16 - Viaje

Luisa en el marquesado está tranquila, ha asimilado su nueva vida, un nuevo comienzo para su familia, sus labores solo son para la mansión, por el momento su suegra sigue siendo la marquesa, ellos están en la capital, su hija menor es la prometida del príncipe heredero.

-Luisa están dormidos los niños?

-Si, que sucede.

-Tengo que ir a la capital los niños ya tienen 6 meses, quieres viajar?

-Te tardarás mucho?

-Como un mes.

-Si es necesario que vaya lo haré, pero si no, puedo quedarme?

-No es necesario, pero así puedes distraerte, puedes comprar lo que gustes.

-Javier, quieres que viajemos contigo?

-Si, no quiero dejarlos solos.

-Bien, entonces vamos.

Luisa sabe que Javier adora a los niños, no quiere estar lejos de ellos y él le dice que quiere que su hermana conozca a los niños.

Su viaje fue tranquilo, Javier la ayuda en el carruaje, llevan a dos mucamas, más la doncella de Luisa, solo un día acampan porque el camino es el más transitado y las posadas luego están llenas.

-Luisa estás bien, estás cómoda?

-Tranquilo, solo será una noche los niños están bien, ellos dormirán en el otro carruaje y nosotros en este.

-Solos?

-Porque te sorprende, duermes en mi habitación.

-Si, pero los niños duermen entre nosotros.

-Te da pena, dormir con tu esposa, no te haré nada.

Javier ríe con su comentario, así que sube al carruaje, a decir verdad si está nervioso, Luisa para el es la mujer más hermosa, aparte desde que se separaron no volvieron a dormir solos.

Los carruajes lujosos de los nobles se adaptan como cama para que puedan dormir, Luisa solo pone almohadas y mantas, Javier se quita el saco, la espada, Luisa ya tenía puesta su pijama.

Ambos solo se acomodan, pero Javier es quien no puede dormir, Luisa se durmió enseguida, aún no se acostumbra a viajar en carruajes, ella dormía tranquila al saber que los niños no están ahí, lo que ocasiona que se gire en dirección a Javier, lo abraza y pone su pierna encima de él, Javier solo se pone más nervioso, tenerla así despierta en el sensaciones que ya no había tenido.

Luisa despierta al sentir un latido, es el pecho de Javier, ve que lo abraza y su pierna encima de él, al voltear a ver su rostro, él solo se cubre el rostro con su brazo, ella se separa de él y quita su pierna, al girarse solo siente los brazos de Javier que la abrazan nuevamente.

-No, déjame estar así contigo, me gusta esta sensación.

-Pensé que estabas incómodo, no quise hacerlo.

-Bueno, incómodo no, un poco nervioso, hace mucho que no estamos así, solo déjame abrazarte.

-Javier, soy tu esposa, tienes el derecho de abrazarme, sé que me amas, te lo agradezco, eres el padre de mis hijos, en este tiempo teniéndote cerca he empezado a tener sentimientos hacia ti.

-Lo dices en serio? Puedo tener esperanza de que puedas llegar a amarme, o solo es por los niños.

-Es por las dos cosas, me gustas, eres un hombre atractivo, me gusta como eres con los niños pocos padres son como tú, duermes en mi habitación para ayudarme, valoro mucho eso.

-Gracias, Luisa yo te amo.

-Descansa, creo que no has podido dormir, se que me deseas pero aquí no es el lugar.

-Jaja acaso quieres que el carruaje se sacuda.

-oye! No seas presumido, solo abrázame y descansa.

Javier volvía a reír, Luisa se puso roja con su comentario, su viaje sigue sin contratiempos, al llegar ya los esperaban, los Michelob tienen un palacio en el palacio, pero desde hace años no lo usan, el gran Márquez Adrián compro una mansión hermosa en la ciudad él desde que su prima salió de ese palacio juro no volver a quedarse ahí, su hijo ha hecho lo mismo.

En la puerta los recibe la madre de Javier, ella está feliz de ver a los niños, Javier baja cargando a su hija que está despierta, Luisa tiene a su niño en sus brazos, el pequeño está dormido.

-Madre ya llegamos.

-Que bien, pero qué grande está, el pequeño Adrián está creciendo bien, deja que lo cargue.

-Si, él es hermoso como su madre.

Todos pasan a la terraza, es grande con un patio enorme, para Luisa es la primera vez que está ahi lleva a los niños son llevados a un cuarto que les preparo su abuela.

-Me alegra mucho que estén aquí, en un par de semanas será el aniversario de la emperatriz y el rey, tenemos que ir de compras.

-Madre ayudarás a Luisa ella no conoce muy bien la capital.

-Como va su relación, tú cómo estás.

-Estamos bien, mamá, ella dice que tiene sentimientos hacia mí, crees que ella pueda amarme.

-Si, ella te amara, solo deben seguir conociéndose.

Javier entrañaba a su madre, cuando Luisa bajaba para ir a la terraza, el marqués llegaba, ambos solo se saludan y van a la terraza, pasan a comer, Javier va con su padre para trabajar y Luisa con su suegra sube a ver a los niños.

-Son hermosos, Luisa gracias por venir, pensamos que tal vez no querías.

-Javier no quería que nos quedaremos solos.

-Estoy feliz, por mi hija tenemos que estar aquí, pero después del aniversario pasaremos una temporada con ustedes.

-Eso está bien, así conviven más con los niños.

Ambas platican un rato, se ponen de acuerdo para ir de compras.

Luisa acomoda algunas cosas, los niños dormirán en su cuarto, para ella y Javier prepararon otra habitación, supone que su suegra arreglo todo.

-Jaz, necesito algunos vestidos, los que tengo fueron mi regalo de bodas, pero del pecho me quedan muy ajustados.

-Es normal, sus hijos comen bien, pronto dejarán de tomar pecho, ya empiezan a comer, necesita vestidos que puedan ajustarse, además el día del baile pueden ir con ropa a juego.

-Crees que Javier quiera?

-Puede preguntarle.

Jaz sale y Javier entra, su padre lo lleno de trabajo, el tiene unos asuntos en el palacio.

-Estoy cansado, Luisa te importa si me baño primero.

-No, adelante.

Javier entra a bañarse, pero al salir tiene solo una toalla enrollada en la cintura.

-Dios!! No te cambiaste.

-Mi ropa no está.

-Quee!

-Es verdad, no está mi maleta, 😔

-Bien le diré a jaz que la busque ** A la, por qué ese hombre es tan... Sexi, jaja que cosas pienso**

Luisa sale para decirle a Jaz que busque las cosas de Javier, al volver a entrar ve que él está en la cama sentado, su cabello está mojado y las gotas escurren por su cuello y su pecho, Luisa solo traga en seco, ella toma una toalla y seca su cabello.

-Javier tu cabello está escurriendo, debe estar seco o te vas a enfermar, Jaz ya fue a buscar cosas, me bañaré yo en lo que ella llega.

-Si, si está bien.

-Pasa algo?

-No, nada ve yo sigo con mi cabello.

Javier toma la toalla, se puso nervioso por qué estaba distraído y solo sintió como Luisa ponía otra toalla en su cabeza, ella está muy cerca y el pequeño detalle con sus vestidos es muy notorio, solo desvía la mirada para no ponerse más nervioso.

Jaz toca para pedir permiso y pasa a dejar las cosas de Javier.

-Gracias.

-De nada, entraré al baño a ayudar a mi señora.

-Si me cambiaré rápido.

Jaz entra al baño donde Luisa ya ha terminado de bañarse, solo está en bata pensando que hoy si pasada la noche con él, si será capaz de rechazar a semejante hombre.

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