Capitulo XIX De vuelta a casa

La semana paso muy rápido, era hora de volver a la ciudad, Noah y yo subimos al vehículo en el que llegamos y nos dirigimos hacia el aeropuerto, a pesar de que las cosas no salieron bien al principio el final fue maravilloso, llegamos después de veinte minutos, la tripulación ya nos estaba esperando, nos saludaron muy respetuosamente, los empleados de Noah subieron nuestro equipaje al avión, después de diez minutos nosotros también subimos, me senté en mi asiento y Noah me ayudó a abrochar el cinturón de seguridad, antes de sentarse en su puesto me besó.

— Te amo vida mía. — Dijo a mi oído.

— También te amo y quiero pasar la vida entera contigo. —

El se sentó y abrochó su cinturón, unos diez minutos después el avión despegó regresando a nuestra nueva vida, un tiempo después llegamos a la ciudad, en el aeropuerto ya nos estaba esperando el carro que nos llevaría a la casa de Noah, había estado en aquella casa un par de veces, era muy grande para mí gusto y quería que nos mudaremos a una más pequeña, pero él dijo que ahí estaríamos cómodos y que era la casa de su padre, no quise discutir con él, así que acepte vivir ahí.

— En que piensas amor? — Me pregunto Noah acercándose a mi.

— En la explicación que le daré a mis padres por no haber ido a la recepción y por no haberlos llamado en un mes. — Dije con tristeza.

— Ya eso quedó solucionado, el día de la recepción envié a decirles que tuvimos que adelantar el viaje, pues teníamos ganas de estar solos. Y que no íbamos a poder comunicarnos porque en la isla no había recepción, pero que no se preocuparan que todo estaba bien.

— Eres bueno mintiendo, no conocí esa faceta tuya.

— Estás triste por no haber ido a la recepción?

— Aunque decidí no volver a pensar en eso, hay cosas que no salen de nuestros pensamientos.

— Lo se y también sé que me costará mucho que tú reemplaces esos pensamientos, solo dame tiempo y te voy a recompensar.

— No tienes que hacer nada, mejor no hablemos más de ese día, mejor hablemos de nuestro futuro.

— Ok, mejor, entonces dime qué piensas.

— Bueno se que ahora soy tu esposa, pero quiero terminar mi carrera, espero que eso no sea un inconveniente para ti.

— Claro que no amor, estoy de acuerdo contigo, además ya estás por terminar tu carrera.

— Dígame profesor usted seguirá dándome clases particulares? — Le dije en tono seductor.

— Claro que sí, sabes que yo, encantado de enseñarte unas cuantas cosas. — Dijo con su voz sexy.

Llegamos a la casa, no lo podía negar era una casa hermosa con un enorme jardín delantero, pero a mí siempre me han gustado las cosas sencillas y sin tanto lujo, Noah me agarró de la mano y me condujo al interior de la casa.

— Bienvenida a nuestro hogar princesa. — Dijo Noah dándome un beso en el cuello.

— Gracias amor, espero y seamos muy felices aquí.

— Así va a hacer, ahora vamos para que conozcas nuestra habitación, y descanses un poco.

— Antes de descansar me gustaría hablar con mis padres, quiero que sepan que ya regresamos.

— Claro amor, llámalos seguramente se alegrarán mucho de escuchar tu voz.

Subimos a la que sería nuestra habitación, Noah abrió la puerta para mí, al entrar me encontré con una enorme habitación.

— Está hermoso amor gracias.

— La mandé a preparar solo para ti, pero si algo no te gusta lo puedes cambiar sin problemas.

— Me parece perfecta, este color beige me encanta.

La habitación estaba decorada en beige y blanco, la cama se encontraba al centro de la misma, una cama enorme con sábanas de seda en color blanco, a un lado del cuarto había un sofá, el tocador estaba lleno de algunos accesorios para dama, recorrí la habitación y llegué al clóset este contaba con su propio vestidor, era muy grande, salí y fui al baño y como de era de esperarse estaba todo en blanco con terminaciones doradas, una tina en el centro, su respectiva regadera, tenía todo lo necesario para estar cómodos, salí del baño y me dirigí al balcón, la vista desde ahí era encantadora, teníamos vista al jardín del frente el cual contaba con una fuente en forma de flor, era demasiado exhuberante para mi gusto aunque no podía negar que era bonita.

— Y bien, que te parece nuestra habitación? — Pregunto Noah abrazándome por la espalda.

— Me gusta amor, es muy grande, pero está bonita.

— Sé que te gustan las cosas sencillas, pero yo puedo darte una vida de reina y eso es lo que haré.

— Gracias amor, pero no vayas a exagerar mucho, sabes que me gusta lo sencillo y cómodo, ahora llamaré a mis padres para que sepan que hemos vuelto.

— Está bien princesa, mientras me voy a bañar, lamento dejarte sola, pero tengo que ir a la oficina.

— Está bien cariño, ve se que has descuidado mucho el trabajo, nos vemos más tarde.

— Si quieres salir le dices al chófer que te lleve, ok.

— Si no te preocupes cualquier cosa te aviso.

— Ok reina ahora te dejo para que puedas hablar con tus padres. Te amo. — Noah beso mis labios y se metió al baño, mientras yo me senté en las sillas fuera del balcón y llamé a mi mamá.

El teléfono de mi mamá sonó unas tres veces antes de que contestará.

— Hija al fin nos podemos comunicar, dime cómo estás? ¿Por que estuvieron tanto tiempo fuera del radar? — Mi mamá hablo a mil por hora.

— Hola mamá, si es que ya estamos de vuelta, en este momento estamos en la casa de Noah y bueno solo se nos alargó un poco la luna de miel y bueno allá en la isla no teníamos cobertura.

— Eso es pura excusa, imagino que estuvieron muy ocupados que ni tiempo para llamar les dio. ¿Bueno mi niña dime cuándo vienes?

— Apenas me instale iré, además tengo que ir a la universidad, ya sabes para retomar mis estudios.

— Me parece bien hija, no dejes de superarte nunca, sabes que siempre te lo he dicho, debes valerte por ti misma y no depender de un hombre.

— Lo sé mamá, por eso quiero terminar mi carrera y ayudarlos a ustedes a sacar la empresa adelante, hablando de la empresa como está mi papá? Ha podido solucionar los problemas de la empresa.

— Si querida, gracias a la ayuda de tu esposo y a la colaboración que hay entre ambas empresas hemos podido salir adelante, no cabe duda que tu esposo es un hombre muy influyente en este medio, pero bueno mañana hablamos de eso en persona ahora descansa y termina de instalarte en tu nuevo hogar.

Me despedí de mi mamá, entre a la habitación, Noah aún no salía del baño, una idea paso por mi mente, así que me quite la ropa y entre al baño, el estaba metido en la ducha, no podía dejar de verlo, lentamente entre a la regadera lo abracé por la espalda, el se volteo y me pegó a la pared, hicimos el amor en el baño de nuestro nuevo hogar, la vida realmente me estaba mostrando su lado más bueno, solo espero no cambie de rostro.

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