutir, por lo que dijo, se iba a ver muy mal y le iba a dar motivos a Soraya para ponerla más en contra de su padre.

Óscar, al ver que su hija terminaba resignada a lo que Nain decía, con una felicidad dice.

- Nain, eres un joven realmente de admirar.

Si alguien más estuviera sentado en tu lugar, hubiera aceptado lo que yo le propuse sin dudarlo o pensarlo.

Hasta creo que yo hubiera dicho que sí, sin dudarlo, es algo que te haría ser un gran empresario, que te pondría en la cima del mundo entero; pero te admiro, Nain, realmente creo que estás con mi pequeña porque la amas y no por interés, me haces sentir tranquilo.

Una vez que dijo eso, se hizo un silencio y terminaron de comer, aunque Soraya no le despegó la mirada a Nain, queriendo saber lo que planeaba al estar ahí con María Eugenia.

Solo pensaba en que tenía que ponerlo de su lado o echarlo de la casa, no pensaba permitir que le arruinara sus planes.

Cuando terminaron de comer, Nain animó a María Eugenia que fuera con su padre a la empresa, para que no se quedara en la casa sola, ya que él pensaba ir a recoger su ropa a su departamento, y antes tenía que pasar a su trabajo para justificar su falta de ese día, aclarar cómo iban a quedar sus horarios.

María Eugenia fulminó a Nain con la mirada y eso solo hizo que él sonriera con malicia. Realmente se estaba divirtiendo de verla tan molesta, pero lo mejor era que la iba a poner a trabajar.

Lo sintió como una pequeña venganza por todo lo que lo había molestado, realmente estaba disfrutando de verla tan enojada, haciendo muecas de disgusto, pero al final haciendo lo que se le estaba pidiendo.

Pero ella no pensaba irse sin antes desquitarse, se levanta y sin que lo esperara, pega sus labios a los de él, tomándolo por sorpresa, dejándolo congelado. Eso realmente nunca se lo esperó, aunque le hubiera gustado que fuera un beso más verdadero.

Nain la miró retirarse con su padre, mientras la veía irse, pensó.

--Qué mujer más loca, es la segunda vez que me besas y para mi mala suerte, ni siquiera me lo has dado bien. No conozco tu sabor, me encantaría realmente recorrer tus labios con mi lengua, saborear el sabor de tu boca; ay mujer, realmente eres una tentación andando.

Si sigues haciendo cosas así, terminarás provocándome de una manera desesperante y eso no va a ser nada bueno para ti; algo de lo que sí tengo seguro es que aún eres una doncella.

Porque tus caderas están pequeñas, tus piernas están cerradas, la forma en que caminas, tu parado, son una señal de que no has estado con ningún hombre. Lo que quiero decir es que aún no tienes ese cuerpo de señora, solo por eso me he detenido; no quiero lastimarte si no es necesario--

Nain se había quedado sumergido en sus pensamientos, se le había olvidado que aún seguía con Soraya, que aún seguía sentada frente a él; hasta que la escuchó, lo hizo salir de sus pensamientos.

- Nain, eres muy inteligente, mira que mandar a esa malcriada a trabajar, eso sí, fue audaz, por poco y me creo tu buena voluntad; pero yo creo que eres un astuto, que solo estás buscando la fortuna de la familia.

Puedes ser sincero conmigo, si me cuentas tu plan, yo te cuento el mío y si gustas, podemos hacer una buena alianza.

Es bastante grande la fortuna, aunque la partiéramos en dos, tendríamos para vivir una vida larga y cómoda sin tener que volver a preocuparnos.

Yo ya he pensado en algunas cosas, de qué podemos hacer para hacernos con todo. Hay una persona que nos puede ayudar a lograr nuestro objetivo, solo dame tu confianza y ya verás que terminaremos con esos dos antes de lo que tengas planeado.

Nain le sonríe con maldad, parecía que la idea de Soraya la aceptaba, eso la animó a pararse y acercarse a él.

Se sentó en la mesa, quedando de frente a él; sus pies los puso en la silla en medio de las piernas, haciendo que las abriera. Se había quitado las zapatillas, empezó pasando su pie por la rodilla, subiéndola por su pierna, hasta que casi llegó a su ingle.

Nain la miraba fijamente a los ojos, parecía que realmente estaba disfrutando de lo que ella le hacía, pero en ese momento en que casi tocaba su hombría; molesto, tomó su pie, lo jaló y se puso en medio de ella.

Pero lo que hizo realmente fue malo, la recostó en la mesa con una violencia, que terminó golpeando su cabeza, también sus caderas golpearon en la orilla de la mesa. Iba a gritar por el dolor que le causó, pero ya le había cubierto la boca, con su mano.

Las expresiones de su rostro parecían las de un psicópata, algo que a ella no le gustó; sentía tanto miedo, que no se podía mover, que no sabía qué hacer, no se atrevía ni a ver esos ojos que parecían inyectados con sangre.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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