Capítulo 7

"Me encargaré de las reparaciones y los gastos correspondientes. Todo será pagado como es debido." Mencionó con una seriedad que dejaba claro que no toleraría demoras ni excusas.

Con cuidado consciente de la tensión en el aire, respondí con voz sosegada.

"Entiendo, Duque De Thorneford. Puede hablar con mi padre sobre los detalles específicos de la colisión y los daños ocasionados. Nos disculpamos sinceramente por cualquier inconveniente que esto haya causado." Dije, tratando de manejar la situación con la delicadeza que requería.

Con delicadeza, hice una reverencia hacia Allen, quien observaba cada detalle de mi rostro con intensidad. Giré en busca de mi padre y mi hermano para unirme a ellos, mi mente anhelaba escapar de este extraño encuentro. Mientras caminaba rápidamente, Allen pronunció unas palabras que resonaron en el aire.

"Espero que no sea un inconveniente con su prometido." Dijo con su voz grave, dejando entrever la complejidad de la situación.

Mi rostro se distorsionó ante la mención del que sería mi prometido. Había olvidado por un instante la existencia de ese hombre, y la colisión, de alguna manera, me ofrecía un breve respiro al evitar encontrarme con él. Sin embargo, la irritación crecía al escuchar su nombre mencionado por Allen.

Mire con remordimiento hacia el hombre detrás de mí y, con cierta firmeza en mi tono, dije:

"No será un inconveniente, él entenderá las cosas cuando se entere de lo que pasó". Aunque mi voz intentaba transmitir seguridad, en mi interior bullían diversas emociones.

Allen se acercó con firmeza, una sonrisa socarrona en su rostro. Mi cabeza dolía al darme cuenta de mi descuido. Con tono irónico, se inclinó hacia mi oreja, su aliento rozando mi piel.

"Me refiero a que su esposo odiaría saber con quién se encontró su querida esposa", susurró, dejando una sensación incómoda en el aire. Su juego de palabras resonó en mi mente, creando una mezcla de incomodidad y anticipación por lo que vendría.

La palabra "esposo" resonó en mi cabeza, y la mención de Luke me llenó de irritación. No podía permitir que Luke asumiera ese título. Con voz firme y llena de irritación, le espeté: "Él no es mi esposo, y con quien me encuentre no será problema de él". Quería dejar en claro que mi destino no estaba atado a Luke.

La proximidad de mi rostro al de Allen dejó mi corazón ansioso, y la sonrisa en su rostro me hizo temer el error que acababa de cometer. Mi valentía anterior parecía ignorar las consecuencias. Sin embargo, la sonrisa de Allen solo aumentó mi inquietud.

El sonido del carraspeo rompió el tenso silencio que se había apoderado de la situación. Mi padre y mi hermano se encontraban allí, acompañados por el caballero de Allen. La expresión seria de mi padre indicaba que el asunto no pasaría desapercibido, mientras que la confusión en el rostro de mi hermano era evidente.

Mis ojos se posaron por última vez en Allen, tratando de transmitirle un mensaje con mi mirada cuidadosa. Con un tono firme y educado, le dije, "Espero que el asunto haya quedado claro, duque". Allen, imperturbable, me respondió con una mirada fría que dejó entrever un rastro de desafío.

Inmediatamente, mi padre tomó la palabra, abordando la situación con la seriedad que merecía. El caballero de Allen permanecía a una distancia prudente, observando la escena con una actitud neutral. Mi hermano, aún sin comprender completamente lo sucedido, mantenía su atención dividida entre las personas presentes.

La conversación entre mi padre y Allen se centró en los detalles prácticos de las reparaciones del carruaje y los acuerdos para resolver el percance.

Mi padre, con su expresión reflexiva y su barba canosa, inició la conversación. "Duque De Thorneford, comprendo que este incidente es inusual, pero necesitamos abordar los detalles de las reparaciones de los carruajes. La integridad de nuestras propiedades y la seguridad de nuestras familias son nuestra principal preocupación."

Allen, de pie con elegancia y mirada fría, asintió. "Marqués, puede confiar en que me encargaré de todos los aspectos relacionados con las reparaciones y los costos asociados."

Mi padre agradeció la disposición de Allen y continuó con preguntas más específicas. "Duque, ¿puede proporcionar una estimación de los daños y cuánto tiempo llevará reparar los carruajes?"

Allen, con una voz firme, respondió. "Márques, he dispuesto que mis hombres evalúen los daños de manera inmediata. Puedo asegurarle que los costos de las reparaciones correrán a cargo de mis finanzas personales, y me aseguraré de que los carruajes sean restaurados a su estado original en el menor tiempo posible."

Mi padre asintió, reconociendo la seriedad de Allen en resolver la situación. "Duque, agradezco su pronta acción y compromiso con la solución de este inconveniente. Sin embargo, deseo discutir cómo manejaremos cualquier consecuencia financiera derivada de este incidente."

Allen escuchó con atención mientras mi padre planteaba cuestiones financieras y cómo se compartirían los costos involucrados. A medida que la conversación avanzaba, ambos hombres buscaban un terreno común para asegurar que ambas familias salieran de esta situación sin agravios.

La conversación concluyó con un entendimiento mutuo sobre los próximos pasos y las acciones a tomar. Allen, con una inclinación de cabeza respetuosa, se retiró con la promesa de ocuparse personalmente de las reparaciones. Mi padre, aunque aún preocupado por las implicaciones de este encuentro, sabía que se había establecido una base firme para resolver los asuntos prácticos resultantes de la colisión de los carruajes. Mientras escuchaba, mi mente divagaba entre los recientes acontecimientos y las complicaciones que surgían con la presencia de Allen en mi vida.

Una vez que los términos estuvieron establecidos, mi padre asintió con aprobación, indicando que se encargaría de los asuntos adicionales. El caballero de Allen realizó una reverencia y se retiró discretamente. Mi hermano, con gestos de despedida, se unió a él, dejándonos a solas.

Quedé frente a mi padre, cuyos ojos reflejaban una mezcla de preocupación y determinación. Era evidente que deseaba abordar la situación con la seriedad que merecía. En silencio, mi padre y yo caminamos hacia un árbol que se alzaba majestuosamente a lo lejos, sabiendo que las reparaciones tardarían su tiempo. El susurro del viento entre las hojas y el crujir de nuestras pisadas se mezclaban con la tensión que flotaba en el aire.

Al llegar a la sombra del imponente árbol, mi padre eligió un lugar para sentarnos. Nos acomodamos en silencio, y pude sentir su mirada penetrante antes de que pronunciara palabra alguna. Sabía que tenía que enfrentar la inevitable conversación sobre lo sucedido entre Allen y yo.

Con una voz serena pero firme, mi padre rompió el silencio. "Hija, necesitamos hablar sobre lo que ocurrió entre tú y el duque. No me gustaría pensar que te has visto envuelta en algún problema."

Mis ojos se desviaron momentáneamente hacia el suelo, evitando su mirada inquisitiva. "Padre, no fue nada más que una conversación amistosa. No hay motivo para preocuparse."

Él arqueó una ceja, denotando que no estaba convencido por mi respuesta evasiva. "Vivianne, conozco la diferencia entre una charla amistosa y una situación que podría traer complicaciones. No intentes ocultarme la verdad."

Me sentí atrapada entre la necesidad de proteger a mi familia de las incertidumbres y la realidad de que había algo más profundo en ese encuentro con Allen. Sin embargo, opté por mantener la fachada. "Padre, te aseguro que todo está bajo control. No hay razón para alarmarse."

Él me miró con comprensión. "Entiendo que la vida puede ser complicada, pero debes recordar tu posición. Tu compromiso es importante para nuestra familia y se que es algo importante para tí."

"Lo sé, padre. Haré lo posible por cumplir con mis deberes." Prometí, sintiendo el peso de la responsabilidad en mis hombros.

"Y sobre el duque, ten cuidado con tus interacciones. No quiero que tu reputación se vea comprometida." Expresó mi padre muy serio

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