Cuando por fin estuvieron todos de acuerdo, quedaron en encontrarse en la casa de Mario e Irupé.
- Yendo por el camino al rio, la primer casa que van a encontrar es la casa de mi abuelo… - miraba a todos pero inconscientemente quedaba fracciones de segundo mirándola a ella – los espero en ese lugar y ahí vamos a un lago que solo los caciques pueden autorizar visitar…
- ¿Lo sabe tu padre? – preguntó Iván y al verlo asentir agregó - ¿y tu hermana sabe que nos invitaste a todos?
- ¿Por qué…? – le dio curiosidad la duda
- No creo que ella quiera que yo vaya… - sus amigos comenzaron a reír porque sabían a qué se refería – yo la confundí con otra persona y me dijo tu abuelo que era muda pero solo fue para no dirigirme la palabra…
- ¿Mi abuelo te dijo eso? – estaba confundido
- Después lo vi en su casa y me dijo que había sido una broma suya… - siguió hablando – pero tu hermana estaba tratando de esconderse detrás de una planta…
- No sé qué decirte… - estaba azorado – mi abuelo y mi hermana no suelen comportarse así… pero yo mismo he actuado raro últimamente… - mirando a todos continuó – razón de más para terminar con todos los malos entendidos…
- Solo no la obligues... ¿si? – dijo pasándole la mano – que sepa que yo voy y si no quiere participar, por favor excúsenla…
***
- No quiero participar – Guaci era contundente
- Curiosamente Iván me dijo que no querrías ir si sabias que él iría… - Karai se paró delante de su hermana - ¿lo conoces? ¿te hizo algo?
- Me mató de susto en la plaza… - no lo miraba
- Tú no te asustas por absolutamente nada – sabía que le mentía – nunca me has mentido… mírame a los ojos… - cuando lo hizo continuó – Él dijo que te confundió con alguien… ¿sabes a que se refiere?
- Si… - las lágrimas corrían una tras otra – pero no me obligues a verlo…
- Está bien… - dijo Karai mientras la abrazaba – tu eres mi prioridad… pero me vas a tener que explicar lo que pasa…
- Papá lo sabe… - dijo en un susurro
- Papá fue justamente el que me dijo que hiciera esto y que fuéramos todos… - la soltó – pero no te voy a obligar porque Iván mismo me pidió que no lo hiciera…
Mario escuchaba a sus nietos discutir por un hombre que se supone que su nieta no conocía y había dicho que Luriel sabía sobre el tema. Era momento de hablar con su amigo y ver si podían descifrar todo ese enigma.
- Amores… - dijo fuerte para acallarlos – quédate aquí dentro y cuando ellos lleguen si sientes que puedes ir, sales… y si sientes que su presencia te afecta mucho, te quedas aquí… - ambos asintieron – quédate a ayudar a tu abuela con la comida… nosotros vamos a ayudar a tu padre…
Solo asintieron ambos y cada uno comenzó a hacer lo que su abuelo le había indicado. Mario y Karai iban rumbo al lago cuando Karai se giró a mirar a su abuelo.
- Abuelo… ¿tú le dijiste en broma a Iván que Guaci era muda?
- Si… - dijo riendo – vi que ese chico corría detrás de ella y me asuste – comenzó a relatar – cuando llegue él le estaba pidiendo disculpas porque la había confundido con otra chica y ella me pidió en guaraní que no le dijera quien era… - levantó los hombros – y solo le dije que era muda para que dejara de insistirle… me explicó que esa chica con la que la confundió era igualita a ella pero con ojos marrones…
- ¿Y después volvieron a hablar? – preguntó para ver si corroboraba la versión de Iván
- Al otro día pasó por casa y me saludó y me dijo que no había hecho falta que tu hermana simulara una discapacidad para no dirigirle la palabra – se avergonzó un poco – y que tampoco sabía por qué se ocultaba detrás de una planta, pero que si él le molestaba tanto que no la volvería a mirar o hablar… - y agregó – creo que se ofendió…
- Y no es para menos abuelo… - dijo riendo - ¿Te dijo Guaci si lo conocía o no?
- Me dijo que no… pero ella no tiene ojos marrones… - dijo categórico
- Abuelo… mi hermana en la ciudad usa lentes de contacto marrones… - dijo sonriéndole – porque sus ojos llaman mucho la atención… y eso le molesta…
- Ella dijo que tu padre lo está sabiendo… - recordó Mario – tal vez a él si le contó…
Siguieron caminando y en el lago encontraron a Luriel que ya había acondicionado el lugar con varias mantas como alfombras alrededor de unas tarimas que puso a modo de mesa, incluso había colgado de los arboles unas hamacas de telas como solían dormir cuando andaban por el monte. Cuando los vio llegar le sonrió complacido
- Ya controle todo el lugar, está libre de cualquier peligro… - sonrió nuevamente y agregó – traje unas jarras de chicha por si les quieres hacer probar… y limonada por supuesto… frutas…
- Papá… - dijo Karai mirándolo fijamente – Guaci te ha mencionado que le ocurrió algo…
- ¿Por qué…? – dijo en forma indiferente
- Porque no quiere participar del picnic y dijo que tu sabias el motivo… - hablaba un poco más bajo
- ¿Yo…? – estaba sorprendido – hablamos de diversas cosas, pero no sé qué tiene que ver con tus invitados…
- Ella se escapa de uno de esos muchachos… - dijo Mario – yo estaba con ella cuando él la confundió con otra chica… dijo que eran igualitas salvo por los ojos… - miraba alternando entre su yerno y su nieto – me habló en guaraní para pedirme que no le dijera quien era y luego cuando ese muchacho pasó por la casa ella se escondió detrás de unas plantas…
- Iván se dio cuenta papá… - dijo Karai apenado – y me dijo que no la obligara a venir… pero me preocupa ella papá… algo le pasa y no me lo quiere decir…
- Bueno hijo… - le palmeó el hombro con cariño – ella es una mujer y tiene derecho a tener sus secretos… igual que tú… vas a vivir cosas que no se lo vas a contar y no significa que ya no la quieras…
- ¿Le pasó algo a ella con Iván? – se preocupó
- No tengo la menor idea hijo… - era sincero – pero trataré de averiguarlo… por lo pronto si ella no quiere venir… no podemos hacer nada… - lo miró a Mario y agregó – vendremos con tu abuelo… para que sepan que no es una descortesía…
- Como tú digas papá… - aún podía notarse que dudaba
A la hora indicada el grupo de jóvenes del pueblo comenzaron a caminar hacia la casa que le habían indicado. Adrián y Daniel iban unos pasos más adelante riendo a carcajadas, pero Iván y Camila caminaban un poco temerosos por lo que los esperaba.
- ¿Estás bien…? – dijo Iván y la vio asentir – a ese muchacho le gustas… se le nota… - como no obtuvo respuesta siguió – a mí en cambio… su hermana sería capaz de escupirme… - comenzaron a reír
- ¿De verdad es tan parecida a esa chica que te flechó…? – lo vio asentir también – entonces te compadezco… pero recuerda que no es ella…
Seguían riendo de sus patéticas vidas cuando llegaron a la casa y en el jardín se encontraban Karai… Mario y 2 jóvenes…
- Hola otra vez – dijo Karai – ellos son mis hermanos… Pitá… - lo señaló – y Araí… ella es nuestra princesita… y él es mi abuelo Mario… - sonrió con cariño
- Hola… - tomo la iniciativa Adrián y le pasó la mano a Mario – soy Adrián… ellos son Daniel e Iván… y ella es mi hermana Camila.
Siguieron todos saludándose, nadie hizo ninguna alusión a Guaci, pero Mario noto que Iván miraba insistentemente hacia la casa y hacia los arbustos más grandes… supuso que la estaba buscando…
- Vamos hacia el lago… - dijo Karai – queda a unos 800 metros en el monte, pero no se preocupen que no hay ningún peligro…- mirando a Camila agregó – si el terreno es muy escarpado puedo ayudarte… - ella solo asintió y se sonrojó
Iban caminando en fila, Pirá iba adelante con Araí y luego Daniel, Camila, Adrián y cerraban la fila Karai e Iván que caminaba mirando todo a su alrededor, estaba un poco desacostumbrado al monte, pero en el ejército esas caminatas eran un ejercicio frecuente.
Cuando por fin llegaron al lago, la hermosura de todo lo que veían los dejó simplemente boquiabiertos.
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